La construcción de la iglesia parroquial de San Lorenzo se remonta al siglo XVI. De estilo barroco, se levanta sobre una sola nave, rematada con un crucero de estilo barroco. Son dignos de mención los retablos que alberga en su interior, ejecutados entre los siglos XVI y XVII. Y, en concreto, hay que destacar su retablo mayor del siglo XVII, con una bella talla de la Piedad que muestra la maestría de los talladores palentinos de finales del XV.
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monumento
Los orígenes de este templo debemos buscarlos en el siglo XV, como buena parte de las fundaciones religiosas de Sevilla. Las primeras obras siguieron la estética mudéjar de esta época pero en el siglo XVIII el templo fue reformado, otorgando al edificio un característico aire barroco. La parroquia tiene dos portadas. La más antigua es ojival y forma parte de la estructura de la torre, levantada en el siglo XV y completada con el campanario en 1757. La otra fachada es posterior y en ella se contempla una hornacina que contiene la imagen del santo titular y una parrilla, símbolo de su martirio. La iglesia consta de cinco naves cubiertas con artesonados de madera, rematadas por otras tantas capillas construidas por Andrés de Oviedo en 1615. Juan Martínez Montañés es el responsable de la ejecución del Retablo Mayor. Pacheco será el artífice de la pintura del Sagrario, así como del retablo de la Capilla de la Concepción. La Virgen de la Soledad, cuya Hermandad tiene en este templo su sede, se conserva en una pequeña capillita a lo pies de la iglesia, al igual que originalmente el Jesús del Gran Poder hasta la construcción en 1965 de la Basílica adyacente.
monumento
Los orígenes de este templo se remontan a época musulmana ya que aquí se levantaba una mezquita, conservándose de este periodo el mihrab, ubicado en la zona baja de la torre, destacando sus arcos de herradura. En el año 1085 dejó de funcionar como mezquita y en 1121 aparece por vez primera mencionada como parroquia dedicada a san Lorenzo. En el siglo XVIII fue reformada intensamente, pero un incendio en 1936 dejó el templo en estado ruinoso, conservándose sólo los muros y la torre.
obra
Los orígenes de este templo dedicado al patrono de los pintores se remontan al siglo VII, a época visigoda, siendo reconstruido en estilo mozárabe siglos más tarde.
obra
La torre de la iglesia de San Lucas fue construida en estilo mudéjar, en sintonía con la mayoría de las torres eclesiásticas toledanas.
monumento
Los orígenes de este templo dedicado al patrono de los pintores se remontan al siglo VII, a época visigoda, siendo reconstruido en estilo mozárabe siglos más tarde. Cuenta la leyenda que en esta iglesia se enterró a la mora Zahira, amante del caballero Rodrigo, capitán de las tropas de Alfonso VI, reconquistador de la ciudad de Toledo. Rodrigo, en una de sus patrullas por la ciudad, conoció a Zahira, mora que quería convertirse al cristianismo. Tras varias citas nocturnas decidieron fugarse de Toledo, bautizar a Zahira con el nombre de Casilda y contraer matrimonio. Cuando llevaron a cabo la fuga, y una vez abandonada la ciudad, una patrulla árabe les dio el alto y los amantes, viendo el peligro, emprendieron la huida. Sin embargo, Zahira fue alcanzada y asesinada, y Rodrigo, para cumplir el sueño de su amada de convertirse al cristianismo, la bautizó y enterró en la iglesia mozárabe de San Lucas. La iglesia presenta planta irregular, con tres naves rematadas por tres ábsides en la cabecera. La separación de las naves se realiza a través de pilares de ladrillo, que sostienen arcos de herradura de estilo califal. Un armazón de madera cubre la nave central, mientras que las laterales conservan un cielo raso. A lo largo del tiempo se realizaron añadidos y reformas. Entre éstas destaca la torre, de evidente estilo mudéjar, y unas pinturas murales de época gótica. El templo tiene dos accesos: una puerta a los pies y otra en la fachada norte, donde se haya la torre. El conjunto eclesiástico se completa con un jardín, que era utilizado como cementerio parroquial.
obra
Esta obra, construida por Leonardo de Figueroa, se pone en relación con alguna de las personalidades artísticas del Colegio Romano ya que la concepción planimétrica y distributiva del espacio central en cruz griega, con su domo imponente, se acompaña con ejes diagonales que se proyectan en sistema cruzado, encuadrados y reforzados por pareadas columnas salomónicas.
museo
Roma fue la capital oficiosa del mundo europeo durante varios siglos. Por esa razón, existían allí importantes colonias extranjeras, como la española, la francesa, la flamenca, etc. Cada comunidad poseía sus propias instituciones y la iglesia de San Luis de los Franceses representaba el lugar de oración para la colonia francesa. Está dedicada nada menos que a San Luis, rey de Francia, para mayor representatividad. Roma se preocupaba de honrar los monumentos de los extranjeros, que frecuentemente simbolizaban lo que hoy día las embajadas. Por esta razón, en la iglesia trabajaron los mejores artistas de Roma: la fachada es del arquitecto renacentista Giacomo della Porta. El interior lo adornaron pintores de la talla de Caravaggio, Bassano, Domenichino y Guido Reni. Entre las tumbas que se encuentran en el interior del templo destaca la de Claudio de Lorena.
monumento
<p>Los proyectos de reconstrucción de la pequeña iglesia adquirida por la colonia francesa en 1478 datan del reinado de Francisco I. Se había previsto ya construir un edificio redondo del que se aprovecharon algunos fragmentos como las salamandras (emblemas del rey) en la parte inferior de la fachada. Posteriormente los planos se modificaron y durante el siglo XVI, varios arquitectos se sucedieron para construir la iglesia que fue terminada en torno a 1589. Se cree que la sobria fachada de la iglesia es obra de Domenico Fontana, Entre 1756 y 1764 el interior se decoró de nuevo, en la bóveda se pintó La Apoteosis de San Luis y en el Altar Mayor la Asunción, realizada por Bassano. En la Capilla Contarelli, situada al fondo a la izquierda, donde se conservan tres de las obras más destacadas de Caravaggio: La vocación de San Mateo; el Martirio de San Mateo y San Mateo y el ángel. En esta iglesia podemos contemplar también los frescos de Vida de Santa Cecilia por El Domenichino, el monumento a Pauline de Beaumont y algunas célebres tumbas como la del pintor Claudio de Lorena.</p>