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contexto
La conquista iberoamericana se realizó fundamentalmente en el escenario de la América agrícola. Si superpusiéramos un mapa de Iberoamérica sobre otro de la agricultura prehispánica en el Continente, veríamos que coinciden en su mayor parte. La razón de esto estriba en que los españoles no estaban interesados en la tierra, como hemos dicho, sino en los indios que podían trabajar para ellos. Las grandes concentraciones demográficas amerindias coincidían naturalmente con las zonas de agricultura intensiva, que producía excedentes alimenticios capaces de sostener el desarrollo urbano. Las tierras no agrícolas sólo fueron ocupadas cuando contenían metales preciosos, como ocurrió en el norte de México y en el Alto Perú. En las tierras áridas se efectuaban penetraciones en busca de riquezas y se abandonaban tan pronto como se comprobaba su pobreza y escasez de indios. La acción conquistadora hay que dividirla en insular y continental. En la primera, se practicó la técnica de barrido. Desde un punto de la isla se iba penetrando hacia el interior, terminando por dominar todo el ámbito insular. Es la técnica de la frontera, que luego emplearán otros europeos en sus conquistas, principalmente los ingleses. Su consecuencia más grave era la desaparición de la población aborigen. Los españoles emplearon en el continente una fórmula diferente, que fue la incursión hacia los centros neurálgicos indígenas. Las huestes abandonaban la costa y se internaban, guiándose por los informes de los indios, hasta las claves de riqueza o poder, donde se libraban las acciones más notables. Desde éstas se efectuaban luego entradas hacia otros centros secundarios, resultando así la sumisión de un extenso territorio con muy pocos conquistadores. El concepto de frontera carece aquí de significado, pues verdaderamente toda la tierra conquistada era frontera, salvo el pequeño núcleo donde se instalaba una fundación. La conquista semeja, así, una inmensa tela de lunares donde éstos representan las claves dominadas. Esto va a tener enormes repercusiones en la posterior colonización, como veremos. El esquema de la acción conquistadora es simple, pues se hizo por lo regular desde unas plataformas de apoyo en América. En síntesis fue el siguiente: 1. Conquistada la isla Española se emprendieron desde ella las acciones de Puerto Rico (1508), Jamaica (1508) y Cuba (1511). 2. Desde La Española se realizó el asalto a Tierra Firme. Se asentó Santa María la Antigua del Darién (1510), que sirvió de base para la conquista de Castilla del Oro, territorio que corresponde a lo que hoy es Panamá. 3. Desde Cuba se puso en marcha, en 1519, la conquista de México, que culminó tres años después con la toma de Tenochtitlan. Paralelamente, desde Panamá se inició una acción expansiva hacia el norte para ocupar Nicaragua (1522). 4. Desde México se realizó la penetración hacia el sur, en 1523, con la conquista de Guatemala y las expediciones hacia Honduras y Nicaragua. En este último territorio se encontraron mexicanos y panameños, surgiendo algunas disputas jurisdiccionales. 5. Desde la Española se lanzó una ofensiva para conquistar Tierra Firme, en 1526. Ese año se funda Santa Marta, seguido al siguiente por Coro y posteriormente por Cartagena (1530). 5. En 1527 Francisco Montejo, venido de España, emprendió la conquista de Yucatán, que continuaron su hijo Francisco Montejo el Mozo y su sobrino Francisco Montejo, durante el período 1529-35, y concluyeron en 1535-45. 6. Desde Panamá salió Francisco Pizarro a conquistar el Perú, territorio que había empezado a descubrir desde 1524 y que dominó en 1532. 7. Desde el Perú Benalcázar penetró en Quito, en 1534, coincidiendo allí con Alvarado, que llegó procedente de Guatemala y con Diego de Almagro que venía de Cuzco. 8. Desde el Perú Diego de Almagro invadió Chile, en 1535, en un intento frustrado. 9. Desde España don Pedro de Mendoza emprendió, en 1535, la conquista del Río de la Plata. Desde Buenos Aires, fundado en 1536, se penetró hacia el Paraguay en 1537. 10. Desde Santa Marta emprendió Gonzalo Jiménez de Quesada, en 1536, la expedición hacia el Nuevo Reino de Granada, que conquistó tres años después, coincidiendo en Bogotá con Nicolás de Federman, que venía desde Coro y con Benalcázar, que procedía de Quito. 11. Desde el Perú partió Pedro de Valdivia hacia Chile, en 1540, iniciando su verdadera conquista dos años después. 12. Desde el Perú (Potosí) salió, en 1549, la expedición mandada por Juan Núñez de Prado para dominar la gobernación de Tucumán, lo que originó problemas jurisdiccionales con Chile. Después de mediar el siglo XVI, quedaron sólo cinco conquistas importantes: Nueva Vizcaya (1554), Costa Rica (1560), Filipinas (1564), Florida (San Agustín) (1565) y Nuevo México (1598). En cuanto al capítulo de conquistas frustradas es abundante. Destacan, en primer lugar, las emprendidas en el territorio actual norteamericano: Vázquez de Ayllón en Chicora (Carolina); Pánfilo de Narváez en la Florida, de la que resultó la expedición de Cabeza de Vaca y sus compañeros por Texas y Coahuila; Francisco Vázquez de Coronado en Nuevo México; y Hernando de Soto al Mississippi. Fracasaron, asimismo, la de la Guayana con Ordás (1530) y Dortal -aunque quedó la gobernación de Trinidad- que proseguiría luego con escaso éxito Berrío (sólo se logró hacer un establecimiento en Santo Tomé de la Guayana); la de Patagonia, intentada en 1535 por Simón de Alcazaba y en la que igualmente se estrellaron otros conquistadores; y la del País de la Canela (alta Amazonía), que emprendió Gonzalo Pizarro desde Quito (1540), de la que quedó el descubrimiento del río Amazonas por Orellana. La lentísima conquista de Brasil con el régimen de las capitanías apenas dejó los asentamientos costeros de Pernambuco y San Vicente.
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El arquitecto románico concentrará toda la decoración del templo en las portadas, los capiteles del interior y del exterior, y en las cornisas o aleros. La puerta es concebida como una serie de arcos decrecientes y progresivamente rehundidos que se denominan arquivoltas, dotando a la puerta de aspecto abocinado. El arco de la puerta se decora con un tímpano y si la puerta es ancha, es reforzada por un dintel y una columna central denominada parteluz. El escultor no duda en adosar figuras a las jambas y a los capiteles e incluso a las arquivoltas. Una de las portadas más características del Románico es la de la antigua iglesia abacial de Saint-Pierre en Moissac. En el tímpano se representa la visión del "Apocalipsis" de San Juan; el centro está ocupado por Jesucristo en majestad, rodeado de los cuatro símbolos de los Evangelistas -el águila de san Juan, el león de san Marcos, el toro de san Lucas y el ángel de san Mateo- flanqueados por dos ángeles que sostienen pergaminos de papel, aludiendo al Juicio Final. Los veinticuatro ancianos ocupan el resto del espacio, los de la franja inferior bajo el mar de cristal. El dintel está decorado por ruedas de fuego que simbolizan el fuego infernal del Apocalipsis. Las dos jambas en las que reposa el conjunto tienen un perfil dentado formando olas, apareciendo las estatuas en relieve de San Pedro e Isaías. En el parteluz observamos tres parejas de leones rampantes, dispuestos transversalmente, que sujetan el dintel. Algunos expertos los relacionan con Cristo pero también podrían aludir al mal.
acepcion
Recipiente heleno con forma troncocónica invertida, con dos asas a la altura del borde.
Personaje
Militar
Político
Miembro de una familia humilde, se inició como contable en la casa comercial Barretta, siendo designado como asentador de víveres del ejército napolitano en 1742. La eficacia demostrada por Leopoldo de Gregorio llegaría a oídos del rey Carlos que le nombró administrador general de las aduanas del reino de Nápoles, ascendiendo en 1753 a la Secretaría de Hacienda. Los éxitos cosechados motivaron su nombramiento como marqués de Esquilache en 1755. También se ocupó de las Secretarías de Guerra y Marina, lo que motivó el descontento de un amplio grupo de cortesanos encabezado por el ministro Tanucci. Desde sus elevados cargos puso en marcha un importante plan de reformas financieras y militares. El nombramiento de Carlos III como rey de España motivó que Esquilache formara parte del grupo de administradores italianos que también pasaron a la península Ibérica. Fue nombrado secretario de Hacienda para desempeñar también la secretaría de Guerra. Esquilache gozaba del amplio favor real y puso en marcha un importante plan de reformas que no contó con el apoyo popular ya que veían en él a un extranjero mientras que acusaban a su esposa de la venta de empleos públicos. La fundación de montepíos para viudas y huérfanos militares, la creación de las loterías, la edificación de los edificios de correos y aduanas en la corte de Madrid y el alumbrado nocturno de la capital serán algunos de sus logros más destacables. Pero un discutido bando publicado en marzo de 1766 provocó un motín en la corte entre los días 23 y 27, llegando los amotinados a saquear la casa del ministro. Esquilache abandonó la ciudad, dirigiéndose primero a Cartagena y después a Sicilia, siendo nombrado en 1772 embajador de España en Venecia, falleciendo en esta ciudad el 15 de octubre de 1875.
obra
A principios de 1861 Monet fue enviado a la legión africana de Argelia por un periodo de siete años para hacer el servicio militar. Antes de su partida realizó una serie de naturalezas muertas siguiendo la línea realista de Courbet. En esta imagen que contemplamos el joven Monet nos presenta una esquina de su estudio en la que podemos apreciar una mesa cubierta de elementos entre los que destaca la caja de óleos y la paleta del artista, diversos libros y un catalejo mientras en la pared cuelgan una espada, una pistola y un lienzo con un paisaje. Una elegante alfombra de tonalidades rojas en sintonía con la pared pintada en tonos verdes completa la composición. Podemos apreciar el interés hacia la perspectiva del maestro al colocar la mesa en diagonal y disponer los diferentes objetos en profundidad, cerrando el espacio con la floreada pared. Las tonalidades oscuros dominan el conjunto, en sintonía con la escuela española del Barroco que tanto admiraban los artistas del momento, especialmente Manet.