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Cursa estudios en el Maryland Institute of Fine Arts. Entre 1936 y 1940 se traslada a Nueva York, y desde 1952 se instala en Washington. Allí entra en contacto con Clement Greenberg, un crítico de arte. Participa regularmente en exposiciones pero también destruye algunas de sus creaciones. Con Noland fundo la llamada escuela del Color Field Painting, inspirada en la obra de Pollock, Still, Newman y Motherwell. El plano pictórico y el espacio es una de sus preocupaciones fundamentales. En el caso de Louis su modo de aplicar la pintura consigue provocar el efecto de las veladuras.

Louis Pascal y Toulouse-Lautrec eran primos en segundo grado, habiendo compartiendo los mismos pupitres en el Lycée Fontane. Pascal era hijo del prefecto de La Gironda, trabajando como agente de seguros cuando los asuntos económicos de la familia empezaron a declinar, recibiendo incluso la ayuda de Lautrec. Este maravilloso retrato que contemplamos es uno de los más relacionados con Manet y la fotografía al situar al personaje en primer plano, como si se tratara de una instantánea, franqueando la puerta abierta. La silueta se recorta ante un fondo neutro, creando la profundidad espacial con las puertas del estudio. Una vez más destaca la precisión de la línea que organiza la composición, mientras el color ocupa un lugar secundario, aplicado con rapidez y vigorosidad. El rostro del personaje transmite su personalidad, presentándose con un cierto gesto de chulería y suficiencia una vez superados los apuros económicos. Lautrec también le hizo un retrato de espaldas.

Louis Pascal era primo de Toulouse-Lautrec en segundo grado, habiendo estudiado juntos en el Lycée Fontane. Ambos gozaban de su mutua compañía asistiendo habitualmente a los espectáculos juntos. El padre de Pascal era el prefecto de La Gironda, por lo que su situación económica era bastante saneada aunque más tarde pasaron ciertos apuros, debiendo trabajar Louis como agente de seguros, recibiendo incluso la ayuda de Lautrec en estos delicados momentos. Su amante, llamada Moute, también era del agrado de Henri lo que suponía un aliciente más para pasar largas jornadas con su primo. Esta imagen que contemplamos posiblemente sea un estudio preparatorio para el retrato que se guarda en Albi al aparecer Louis de espaldas, vistiendo elegantemente con su levita oscura y su sombrero de copa. Las líneas potentes organizan la composición mientras que el color se aplica de manera rápida; el espacio apenas está sugerido, dejando buena parte del cartón sin pintar.

Louis Reiset era uno de los amigos más cercanos de Ingres. El artista le retrató a él y a su familia. Cuando Madeleine Chapelle, esposa de Ingres, falleció, el artista se sumió en un período de inactividad. Louis Reiset le ofreció refugio y compañía en su casa de campo y probablemente fue su familia la que le aconsejó contraer nuevas nupcias con Delphine Ramel, pocos años después.El señor Reiset aparece en el retrato de Ingres con la elegante pose que caracteriza cualquier retrato del pintor. Su gesto altivo y determinado recuerda al espectador la profesión del modelo, que era capitán, antiguo teniente de dragones de la guardia imperial de Napoleón y oficial de la legión de honor. Vivió entre 1779 y 1852.

En la década de 1650 Ferdinand Bol se interesa por el Barroco Flamenco, tomando como referencia a Van Dyck para sus retratos. Su estilo se hace más colorista y clásico gracias a estos contactos como observamos en esta obra cuyo protagonista podría ser Louis Trip junior, miembro de una de las familias más importantes de Amsterdam relacionado con María Trip. El joven se presenta al aire libre, ante la balaustrada de un palacio, teniendo como fondo un paisaje. Su mirada se dirige al espectador en un tono ligeramente desafiante, reforzada por el gesto de la mano izquierda, apoyándose en jarras en la cintura y portando el sombrero. Los detalles del traje resultan muy atractivos, así como los bucles del cabello rubio o la mano derecha en escorzo, proyectándose hacia el espectador.

Es autor entre otras obras del edificio de la Intendencia, construido entre 1770 y 1778; y del Teatro de Burdeos, una de sus creaciones más célebres. Su edificación se llevó a cabo entre 1772 y 1780. Es digna de mención la rica decoración de su interior.

Morris Louis (1912-1962) era hijo de un emigrante ruso (Berstein era el apellido que suprimió) y su trayectoria artística tiene muchos puntos de contacto con los expresionistas abstractos. Trabajó en la WPA (Work Progress Administration) y con el muralista Siqueiros. Su entrada en el campo de la abstracción postpictórica la hizo de mano de K. Noland, a quien conoció en Washington a principios de los años cincuenta. Con él y con Greenberg visitó a Helen Frankenthaler y se sintió atraído por sus investigaciones, en especial a la vista de su cuadro Montañas y mar, de 1952 (colección particular). A partir de entonces Louis se dedicó a teñir los lienzos como la pintora, con capas de pintura acrílica muy diluida, y con esta técnica realizó la serie Veils (Velos) desde 1954 hasta 1960, colocando el lienzo debajo de una serie de velos de pintura. Más adelante, aunque sin abandonar esta técnica, se interesó por aspectos más constructivos, dejó chorrear colores puros por el lienzo formando bandas verticales (la serie Columnas), que ocupan un espacio pequeño y dejan la mayor parte del lienzo vacío; pero a diferencia de Pollock, los chorreos de Louis están controlados por él, no es el azar el responsable. En otras ocasiones las bandas van de los extremos al centro, se sitúan en diagonal en las esquinas, como en los Unfurled (Despliegues) de los años sesenta, pero dejando el centro vacío. Estas Franjas, como Beta Lambda, de 1960 (Nueva York, MOMA), aunque por su forma irregular recuerdan todavía las raíces expresionistas de Louis, pertenecen ya decididamente al campo de la abstracción pospictórica que practica la nueva generación.Kenneth Noland (1924) venía de la escuela de Joseph Albers en el Black Mountain College de Carolina. En busca de la máxima objetividad, Noland organiza sus cuadros en una geometría estricta y fría: series de líneas paralelas, círculos concéntricos, ángulos... con colores elegidos no por razones emocionales sino por las relaciones que se establecen entre ellos, como Albers, aunque a Noland le interesa el efecto dinámico que producen. Por otra parte, el deseo de desenmascarar la pintura y prescindir de todo lo que sea ficticio le lleva a impregnar (no a dar pinceladas) toda la tela de un color, consiguiendo así campos de color. Como ha escrito Greenberg "Impregnado de pintura en lugar de estar cubierto por ella, el propio lienzo se convierte en pintura, en color, como una tela teñida. La trama y el tejido están en el color". Noland, después de las dianas, corta lienzos que siguen la forma de las líneas trazadas en ellos: rombos, espigas..., o dispone bandas de color en grandes lienzos horizontales.

A pesar de mostrarse en un primer momento contrario a que el joven Cézanne siguiese la carrera artística, su padre será uno de los primeros modelos que posó para el futuro maestro. La familia de Louis-Auguste Cézanne era originaria de Italia. Se dedicó en un primer momento a la venta de sombreros junto a dos socios y posteriormente se embarcó en el negocio de la banca junto a su cajero Cabassol. La "Banque Cézanne et Cabassol" será un tremendo éxito y monsieur Cézanne escalará importantes peldaños en la sociedad de Aix, aunque nunca fue admitido entre los aristócratas de la zona por ser un nuevo rico. En la fábrica de sombreros conocerá a su futura esposa, Anne-Elisabeth-Honorine Aubert, con quien tendrá dos hijos -Paul y Marie- antes de contraer matrimonio. Las primeras obras del joven artista vendrán determinadas por la abundancia de tonalidades oscuras y la pincelada arremolinada empleada, frecuentemente debida al empleo de la espátula para aplicar el color. El padre del artista aparece leyendo el periódico, sentado en una silla y representado de perfil. La figura se recorta ante un fondo neutro, estableciendo la perspectiva gracias al entramado de líneas que se aprecia en el suelo, perspectiva tradicional del Renacimiento que el joven pintor contemplaría en el Louvre. La atenta mirada de monsieur Cézanne será uno de los puntos de referencia de la tela, apreciándose la ausencia de detalles tanto en los ropajes como en los escasos elementos complementarios, en contraste con el estilo neoclásico representado por Ingres, el oficial en ese momento.