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obra
Tenemos ante nuestros ojos uno de los primeros ejemplos de estilo final de Caravaggio, llamado a veces "gran estilo". En él aparece una manera nueva de plasmar el espacio y distribuir la escena en su interior, acompañándose fielmente de los colores y la densidad atmosférica. Caravaggio ha evolucionado desde sus cuadros de pocas figuras, vistas en primer plano dentro de un espacio muy restringido, hacia un tipo de espacio amplio, con varias referencias arquitectónicas que ya no se pierden contra un fondo neutro de oscuridad. Los personajes poseen suficiente territorio propio para desenvolverse sin ahogo y parece que el aire puede circular entre ellos. Sin embargo, el pintor ha paralizado el aire y la luz, acompañando la lobreguez del tema. El color y la atmósfera se han vuelto totalmente densos y parecen caer como una losa sobre los personajes. La gama de color es muy limitada, la composición se limita a un plano... aunque el espacio es mayor, las restricciones se han ampliado a otros elementos. Es el único cuadro firmado de Caravaggio, quien estampa su nombre nada menos que en el charco de sangre que mana del cuello seccionado del Bautista. Es fácil explicarse este hecho dada la caída en desgracia del pintor tras su apresurada huida de Roma.
obra
San Juan Bautista fue degollado por expreso de deseo de Salomé, quien satisfacía así la venganza de Herodías, su madre. La bella Salomé bailó ante Herodes el Tretarca y tanto agradó al rey que éste prometió, bajo juramento, darle cuanto pidiese; la petición fue la cabeza del Bautista. San Juan fue sacado de la cárcel y degollado, momento que recoge la obra de Leonardo. La composición se divide en tres planos para otorgar efecto de profundidad: un primer plano con el verdugo y el santo -asumiendo éste su destino- ; un segundo plano con la figura de un anciano cautivo que parece seguir la misma suerte que el Bautista; y un tercer plano con dos figuras, identificada la femenina con Herodías portando un recipiente. Un fondo arquitectónico cierra la composición, sirviendo para recortar las figuras. La iluminación es potente, incidiendo sobre los dos protagonistas para modelar sus figuras, adecuadamente dibujadas. El colorido empleado y el efecto atmosférico que Leonardo intenta crear sugieren que la influencia de Velázquez está presente en esta escena, aunque quizá haya pecado de otorgar cierta teatralidad al conjunto. La fluidez en la pincelada y la elegancia de sus personajes le aproximan a Van Dyck, siendo Leonardo uno de los pintores más "modernos" de su tiempo, malogrado desgraciadamente por la locura, teniendo que ser internado en el Hospital de Zaragoza hacia 1648, falleciendo 8 años después.
obra
La gran aportación de Tintoretto a la pintura del Bajo Renacimiento es su admiración por el movimiento y los escorzos, tomando como punto de partida a Miguel Ángel y superándole al elaborar figurillas de cera y barro que copia contemplándolas desde abajo. Este gusto por lo dinámico, que más tarde heredará Rubens, se puede apreciar en esta sensacional Degollación de San Pablo donde el santo aparece arrodillado, de espaldas, dirigiendo su oración al cielo de donde desciende, entre nubes, un ángel con la corona de laurel y la palma del martirio. En primer plano está el verdugo, en pose muy violenta, retorciendo su cuerpo para hacer la mayor fuerza posible y degollar al apóstol; a sus pies hallamos la coraza que indica el pasado militar del santo, junto a su escudo y su casco. La imagen debe ser contemplada desde abajo, ofreciendo una perspectiva "de sotto in su" muy admirada por los artistas del Renacimiento. La luz anaranjada que envuelve al ángel se proyecta hacia las otras dos figuras y crea un atractivo contraste lumínico, especialmente en el verdugo. La línea se hace protagonista del lienzo al marcar las potentes anatomías de los dos personajes, sin olvidar el interés hacia el color con el que manifiesta sus posibilidades expresivas de admirable intensidad, tomadas por El Greco durante su estancia en la Ciudad de los Canales.
Personaje Político
Es conocido como el creador del movimiento Christus Rex, caracterizado por su autoritarismo y su oposición al parlamento. Fue partidario del bando nacionalista y apoyó a Franco durante la Guerra Civil española. En la Segunda Guerra Mundial mostró su apoyo al partido nazi y colaboró con los alemanes, lo que le valió la pena de muerte.
lugar
Lugar cercano a Tebas, Deir el-Bahari ("Convento del Norte") está situado, como todos los lugares de significación funeraria en el antiguo Egipto, al O del Nilo, frente a los monumentos de Luxor. En este lugar se hizo enterrar el rey Mentuhotep Nebhepetre, de la XI dinastía, impulsor del auge de Tebas. Deir el-Bahari fue elegido por ser la ciudad de la diosa Hathor. Cinco siglos después la reina Hashepsut ordenó construir allí su gran templo funerario, con una capilla dedicada a la diosa Hathor, y representa el esplendor artístico de la XVIII dinastía. En las cercanías de Deir el-Bahari se encuentran el Valle de los Reyes, el de las Reinas y varias localidades con tumbas de nobles, así como el poblado de artesanos de Deir el-Medina.
lugar
Se trata de un asentamiento ubicado entre el valle de los Reyes y el de las Reinas, en el que residían los artesanos encargados de la construcción de las tumbas. Núcleo amurallado, se calcula que pudieron habitar en él más de 1.000 personas, entre los años 1550 y 1070 a.C., ocupando unas 70 viviendas. Además de estas estructuras, fuera del poblado, en la roca de la montaña, excavaron tumbas y capillas en honor de sus dioses, entre los que se encontraban divinidades cuyo culto no estaba muy extendido, incluso de origen sirio-palestino, como Ashtarte, Reshep o Kadesh.
termino
acepcion
Doctrina teológica que se basa en la existencia de un Dios personal, creador del universo, aunque no implica que tenga responsabilidad alguna en la creación del universo, ni en su orden.
contexto
Pese a los indiscutibles triunfos de Belisario, la autoridad bizantina quedó limitada a la costa. Pronto se levantaron diversas fortificaciones frente a las guerrillas beréberes. El Aurés presentó batalla a los bizantinos y grandes tribus camelleras se enfrentaron a ellos tras abandonar el corredor tripolitano del Túnez meridional. Los bizantinos terminarían fomentando la desunión de los propios jefes indígenas, ansiosos de entrar en calidad de mercenarios en los ejércitos imperiales. Entretanto, el cristianismo iba expandiéndose entre diversas poblaciones del Fezzan, pese a que Justiniano a veces hubo de contener el fervor proselitista de la Iglesia africana. Los sucesores de Justiniano no supieron mantener su autoridad. Los régulos libios volverían a hostigar a Cartago, aún próspera en el siglo V, mientras que volvía a renacer el donatismo, al tiempo que hacia occidente, desde Tiaret a Volubilis, el cristianismo se independizaba del poder civil. Al sur del Tiaret emerge así un reino autónomo del que conocemos los mausoleos de sus príncipes -dyedar-, bárbaros cristianizados que configurarán un reino independiente que se extendía posiblemente desde el Moluya al Aurés, durante los siglos VI y VII. Quizá fundador del mismo fue un tal Masuna, al que una inscripción encontrada en Lamoriciére -508-, alude como rey de las tribus de Moros y de los Romanos. La irrupción de los árabes, portadores del Islam y de nuevas formas de civilización puso fin a tal estado de cosas. El patricio Gregorio sería derrotado en Sbeitla -en el centro de Túnez- en el 647. Sin embargo, los árabes se desentendieron al parecer de los terrenos conquistados y no volvieron a preocuparse de los mismos hasta casi medio siglo después, tras la toma de Cartago en el 698. Todavía seguía fuertemente vigente el cristianismo en el África Menor, sobre todo en Tripolitania y Kairuan, siendo utilizado el latín. Pero paulatinamente se impuso la decadencia con la muerte de los últimos prelados, no hablándose ya más que beréber o árabe. De esta forma África Menor, al revés de lo que ocurría en la Península Ibérica, terminó olvidando el legado de Roma para volcarse en el Islam, más elemental y de una trascendencia quizá más radical para sus prosélitos.