En este palacio se combina la tipología tradicional de un patio cerrado y la novedad de Blérancourt de disponer el ala principal con una planta de H.
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monumento
El aumento de las necesidades comerciales en el puerto de Barcelona obligó a la construcción de un almacén donde guardar los productos llegados del extranjero. Las primeras instalaciones fueron levantadas por Josep Oriol Mestres, en la playa del Portal del Mar. Al quedar pequeñas se edificaron, en la avenida Icària, los llamados almacenes Generales de Depósito, siendo Elias Rogent el responsable de los diseños. Al estar este edificio alejado de las instalaciones portuarias, en 1886 Maurici Garrán, director de la Junta de Obras del Puerto de Barcelona, inició la construcción de los Almacenes Generales de Comercio. Garrán se inspira en los almacenes portuarios ingleses, por lo que la forma de la planta y la distribución de los espacios obedecen a razones operativas. Los almacenes presentan una doble estructura: la interior es de acero laminado -de gran eficacia cuando es necesario un espacio diáfano que sea capaz de aguantar cargas importantes- y la exterior, realizada en obra de fábrica. El 31 de mayo de 1900 finalizaron las obras, pero el edificio apenas funcionó como almacén portuario debido a su lejanía de la bocana del puerto y el alto coste de su mantenimiento. Entre los diferentes usos del edificio destaca el de Cuartel General de Carabineros. En 1992 los arquitectos Josep Benedito y Agustí Mateos realizaron una magnífica labor de rehabilitación del edificio, estableciendo un acertado diálogo entre los viejo y lo nuevo. En la actualidad, es la sede del Museo de Historia de Cataluñaa.
monumento
En el año 1699 la familia Rabassa de Perellós obtiene el título nobiliario de marqueses de Dos Aguas. Será el tercer marqués, don Giner Rabassa de Perellós, quien inicie una reforma sustancia en el palacio familiar, creando un suntuoso edificio identificativo del barroco. Hipólito Rovira, Ignacio Vergara y Luis Domingo serán los encargados de llevar a cabo la reforma, en la que destaca la portada. Hay suficientes razones para encuadrar esta obra entre las más sobresalientes del estilo rococó español. La rocalla tiene en ella una participación interesada y el carácter de su lineamiento nervioso y discontinuo conduce a ese cualificado, suave y gradual ritmo que se encarna en el estilo. La fachada sirve de asiento a un programa alegórico complejo, que tiene relación con el carácter nobiliario de la obra y la fecundidad de las tierras de la comarca valenciana. La escultura, que cumple una importante función en el conjunto, debe su mérito a Ignacio de Vergara y a Luis Domingo. Las propiedades genéricas de la portada, entendida con cierto sentido retablístico en su esquema composicional, es transmitido conscientemente a la ornamentación que se ciñe a los vanos, a los ángulos y a los macizos, como apoyo y refuerzo del lenguaje plástico expresivo que la caracteriza.
museo
Este palacio ha sido restaurado dos veces en el siglo XX. Recientemente se ha terminado una restauración que ha durado varios años, y que ha devuelto al Palacio su esplendor original. El Palacio es importante, más que por sus dimensiones, por su ostentosa decoración. Originariamente, este palacio pertenecía a la familia Rabassa, que se enriqueció comercial e industrialmente, y que compró el título de barón de Dos Aguas, que Carlos II transformó en Marquesado. Esta familia llegó en el siglo XVIII a ser una de las más ricas de Valencia. Sin embargo, su linaje se extinguió. La entrada se realiza a través de un magnífico frontispicio esculpido en alabastro. En la planta baja, se encuentra la sala de las carrozas, donde hay tres de las que destaca una de gala de los marqueses. Se llega al piso principal por una escalera de marmol. En este piso se encuentran el salón de baile, capilla, y las habitaciones. Destaca la excelente rehabilitación no solo del piso y paredes, sino también del mobiliario. Todas las estancias se encuentran tal y como debía estar el Palacio en su estado original. En el tercer piso hay más estancias, pero destaca la reproducción de lo que debía ser una cocina de la época, con sus correspondientes utensilios. El edificio está flanqueado por cuatro torres, una de las cuales es la torre de la Iglesia.
obra
La fachada del Palacio sirve de asiento a un programa alegórico complejo, que tiene relación con el carácter nobiliario de la obra y la fecundidad de las tierras de la comarca valenciana. La escultura, que cumple una importante función en el conjunto, debe su mérito a Ignacio de Vergara y a Luis Domingo.
obra
El barroco valenciano escultórico se manifiesta en esta audaz composición del Palacio del marqués de Dos Aguas, realizada sobre dibujo de Rovira Broncandel. Se cuenta entre las más originales soluciones del rococó español, altamente estimada por su imperioso movimiento y el estudio epidérmico del desnudo. La profusión de motivos y el inquieto gesto no alteran la armonía rítmica de sus líneas en correspondencia. No reduce ni mitiga el gesto sinuoso, ni la exaltada dignidad del personaje alegórico. En un juego intelectualista profano, el autor especula con los efectos corporales y universales de las cosas, sirviéndose de una estilización lingüística llena de secretas alusiones.
monumento
Edificado a comienzos del siglo XVIII, pertenecía a la familia de Daoiz-Guendica, que destacó por dedicarse a la carrera militar. Aunque la fachada orientada a la Navarrería es de estilo barroca, no resulta exagerada. En la parte superior se encuentra un escudo de la nobleza y de su interior hay que destacar su magnífica escalera barroca.