Se encuentra en París en el año 1922 y su carrera artística ha comenzado siguiendo los pasos del cubismo. Al año siguiente, realiza una exposición que atrae a André Breton, sobre todo, su cuadro Los cuatro elementos y se entabla una gran amistad entre ambos. El interés por la escritura automática hace que Masson se integre en el movimiento surrealista. A partir de entonces, empieza a investigar y a realizar dibujos automáticos de carácter veloz y convulsivo como reproducción de los impulsos psíquicos, dibujos que fueron publicados en "La Révolution Surréaliste" y algunos de ellos ilustraron "Le paysan de Paris" de Louis Aragon.Estos dibujos estaban realizados a lápiz y tinta china. La técnica de Masson estaba basada en el deslizamiento rápido de la mano para que las líneas se constituyeran al azar y formaran una imagen que a veces desarrollaba. Lo que le interesaba era el resultado final y, sobre todo, el momento de su transformación. En 1927 deja el grupo surrealista por una disputa con André Breton y comienza a trabajar con nuevos materiales como las arenas coloreadas. El cuadro se configuraba con cola de pegar que se echaba sobre el lienzo para luego espolvorear la arena y realizar líneas o manchas de pintura que completaban la imagen. En su obra son constantes las referencias a la naturaleza. Entre sus obras cabe mencionar Batalla de los peces (1927), obra que forma parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.Durante su estancia en Estados Unidos (1940-1946) su pintura gira hacia influencias del mundo mágico-primitivo derivado del arte indio como en Paisaje iroqués (1944). Además, constituyó uno de los claros referentes para artistas americanos, en especial, para Gorky, con quien mantuvo contacto durante esos años.
Busqueda de contenidos
contexto
André Masson (1896-1987) fue uno de los primeros pintores en incorporarse al grupo surrealista. En 1923 Breton vio una exposición suya en París y se sintió especialmente atraído por un cuadro, Los cuatro elementos. El, a su vez, se interesó por la escritura automática y en 1924 empezó a hacer dibujos automáticos, con tinta, que publicó en "La Révolution Surrealiste" y con los que ilustró "Le paysan de Paris", de Aragon. Utilizaba un lápiz y tinta china y pasaba la mano rápidamente por el papel, dejando que se produjeran al azar líneas que podían convertirse en imágenes, algunas de las cuales desarrollaba. Igual que a Miró le interesaba el mundo en el séptimo día de la creación, a Masson le interesaba el momento en que la línea está a punto de transformarse en otra cosa. El resultado eran imágenes de una espontaneidad cercana a la escritura automática.Esto que Masson conseguía con los dibujos a tinta le resultaba mucho más difícil con un medio todavía lento y laborioso como el óleo. De ahí que hasta finales de los años veinte su pintura no se liberara de los resabios cubistas iniciales. Y la liberación vino por un cambio de técnica. Hacia 1927, precisamente por la época en que abandona el grupo por un enfrentamiento con Breton (1928), empieza a utilizar materiales infrecuentes hasta entonces en la pintura: arenas coloreadas. Ponía cola de pegar sobre parte del lienzo y lo espolvoreaba con arena, moviéndolo para que se fijara anárquicamente. Después añadía toques de pintura -líneas o manchas-, aplicadas muchas veces directamente del tubo para completar la imagen que había surgido al azar. De nuevo aparece claro el papel de animador para los americanos, especialmente Gorky, con quien tuvo contacto durante los años que pasó en Estados Unidos, de 1940 a 1946.Masson fue uno de los pintores que mejor plasmó los principios del automatismo: "Su escritura automática -ha escrito Argan- durante la fase surrealista, es más diagramática que descriptiva; no explicita las imágenes y, por el contrario, sigue lo que podría denominarse el hilo del pensamiento inconsciente: recorridos tortuosos, saltos repentinos, vueltas, aceleraciones, debilidades del movimiento interior. Es tal vez el primero que se da cuenta de que más allá de la imagen hay una existencia bioquímica que sólo se revela a través de signos". Por ahí enlaza directamente con el universo de Gorky y Miró.Pero Masson jugó otro papel decisivo dentro de la historia del surrealismo: él presentó a Breton a un joven español, vecino suyo de taller, y, además, puso al catalán en contacto con los poetas Leiris, Artaud y Limbour, algo que Joan Miró siempre consideró decisivo para el nuevo rumbo que tomó su obra.
acepcion
Término árabe que significa "banco" y designa una tumba egipcia en forma de pirámide truncada, de planta rectangular y con los muros en talud. En su interior se distinguían una o más salas destinadas al culto y un pozo que conducía a la cámara funeraria. Esta construcción es propia de la época tinita del Imperio Antiguo.
obra
Es muy frecuente que las mastabas aparezcan decoradas con paneles de muy bajo relieve, que nos muestran escenas de la vida cotidiana en la corte. En este caso, en la mastaba de Merekura de la VI Dinastía, se trata de la representación de la esposa del faraón Teti oliendo una flor de loto, que destaca especialmente en el tratamiento anatómico de gran finura y detallismo.
obra
Las mastabas eran la representación subterránea de las casas y palacios, la mayoría aparecen decoradas con registros superpuestos de paneles con bajo relieves que muestran escenas de caza, del campo y en general de la vida cotidiana. En este caso, aparecen una serie de escribas que comprueban las cuentas del pan que se acaba de recibir. Es un testimonio más de la importancia que la vida de ultratumba tiene para los egipcios.
obra
Por su riqueza decorativa, la mastaba de Ti es una de las más importantes de la V dinastía. En esta escena observamos a unos hombres sacrifican a un toro en el matadero. Se trata de uno de los muchos bajo relieves que aparecen en esta mastaba, en su mayoría con escenas de caza, en las que podemos observar el intento de crear movimiento, lo que contrasta con la rigidez de las esculturas exentas.
obra
Las mastabas pertenecientes a la necrópolis que rodea la gran pirámide de Keops siguen la tipología de las mastabas del Imperio Nuevo: rectangulares, de sillería, paredes oblicuas y techo plano, se halla superpuesta a una cámara subterránea destinada al sarcófago, y de un pozo vertical que se cegaba después del sepelio. Entre el pozo y la cámara quedaba un angosto espacio, donde a falta de la estatua se colocaba un retrato del difunto, para que el alma encontrase el paradero del cuerpo.