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termino
acepcion
Así se designaba al mundo subterráneo que recorría el fallecido en su viaje al Más Allá.
Personaje Político
Hijo de militantes comunistas, vive su niñez en la URSS. En 1939 se afilia al partido, entonces en la clandestinidad. A partir del fin de la guerra se convierte en eficiente y gris burócrata del aparato, pero su carrera se revelará meteóricamente, hasta que en 1968 sustituya al hasta entonces inamovible Novotny a la cabeza del partido. En los primeros meses de aquel año pasa a representar el espíritu renovador que será conocido como la Primavera de Praga, una breve ilusión truncada por la invasión soviética. Tras varios años de ostracismo, la revolución de terciopelo de noviembre de 1989 le devuelve a la vida pública, para ocupar el cargo de presidente del Partido checoslovaco. Símbolo de la unidad de la patria y de la recuperación de la democracia.
Personaje Arquitecto
No son muchos los datos que tenemos del arquitecto decimonónico Alfonso Dube, interesado por los nuevos materiales de la época, como el hierro y el vidrio, tal y como podemos observar en su obra maestra: el Mercado de San Miguel de Madrid.
Personaje Científico
Completó sus estudios sobre Medicina en la Universidad de Ámsterdam, en la que además ejerció la docencia en las áreas de Anatomía (1886) y Geología y Paleontología (1895). Influenciado por Rudolf Virchow, viajó en 1887 en busca del "eslabón perdido", un homínido que, bajo los presupuestos de Darwin, haría entroncar al mono con el hombre, sirviendo de transición en el proceso evolutivo. Así, se enroló como médico militar y viajó a las colonias holandesas en Indonesia, excavando en Java y Sumatra. Fruto de sus investigaciones fue el descubrimiento en 1881, en Trinil (Java), de un molar y una bóveda craneal. Un año más tarde halló el fémur de un primate primitivo. Determino que los restos pertenecían a una especie de antepasados del hombre, que denominó "Pithecantropus erectus", es decir, hombre-mono que anda erguido. La publicación en 1894 de sus hallazgos provocó una agria polémica, pues sus investigaciones fueron cuestionadas. En consecuencia, rechazó dar a conocer sus fósiles y permitir su estudio por parte de otros científicos, situación que se prolongó durante varios años. Los nuevos hallazgos que se fueron sucediendo en lugares como China o Java confirmó la veracidad de su tesis, si bien ya Dubois se mostraba escéptico con respecto a sus conclusiones iniciales. En este momento, sostenía que los restos que había hallado pertenecían a un gibón. La investigación paleontológica posterior ha admitido el hallazgo de Dubois bajo el nombre de Homo Erectus. Se ha determinado que es una especie del género homo, si bien pertenece a una especie distinta. El homo erectus, se piensa, tiene una antigüedad de 1,5 y 0,5 millones de años, habiéndosele adjudicado un lugar intermedio entre el "homo hábilis" y el "homo sapiens". Investigaciones recientes, como los hallazgos de Atapuerca (Burgos, España), permiten completar y rectificar en algunos extremos este esquema de la evolución humana.
contexto
Un papel de primer orden juega también la materia en la obra de Jean Dubuffet (1901-1985), aunque la figuración ocupa un lugar más importante en él que en Fautrier. Las texturas van siendo cada vez más importantes, desde Cuerpos de Dama, una serie que inicia en 1950. En ella juega ya desde el título con la materialidad de la carne -cuerpo- y la espiritualidad que implica ese apelativo superior al de mujer, dama; los protagonistas son cuerpos femeninos, hechos a base de una mezcla espesa y bruta de materiales (pastas, gravas...), sobre la que araña con torpeza y violencia, como se hacen las pintadas callejeras, los rasgos que constituyen el cuerpo, que aparece como paisaje o como carne aplastada en la tabla de un carnicero, sin nada que ver con el desnudo tradicional. Como nada tiene que ver con la tradición el medio centenar de retratos de amigos escritores y poetas que pinta en los años cuarenta y que sólo con una idea muy abierta del retrato podían considerar como tales. Seres surgidos de la incisión sobre una pasta uniforme de alquitrán muchas veces, hechos de memoria, de los que Mandiargues ha escrito: "Incisos con la punta de un clavo en un yeso coloreado, éstos son los mejores retratos de los tiempos modernos". En estrecho contacto con los intelectuales de su momento, desde Fautrier a quien conoció en 1943, Dubufet se sentía y se declaraba con entusiasmo existencialista. Para él la pintura era "el modo de expresión que mejor puede transcribir la filosofía sin empobrecerla".A finales de los años cincuenta, Dubuffet prescinde de la figura humana y hace hincapié en la superficie, en la materia concreta y visible (colas, yesos, papier maché...), cada vez más física y es ya directamente la tabla del carnicero lo que ofrece en sus cuadros, Mesas desnudas, Mesas-paisaje..., para llegar a prescindir de la idea de mesa o paisaje y quedarse sólo con la materia en las Materiologías o Texturologías, que se han definido como "verdaderos desiertos de formas destruidas", muros viejos y cubiertos de lepra.Dubuffet se dedicó a la pintura con cuarenta años, en 1942, y su postura -manifiesta también en sus escritos, como el "Prospectus aux amateurs en tous genres", de 1946- está abiertamente en contra del Arte con mayúsculas, a la idea del arte como patrimonio cultural de las elites, y del artista como un elegido. "En la obra, decía, se debe sentir al hombre y no al artista, el hombre en sus debilidades, sus torpezas, sus luchas, sus sufrimientos, su paciencia, su negligencia, su prisa". Y en otro lugar escribía: "Un arte sensato ¡qué idea más tonta! El arte está hecho de borrachera y locura". En consecuencia el interés de Dubuffet va a las manifestaciones consideradas marginales, o primitivas: el arte de los locos -que conoció y compró en Suiza-, de los niños, de los primitivos -históricos o contemporáneos, es decir los grafitti urbanos, que Brassal fotografiaba-, lo que él llama Art Brut (arte bruto), sin contaminar por ideas o por intereses artísticos. Reivindica la torpeza en la ejecución, como garantía de espontaneidad y frescura; considera válidos todos los materiales y está convencido de que en cualquier lugar y en cualquier momento puede aparecer un artista.Dubuffet, muy cargado de cultura, desmitifica sin embargo el arte, la actividad y la figura del artista; niega que haya algo sublime en el arte. Su obra resulta un ataque a las ideas establecidas, al buen gusto, a las imágenes convencionales, a los críticos, que pretenden clasificar lo inclasificable y a los museos por los que siente un profundo desprecio. Los títulos de sus exposiciones son igualmente significativos de su paradójica postura antiartística -Mirobolus Macadam et Cie -Hautes Pâtes (Mirobolus Macadam y Compañía -Asfaltos) en 1946- y su labor desmitificadora de la pintura, que compara con la cocina y en concreto con la repostería -Portraits á Ressemblance extraits, á Ressemblance cuite et confite dans la Memoire, á Ressemblance éclaté dans la Memoire de M. Jean Dubuffet Peintre (Retratos sacados con parecido, con parecido cocido y confitado en la memoria, con parecido estallado en la memoria del señor Jean Dubuffet pintor), de 1947-, mientras afirmaba que el gesto esencial del pintor es untar.Vitalista y desmitificador como su amigo Queneau, Dubuffet, ha dicho Argan, es la cara cómica de la moneda existencialista, mientras Fautrier es la cara trágica. Bestia negra para los biempensantes, fue un ídolo para otros, sobre todo los intelectuales que rodeaban a Jean Paulhan.
Personaje Pintor
En 1925 se hizo cargo del negocio de vinos de su padre y, no se dedicará de lleno a la pintura hasta 1942. Los años después expone su obra en París y, los críticos califican su estilo como Art Brut; se trata de una pintura fruto del estudio de las experiencias personales de enfermos mentales y niños y, se desliga de la tradición artística y cultural en temas, técnicas y materiales. Es, pues, defensor activo del anti-arte y, funda su propia empresa en 1947 para promoverlo. Vinculado al dadaísmo y al expresionismo, aunque busca un lenguaje propio.
Personaje Literato
Trabajó en la imprenta de Aldo Manucio como corrector y luego se dedicó a la enseñanza de griego en Alcalá y Roma. En España, tenía pensado supervisar la Biblia Políglota Complutense por encargo del cardenal Cisneros, pero diversos problemas que se fueron planteando impidieron que concluyera el trabajo.
Personaje Pintor
De su formación inicial no se conserva ningún trabajo. La primera obra que se atribuye es la "Virgen de Crevole" de 1285 que conserva el Museo dell ' Opera del Duomo de Siena. En ella se aprecian los típicos rasgos de las imágenes enmarcadas en la tradición bizantina. A este año también corresponde la "Maestá" que realizó por encargo de la Compañía de cantores de Laudes de Santa María Novella de Florencia. Otra de las obras más conocidas, donde ya se advierte cierta evolución al conjugar la sensibilidad bizantina con el refinamiento gótico, es la Madonna Rucellai. En esta etapa algunas de sus creaciones se atribuyeron a Cimabue por ciertas similitudes en el estilo. De su extenso legado, sin duda, hay que destacar la Maestà, realizada entre 1308 y 1311. En la parte central de este retablo aparece la Virgen en el trono y alrededor un coro de ángeles, santos y apóstoles. Su reverso está dividido en 26 escenas que relatan la pasión de Cristo. En general, las figuras que pintan reducen su tamaño y gana protagonismo la naturaleza y la representación de los momentos cotidianos. Esta obra fue desmembrada y repartida por diferentes museos, aunque la mayor parte se conserve en el museo de la catedral de Siena. A lo largo de su trayectoria profesional, Ducccio también realizó diseños para las vidrieras de la catedral de Siena, inspirándose en vivencias de la Virgen. En estos dibujos se aprecia la influencia de Cimabue. Su producción religiosa se distingue por la elegancia y sensibilidad del dibujo, a lo que se suma su destreza a la hora de estructurar los elementos de la composición. La importancia de Duccio en la escuela sienesa en esta época es absoluta por sus aportaciones. Suavizó los contornos metálicos, al tiempo que resaltó los tonos de los esmaltes orientales. Su arte dejó huella en muchos creadores de la talla de Simone Martini, Ugolino de Neri o Segna di Bonaventura.