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Tradicionalmente, para conocer dónde se originó el renacimiento se empieza visitando la Piazza del Duomo de Florencia. Desde 1988, esta zona se encuentra libre de tráfico vehicular, lo que permite la movilización a pie muy cómodamente. Casi siempre se empieza por el Duomo, una alegre policromía de mármol verde de Prato, blanco de Carrara y rojo de Maremma, en donde destaca el Campanile, Baptisterio y el Museo Dell´Opera del Duomo. La Catedral es la cuarta más grande de Europa y hoy sigue siendo el edificio más grande de la ciudad. El Baptisterio, edificación del siglo VII, pequeña y de planta que se levanta al oeste de la catedral, con sus famosas puertas de bronce, es uno de los edificios más antiguo de Florencia. En su techo se pueden ver mosaicos decorados del siglo XIII sobre el juicio final. Los tesoros de la catedral se guardan en el Museo Dell´Opera del Duomo, situado en el lado oeste de la piazza del Duomo, del material aquí expuesto destaca la Pietá que Miguel Ángel empezó a realizar hacia 1550 con destino a su propia tumba, pero que dejara inconclusa.

Esta catedral, tercera en el mundo por su tamaño, fue proyectada en 1296 por Arnolfo di Cambio en formas gótico-toscanas. A su muerte prosiguieron la obra Giotto, quién dio comienzo al hermosísimo campanario, y Francisco Talenti, quién transformó el proyecto arnolfiano, ampliando sobre todo las dimensiones de la construcción. De 1420 a 1434 Felipe Brunelleschi realizó la edificación de la cúpula, obra verdaderamente atrevida por haber sido levantada sin armazón fija. En 1436 la construcción de Sta María de las Flores quedó prácticamente llevada a cabo y la consagró el papa Eugenio IV. En 1461 se añadió la linterna de la cúpula y tan solo en 1887 realizó la fachada el arquitecto Emilio de Fabris. El grandioso conjunto está entre los más significativos y antiguos testimonios del gótico toscano, elegante y sobrio en lo arquitectónico y admirable en la finísima decoración con mármoles polícromos.Esta construcción en 3 naves separadas por pilastras compuestas parece ser que se elevó sobre la antigua basílica de Santa Reparata tal y como lo han demostrado unas recientes excavaciones. En el interior de la basílica existen además interesantes obras del arte de Pablo Uccello, Andrés del Castagno y Miguel Angel.

Giotto es el autor del Campanille florentino, posiblemente uno de los más elegantes de Italia. Tiene 84,70 metros de altura y se empezó a construir en 1334. Giotto falleció tres años después y Andrea Pisano y Francesco Talenti serán los encargados de continuar los trabajos. Presenta tres plantas con diferentes aberturas que aligeran la masa de la construcción, decorándose con bajorrelieves y esculturas de excelente calidad.