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Vincent y Theo viven en el número 54 de la Rue Lepic desde el mes de junio de 1886; desde allí Van Gogh pintará varias vistas tomando como estilo el puntillismo aunque adaptado a su potente personalidad artística. De esta manera, los puntos se convierten en pequeñas líneas perpendiculares o paralelas con las que va organizando la composición y creando los diferentes elementos que la integran. El color malva se adueña de la imagen, animada con el rojo y el verde de las ventanas así como los toques de blanco del cielo o los tejados. Al emplear sombras coloreadas se acerca al impresionismo, pero también de manera particular. Contemplada con su compañera - Vista de París desde la habitación - incluso podemos encontrar referencias a Monet o Pissarro al ofrecer una imagen similar en diferentes momentos lumínicos.
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Los impresionistas sentirán gran atracción por las vistas urbanas por lo que tenían de moderno y porque podían conseguir efectos atmosféricos sin tener que desplazarse al campo. París será protagonista de buena parte de esas obras; Morisot nos ofrece una vista desde Trocadero en donde la silueta de los edificios emblemáticos de la ciudad queda al fondo envueltos por una nube malva típica del atardecer. El Sena con sus puentes ocupa el plano medio de la composición, por detrás del parque poblado de figurillas, entre las que destacan las dos mujeres y la niña, posiblemente familiares de la artista. El estilo rápido y empastado la aleja de su gran amigo Manet, situándose más en la órbita de Monet y Renoir, interesados por los efectos de luz en el paisaje. Los colores empleados son muy variados, destacando el verde, el siena y el malva, creando una imagen más en sintonía con el grupo y dejando de lado las escenas intimistas que caracterizan su producción.