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obra
En la década de 1880 Rose, la hermana de Cézanne, y su esposo Maxime Conil, compraron la finca del Bellevue, en el suroeste de Aix-en-Provence. Este lugar será muy frecuentado por el maestro ya que desde allí se podían contemplar excelentes vistas del paisaje de su entorno, especialmente la montaña Sainte-Victoire que se convertirá para el pintor en una obsesión en los últimos años de su vida. Pero no sólo pintará los paisajes que podía contemplar desde la finca sino también la casa o los palomares. Cézanne recurre a un árbol en primer plano que nos introduce hacia las edificaciones, cerrando la composición con una hilera de árboles que se disponen en diagonal. Si bien la iluminación recuerda al impresionismo, al envolver con una luz brillante el espacio, las sombras son arbitrarias y el objetivo del artista no está en captar las atmósferas y las luces de cada momento, como su buen amigo Monet, sino construir la naturaleza a partir del color -"la forma alcanza sólo su plenitud cuando el color posee mayor riqueza" llegó a decir-. Las tonalidades son aplicadas de manera fluida, distribuyendo el color uniformemente, unas al lado de otras. Las siluetas de los edificios y los árboles están marcadas con una línea oscura, en sintonía con la pintura de Gauguin.
obra
Los paisajes de Cézanne se van despojando de lo efímero y lo momentáneo, como si se hubiera detenido el tiempo, renunciando a efectos de ambiente y a las anécdotas de las obras impresionistas. El color se convierte en el principal elemento de la composición, aplicado de manera fluida como bien observamos en los frondosos árboles que rodean las construcciones de la finca de Bellevue, propiedad de Rose, la hermana del pintor. Sin embargo, a pesar de interesarse por recuperar las formas y los volúmenes -que algunos impresionistas como Monet y Renoir estaban perdiendo en sus composiciones- parece caer en la abstracción.
monumento
Se encuentra paralelo a la Colegiata por la parte norte y eran las viviendas de clérigos pertenecientes a la Colegiata pero de nivel diferente a los canónigos. Es del siglo XVIII (1725). Hoy en día en este edificio se encuentran varias viviendas y también se dedica a albergue de peregrinos.
obra
Entre las numerosas imágenes de casas de campo en lo alrededores de Nuenen elaboradas por Van Gogh en el verano de 1885 conviene destacar ésta que observamos, quizá la más impresionista de toda la serie. Las pequeñas cabañas están plenamente iluminadas por una luz estival, recortando sus siluetas sobre el cielo encapotado donde aparecen tonalidades malvas por efecto de la luz. El amplio espacio ocupado por el cielo - dos terceras partes del lienzo - es una reminiscencia barroca tomada de la Escuela de La Haya. El color es aplicado con trazos vertiginosos, aclarándose su paleta con respecto a las obras ejecutadas por Vincent en el invierno como los retratos de campesinas.
obra
No sólo pintó Cabral las procesiones o los bautizos de la ciudad de Sevilla. En el conjunto de su obra encontramos cuatro pinturas en las que nos presenta una casa de campo a orillas del Guadalquivir, cercana a la ciudad, captada desde los cuatro puntos cardinales, mostrando así el pintor cada uno de los cuatro frentes de la casa y sus respectivas vistas de paisaje, resultando cuatro escenas de gran belleza. En esta escena que contemplamos se aprecia el fondo urbano encabezado por la impactante silueta de la Catedral con la Giralda.
obra
Klimt sentía verdadero agobio con el plazo de entrega de sus obras figurativas. Para descansar de esta presión, veraneaba en el lago Atter, junto a las hermanas Flöge. En estas estancias también pintaba pero lo hacía como ejercicio de relax, recurriendo como tema a paisajes de los alrededores. El estilo utilizado por el maestro recuerda a los retratos de esta época, interesado por el decorativismo, recordando a los mosaicos bizantinos que tanto llamaron su atención en sus visitas a Ravena. El estilo empleado es puntillista, aplicando los colores a base de pequeños toques que constituyen una especie de puzzle. La sensación de bidimensionalidad que percibe el espectador es una referencia a la estampa japonesa, limitando el espacio a una zona reducida ya que empleaba un visor para captar las escenas. El resultado es una obra de gran brillantez cromática, recordando a la estructura de un caleidoscopio.
obra
Si bien en la producción de Klimt los paisajes llegan a ocupar casi un 25 % del total de su obra, la opinión pública apenas conoce esta faceta del maestro vienés, más impactada por obras como El Beso o la Judith. La mayor parte de la producción paisajística fue elaborada durante las vacaciones de verano, en la casa de las hermanas Flöge, junto al lago Atter. En los paisajes no aparece ninguna figura, mostrando un paisaje puro. El formato preferido por el maestro, como bien podemos comprobar, es el cuadrado, en sintonía con las obras del Monet maduro. La fuente directa de este tipo de composiciones debemos buscarla en el impresionismo, aunque Klimt no se interesa por efectos atmosféricos y lumínicos, sino por representar la naturaleza tal y como se presenta ante él. Diversos abedules se disponen en la escena, cerrando el espacio una masa forestal que impide ver el cielo o la línea del horizonte, esquema muy habitual en los paisajes del maestro. Las tonalidades verdes dominan el conjunto, aplicadas con un estilo cercano al puntillismo, especialmente las florecillas que adornan el prado. La limitada perspectiva vendrá motivada por el empleo de un visor para realizar los paisajes, al mismo tiempo que apreciamos la influencia de la fotografía.
obra
Las casas de campo de los alrededores de Nuenen se convierten en el verano de 1885 en uno de los motivos más representados por Van Gogh, buscando nuevas temáticas para sus cuadros. Así surge una atractiva serie pintada directamente del natural enlazando con la Escuela de La Haya en la que se formó e indirectamente en el paisaje realista del Barroco. En esta escena que contemplamos podemos apreciar la admiración de Vincent hacia las luces nocturnas al mostrarnos las casas al atardecer cuando las siluetas oscuras luchan por no desaparecer ante el manto de la noche. El cielo anaranjado sirve de contraste ante la oscuridad de primer plano, considerando este tipo de iluminaciones como una luz más, posiblemente la más atractiva para el joven pintor.
obra
A lo largo del verano de 1885 Vincent va a sentir especial admiración hacia las casas de campo de los alrededores de Nuenen, creando una serie de gran atractivo como observamos en Casa de campo con campesina cavando, Casa de campo con árboles o esta escena que apreciamos. La luz estival ocupa un importante papel en la composición, iluminando claramente el edificio, los campos de alrededor y el amplio cielo del fondo. Una campesina vestida de azul anima la escena, enlazando con las obras de la Escuela de La Haya e indirectamente con el paisaje realista barroco. La gran novedad en esta serie la encontramos en el color, aportación que cada vez va interesando más a Vincent para acabar convirtiéndose en su nota personal, tomando las teorías impresionistas y superándolas.