Por expreso deseo de Carlos III se construyó en Lérida una nueva catedral, ya que la antigua había sido arrasada durante la Guerra de Sucesión, siendo Pedro Martín Zermeño su autor siguiendo el estilo clasicista imperante en la época. Presenta tres naves a igual altura separadas por arcos de medio punto sustentados sobre capiteles corintios. Todo en su interior es simetría. El acceso a la portada principal se realiza por una escalinata que nos conduce a tres arquerías de medio punto cerradas con rejas de hierro, coronadas por el escudo de los Borbones.
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monumento
En 1491 el Cabildo de Salamanca plantea la construcción de un templo de mayores proporciones ya que la catedral románica era considerada "muy pequeña, escura y baxa". La construcción del templo se inició el 12 de mayo de 1513, decidiéndose que la nueva catedral fuera adosada a la vieja para, de esta manera, no interrumpir el culto. La catedral fue consagrada el día 10 de agosto de 1733.Las primeras trazas del edificio fueron dadas por Antón Egas y Alonso Rodríguez pero será Juan Gil de Hontañón el encargado de poner en marcha el proyecto, continuado por su hijo Rodrigo. Presenta planta de cruz latina inscrita en un rectángulo de 100 por 50 metros, tres naves y capillas entre los contrafuertes. La bóveda alcanza una altura de 64 metros. La altura total de la torre de campanas es de 92 metros. En la catedral salmantina, como en otros edificios atribuibles a los Gil de Hontañón, el sistema estructural gótico consigue generar unos espacios más diáfanos y monumentales, en los que se atiende por igual a las necesidades funcionales de este tipo de edificios tradicionales y a una nueva concepción espacial más acorde con los planteamientos humanistas.
obra
Uno de los aspectos más polémicos de la arquitectura española del siglo XVI es la construcción de grandes catedrales donde se pone de manifiesto la dialéctica entre tradición y modernidad. Rodrigo Gil orientó gran parte de su actividad a este tipo de construcciones en las que actualizó, en clave renovadora, las enseñanzas aprendidas de su padre Juan Gil. En la catedral salmantina, como en otros edificios atribuibles a este arquitecto, el sistema estructural gótico consigue generar unos espacios más diáfanos y monumentales, en los que se atiende por igual a las necesidades funcionales de este tipo de edificios tradicionales y a una nueva concepción espacial más acorde con los planteamientos humanistas.