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Aunque iniciada su reconstrucción en 1737, las obras no se le encargan a Fischer hasta 1748. Aprovecha los proyectos anteriores en un claro ejemplo de su capacidad de adaptación. En este caso el poder del abad y la importancia del monasterio exigían una mayor monumentalidad y así da al conjunto un aire grandioso que no aparece en otras obras suyas, convirtiéndose en el trabajo que mejor resume las tendencias barrocas. Fischer contó además, para conseguir su propósito, con la inestimable ayuda de escultores, pintores y estuquistas.
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Aunque iniciada su reconstrucción en 1737, las obras no se le encargan a Johan-Emmanuel Fischer hasta 1748. Aprovecha los proyectos anteriores en un claro ejemplo de su capacidad de adaptación. En este caso el poder del abad y la importancia del monasterio exigían una mayor monumentalidad y así da al conjunto un aire grandioso que no aparece en otras obras suyas, convirtiéndose en el trabajo que mejor resume las tendencias barrocas. Fischer contó además, para conseguir su propósito, con la inestimable ayuda de escultores, pintores y estuquistas.
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Cosmas Damián y Egid Quirin, el primero pintor y el segundo escultor, habían ido a Roma en 1711 y allí se empaparon del arte de Bernini, pero más que en su faceta de arquitecto, en la de escultor y, sobre todo, de escenógrafo. Frente al resto de los artistas bávaros, estos hermanos se mantuvieron alejados del espíritu del rococó. El altar mayor de Weltenburgo, con sus focos de luz ocultos y sus violentos contrastes o con la teatral figura de San Jorge dirigiéndose a los fieles, no es otra cosa que una fiel respuesta en Baviera a la retórica romana. La nave de la iglesia recuerda San Andrés en el Quirinal de Bernini y se concibe como una sala de teatro.
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Arquitecto prolífico, entre iglesias y monasterios cuenta más de cincuenta, se formó en la corporación muniquesa de albañiles. Flexibiliza su estilo, adaptándose en cada caso a la clientela y a sus recursos. En esta iglesia intenta una interpretación rococó de la iglesia de Vorarlberg, curvando las tribunas para imprimir una sensación de mayor dinamismo espacial.