Fue diputado a Cortes y se hizo cargo de la cátedra de Derecho Político y Física experimental en la Universidad de La Habana. Se opuso a la escolástica que en aquel entonces empapaba la filosofía cubana. Ilustrado, participó de las propuestas empíricas de Locke y del cartesianismo de Condillac. A partir de esta relación concluye que la razón y la experiencia son las únicas fuentes para alcanzar el conocimiento. Escribió "Instituciones philosophiae eclecticae", "Apuntes filosóficos para la dirección del espíritu humano" y "Miscelánea filosófica", entre otras obras.
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Personaje
Político
Candidato en las elecciones de Brasil en 1930 por la Alianza Liberal, fue derrotado por el candidato de la oligarquía. Tras rechazar el resultado de los comicios, promovió una sublevación que finalizó con su llegada al poder, en 1930. Su programa político pretendía contrarrestar los efectos de la Crisis de 1929, aboliendo el proteccionismo sobre el café, diversificando la agricultura y potenciando la industria mediante la sustitución de importaciones. Entre 1930 y 1937 suscitó el rechazo de los grandes cafeteros, debiendo hacer frente a huelgas y conflictos encabezados por la Alianza Nacional Libertadora, especialmente en 1935. La inestabilidad política fue aprovechada por Vargas para dar un golpe de Estado en 1937, tras el que implantó una dictadura populista llamada "Estado Novo". Derrocado en 1945 por el ejército, en 1950 fue elegido presidente al frente de una coalición de izquierdas. El enfrentamiento con militares y oligarcas le empujó al suicidio en 1954.
Personaje
Arquitecto
Este arquitecto activo en el primer tercio del siglo XX realizó la Casa Lis de (Salamanca), edificio en el que actualmente se exhiben las colecciones de la Fundación Manuel Ramos Andrade. Hizo también el Mercado Central de Salamanca, el único otro edificio modernista de la ciudad castellana.
Personaje
Literato
Su infancia discurre en Cochabamba, Colombia y su adolescencia en Perú. Estando en su país natal acude a la escuela militar "Leoncio Prado". Cuando cumple dieciocho años contrae matrimonio con una tía suya que se había quedado viuda. Si en su primera novela "La ciudad y los perros" reflejaba sus años de adolescencia, de su experiencia matrimonial también quedaría constancia en "La tía Julia y el escribidor". A finales de los años cincuenta emprende un viaje a París y desde allí se traslada a la Península Ibérica. Como sus contemporáneos, su obra se adentra en los problemas sociales de entonces. Vargas Llosa aporta a sus obras un estilo nuevo, repleto de innovaciones. Algunos literatos franceses, así como el surrealismo, constituyen sus principales fuentes de inspiración en este tiempo. Interesado en todos los géneros y estilos literarios ha ejercido críticas de obras como "Tirant lo Blanc" o "Madame Bovary". De su producción como novelista la crítica ha señalado que hasta el momento es posible dividirla en tres fases. En un primer momento se decantó por la narración de cuentos y novelas como "La Casa Verde" o "La cuidad y los perros". Estas obras reflejan y interés constante por investigar y poner en práctica nuevas y distintas técnicas narrativas. En esta fase ya denota su maestría. En la década de los setenta se adentra en una nueva vertiente con obras como "Pantaleón y las visitadoras" o "La guerra del fin del mundo". El interés por la situación política y social de su país, son los dos aspectos que condicionan esta etapa. Su preocupación por los acontecimientos públicos que se desarrollan en su país provocan que regrese, ya que vivía en Gran Bretaña, y se presente en 1990 como candidato a las elecciones. La victoria de Fujimori, su oponente, y el golpe de Estado que dio en 1994 le animó a instalarse en España y solicitar la nacionalidad española. Las obras actuales de Vargas Llosa aparecen enmarcadas en una tercera fase que sigue identificándose con las preocupaciones políticas. En la década de los años noventa ha escrito obras como "Lituma en los Andes" o "El pez en el agua". Desde 1996 pertenece a la Real Academia Española y en 1995 ha sido premiado con el Premio Cervantes. Por otra parte, sigue desempeñando su labor como crítico en las principales publicaciones. Dentro de este ámbito ha sido merecedor del premio Ortega y Gasset de periodismo.
Personaje
Pintor
Durante dos décadas se estableció en Italia. A su regreso a España emprende una destacada trayectoria profesional. El primer trabajo que se le atribuye es el Retablo de Nacimiento de la catedral de Sevilla de 1555. En esta obra se aprecian las influencias del manierismo italiano y la pintura de Rafael. Otro de los autores que más le influyen es Perin del Vaga. De su legado cabe mencionar el Retablo de la Piedad y Virgen con Niño, San Juanito y Santo Domingo.
Personaje
Científico
Literato
Militar
Estudió humanidades y matemáticas de la mano de Esteban Carratalá y Vicente Tofiño, demostrando unas dotes extraordinarias como matemático. Realizó una crítica sobre "La Aritmética de Juan Antonio Cañaveros". Recorrió la provincia de Murcia, Sevilla y Tarragona en compañía de Carlos Posada. En 1782 inicia su preparación como guardiamarina. En este mismo año ingresó en la guardia de honor del conde Artois que más tarde sería coronado como Carlos X. Tras su ascenso a alférez de fragata escribió una "Oda que en el gozo de oír la noticia del nacimiento de los dos Infantes...". Para la Academia de Historia, de la que era miembro, redactó la reglas del "Diccionario geográfico de España". Otro de sus proyectos fue el "Diccionario náutico", aunque al final ninguno de éstos se llegó a publicar. Utilizó las cartas esféricas y los datos que había recopilado el una comisión nombrada por el Gobierno para la creación de un Atlas Geográfico, que realizó con Tofiño. Con este autor también colaboró en otros trabajos. Entre sus publicaciones hay que destacar una "Descripción de la islas Pithiusas y Baleares" y "Relación del último viaje al estrecho de Magallanes de la fragata de S.M. Santa María la Cabeza en los años de 1785 y 1786" y las Ordenanzas de la Marina. Desde 1789 se convirtió en miembro de la Academia de San Fernando. Vargas Ponce también estuvo presente en la ocupación de Tolón y las reuniones que se mantuvieron en Italia. Mientras permaneció en Murcia y Levante reunió una serie de antigüedades romanas que luego legó al Ayuntamiento de Cartagena. En 1797, ingresa, a instancias de Jovellanos, en la Junta de Instrucción Pública con el objetivo reunir datos y escribir la historia de la Marina española. Desde 1799 y tras ser desterrado de Madrid se le localiza en Cataluña y luego en Guipúzcoa, donde continuó trabajando en el terreno de la investigación histórica. En esta época se reúne con José Nicolás de Azara y en 1804 sale a la luz "Abdalaziz y Egilona". A esta tragedia le seguirían otros escritos como "Importancia de la Historia de la Marina Española", "Varones ilustres de la Marina Española, "Proclama de un solterón a los que aspiren a su mano", etc. En estos años ocupó además la dirección de la Academia de la Historia y colaboró con la Junta de Instrucción Pública. En 1812 impulsó el nacimiento del "Diario militar o proezas de los militares españoles". Cuando los franceses llegaron a Madrid, Vargas Ponce se trasladó a Cádiz. Fue nombrado diputado a Cortes por Madrid y en este mismo año entró en la Academia Española. En este tiempo estuvo trabajando en el Archivo de Indias. A esta época pertenecen obras como "Estudio sobre la vida y las obras de D. Alonso de Ercilla" y "El Varapalo", además de "Dictamen sobre Almirantazgo", "Dictamen sobre un archivo general", "Dictamen sobre ilustración del reino" y "Los ilustres haraganes o apología razonada de los mayorazgos". Muchas de sus obras fueron publicadas después de su muerte.
contexto
A pesar de los avances al respecto y de las expectativas despertadas por la incorporación de nuevas técnicas al redescubrimiento del pasado, aún existen serias dificultades para reconstruir la historia del clima a partir del año mil a través de los testimonios escritos. Para los siglos XI y XII apenas se dispone de algunos textos que, de manera accidental, recojan situaciones meteorológicas destacables que demuestren una evolución climática significativa. Aunque en ellos se hable de inviernos rigurosos, primaveras lluviosas o veranos especialmente secos, no pasan de ser apreciaciones personales, y, si acaso, dichos testimonios tan sólo pueden relacionarse con el aumento o disminución de cosechas, abundancia o carencia de alimentos e, incluso, con el avance o retroceso de los glaciares alpinos. No obstante, coinciden ya historiadores, economistas y climatólogos en la realidad de una limitada edad glaciar culminada en el siglo XVIII y con un óptimo que favoreció a Europa occidental entre los siglos XI al XIII; y sin poder precisar en el tiempo el origen de dicha mejoría, sí se permite resaltar que el llamado "resurgimiento demográfico", inducido entre otras causas por la mayor disponibilidad de recursos alimenticios, se puede situar en la segunda mitad del siglo X. Pero no se puede generalizar en cuanto a las constataciones de resultados derivados de un posible cambio climático. Así, por ejemplo, los análisis dendrocronológicos para el norte del continente han establecido que el límite septentrional del pino se amplió en latitud entre los años 950 y 1140, y que los círculos de crecimiento del bosque testimonian veranos cálidos; al igual que en los Alpes marítimos, donde los mismos análisis reflejan una fase predominantemente cálida con secos estíos entre 1030 y 1120. También los estudios paleoclimáticos confirman lo antedicho, pero se trata, en todo caso, de áreas restringidas sobre las que deducimos algunas cifras relativas que no aseguran una tendencia continuada y generalizada a lo largo del tiempo. Por ello se duda incluso de la, en otro tiempo, admitida bonanza generalizada, y no hay indicios suficientes para poder hablar de que el clima en Europa mejoró hasta el punto de convertirse dicho agente en decisivo para comprender la serie de cambios y progresos que se acumularon en el continente a lo largo de los siglos XI al XIII. De todas formas, también en esto las generalizaciones sobre estudios climáticos parciales, o limitados a unas áreas muy concretes, son peligrosas, puesto que se encuentran indicios sobre la frecuencia persistente de inviernos muy gélidos y veranos muy secos y extremados.
contexto
La incorporación del arado y del carro con tracción animal, así como la explotación de la lana y la leche, son los factores clave que modifican substancialmente el panorama económico de estos momentos. Diversos elementos del registro nos confirman estas prácticas: las copas en forma de carro de Budakalasz en Hungría (grupo de Baden), las ruedas conservadas en zonas pantanosas (2850-2400 a.C., asociadas con la cerámica de cuerdas), las marcas del uso del arado bajo los túmulos (Gran Bretaña, Polonia), los enterramientos de pares de bueyes, el análisis funcional de las cerámicas (uso mayor de copas y jarros más adecuados para el vertido de líquidos, en este caso aptos para el consumo de la leche), la aparición de restos de tejidos de lana en las altiplanicies lacustres de Suiza (finales del III milenio), así como también la documentación de fusayolas en Homolka (Checoslovaquia occidental). La interrelación de todas estas actividades, ampliamente documentadas, significan una mayor productividad, un incremento de la deforestación, la intensificación del cultivo cerealístico y el aumento de la explotación de los animales domésticos. En consecuencia, también se modifican los patrones de asentamiento: se tiende a la dispersión del poblamiento, después de diferenciarse aún más las pautas de asentamiento entre los grandes poblados concentrados y las pequeñas aldeas (Europa central), aunque también en otros lugares las implantaciones sobre el territorio siguen modelos tradicionales, como, por ejemplo, en Gran Bretaña, donde continúan habitándose poblados pequeños y dispersos. Así pues, en el sur de Polonia se abandonan los fondos de los valles, ocupados a pequeña escala, a favor de nuevos establecimientos en zonas ribereñas de los principales ríos y en territorios alrededor de pequeños valles que penetraban en las grandes cuencas fluviales. Los poblados se implantan en las altiplanicies situadas entre los cursos fluviales (cultura del TRB, finales del IV milenio). Más adelante, sobre la primera mitad del III milenio (cerámicas cordadas) se producen nuevos cambios, aunque se conocen pocos yacimientos de habitación, al contrario de lo que ocurre con los enterramientos tumulares, mejor documentados. En Francia, tomando como ejemplo la cultura del SOM, la ocupación y la distribución de los asentamientos son menos selectivas y se extienden por una gran variedad de territorios. Son asentamientos de tamaño pequeño, quizás habitaciones de familias nucleares, y desarrollan actividades especializadas de explotación ante un paisaje diversificado. En Holanda, según los estudios efectuados en la zona norte, se ocuparán nuevas zonas, más abiertas y mejor drenadas, a partir del 2600 a.C. (cerámicas cordadas del grupo oeste de la cultura del TRB). El caso de Gran Bretaña se caracterizaba en el periodo anterior por una sobrexplotación del bosque: en esta fase, de regeneración, se explotan extensas áreas de pastos, como parece indicárnoslo la conservación de suelos fósiles bajo los monumentos funerarios del III milenio (Durrington Walls). En Suiza siguen ocupándose las zonas lacustres, pero se consolidan la sedentarización y la delimitación económica del territorio explotado. Así pues, a modo de ejemplo, en la zona de Neuchâtel, los asentamientos del grupo de Lüscherz (2900-2700 a.C.) se emplazan en una área donde explotan diversos nichos ecológicos agrícolamente con el complemento de la caza y la pesca (zonas montañosas del macizo del Jura, el ecosistema lacustre...), a lo largo de 150-200 años (según dataciones dendrocronológicas). Precisamente, en estos sectores ocupados intensivamente, coinciden varios núcleos de asentamiento contemporáneos, por lo que se piensa en un territorio muy controlado por factores socioeconómicos.
contexto
El complejo y heterogéneo paisaje que forma la población india tiene su reflejo en la gran variedad de lenguas que se asientan sobre su territorio. Los tres países (Pakistán, India y Bangla Desh) que forman la península del Indostán, cultural e históricamente unidos, se caracterizan por su gran complejidad lingüística, a pesar de existir una lengua oficial para cada uno de ellos (urdu, hindi y bengalí, respectivamente). Aparte de estas tres lenguas, existen otras muchas habladas por la población. La Constitución de la India reconoce quince lenguas nacionales y setecientos dialectos locales. Además, el inglés, dado el pasado de la India como colonia británica, continúa siendo una importante lengua franca. Las lenguas de la India pueden ser agrupadas en tres grandes bloques. El primero son las lenguas munda, que no cuentan con una literatura propia. Las lenguas indoarias, en segundo lugar, cuentan entre ellas con el hindi y el urdu. Por último, las lenguas dravídicas son el grupo de lenguas vivas más antiguo del planeta y tienen en la actualidad más de cien millones de hablantes.
contexto
La inmensa población india presenta, junto con una amplia variedad lingüística, una no menor complejidad religiosa, siendo probablemente el país actual que cuenta con un mayor número de creencias y sectas. En la India surgieron dos de las grandes religiones del mundo, el hinduismo y el budismo, así como otras de menor difusión pero también de gran importancia, como jainismo y sikhismo. Además, existe un amplio grupo de seguidores del Islam, en su mayor parte sunnitas, la minoría religiosa más importante de la India. Por último, resultan también significativos grupos como cristianos, judíos y parsis o zoroastristas, estos últimos seguidores de una de las religiones más antiguas del mundo, creada en Persia hacia el siglo VI a.C. por Zoroastro o Zaratustra. Actualmente, el 83% de la población india es hinduista, mientras que el Islam cuenta con un 11%, el sikhismo un 2,5 y el 3,5 % restante se reparte entre budistas, cristianos, judíos y otras minorías. A grandes rasgos se puede decir que, pese a la diversidad de credos que pueblan la India, todos ellos desempeñan, en medidas distintas, un papel fundamental en la vida de las poblaciones. La inmensa religiosidad de la población india impregna hasta los aspectos más recónditos de la vida cotidiana, constituyendo, por sí misma, un modo de vida y un patrón de conducta y pensamiento. La relación del indio con lo divino hace que sea muy difícil, en ocasiones, diferenciar lo sagrado de lo profano, estableciendo un continuum entre todo lo que atañe al hombre y la divinidad.