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Para sustituir al carro Tipo 89, que había ofrecido peores resultados durante la campaña de Manchuria, se iniciaron dos programas diferentes que preveían la realización de un medio acorazado de 10 t denominado Chi-ni y otro de 13,5 t designado Chi-ha Comenzaron en 1936 las pruebas evaluatorias de ambos prototipos que, como consecuencia del incremento inversor para hacer frente a las necesidades derivadas del estallido en 1937 del conflicto chino-japonés, dieron como resultado la elección del más avanzado, Tipo 97 Chi-ha. Este carro, considerado como uno de los mejores desarrollos japoneses, fue construido por la Mitsubishi en un importante número hasta finales de 1943, para satisfacer las necesidades bélicas de las divisiones blindadas. Sus características básicas eran una longitud de 5,56 m, una anchura de 2,33 m, una altura de 2,23 m y una distancia desde la parte inferior al suelo de 36 cm; el peso en orden de combate era de unas 15 t y su blindaje máximo era de 32 mm de plancha de acero en el frontal de la torreta, siendo las planchas frontales del casco de 25 mm y las laterales de 20. Su aparato propulsor estaba constituido por un motor Mitsubishi diesel de 12 cilindros, refrigerado por aire, capaz de rendir una potencia de 170 CV por su compresión de 17,8:1, conectado a una transmisión de cuatro velocidades hacia delante y una hacia atrás. Este movía un tren de rodaje con conjunto de ruedas múltiples -fue el primer vehículo japonés que adoptó este tipo de tren de rodaje-, conformado por seis ruedas en cada lado, la rueda propulsora y la tractora, tres rodillos de apoyo y las cadenas metálicas de 95 eslabones, que transmitían una presión de 0,53 kg/cm2. La suspensión incluía muelles helicoidales conectados con la primera y última ruedas, y el resto actuaba por parejas. Sus características y potencia le posibilitaban obtener una velocidad máxima de 38 km en carretera y una autonomía de 210 km, derivada de su reserva de combustible de 200 litros situada en dos depósitos auxiliares. Contaba con una capacidad para superar pendientes del 57%, obstáculos verticales de 1 m de altura y zanjas de unos 2 m de anchura. La tripulación inicial fue de cuatro hombres, aumentado a cinco en versiones posteriores. Estos se encargaban de gestionar el armamento, que incluía un cañón de 57 mm y dos ametralladoras de 7,7 mm, ubicados en una torreta troncocónica con un anillo muy amplio que, en 1941, posibilitó la sustitución de la pieza principal por otra de 47 mm, capaz de disparar sus proyectiles de 1,5 kg a una velocidad inicial de 2.700 pies por segundo. Constituía su capacidad de fuego una reserva de 104 proyectiles de 47 mm y dos millares y medio de cartuchos para las ametralladoras, una de las cuales estaba situada en la parte delantera del casco y otra en la parte trasera de la torreta, cubriendo la parte posterior. Este carro medio (probablemente el más eficaz utilizado por el Japón durante la Segunda Guerra Mundial), fue presentado al Ejército en 1937 y entró rápidamente en producción y actividad bélica (en China). Aunque era relativamente lento, su autonomía y su maniobrabilidad en terrenos difíciles le convirtió en un arma temible en Malasia, Birmania e Indias Holandesas.
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En su afán de mostrar la vida campesina durante sus primeros años no faltan referencias animalísticas como el Ternero recién nacido o este buey tirando del carro. Cualquier asunto es interesante para un joven artista que está en pleno delirio creador y que manifiesta una sensibilidad apasionante ante todo lo que le rodea. El animal domina el espacio ocupando la mayor superficie del lienzo; la ejecución rápida y empastada demuestran el mayor interés de Vincent por el color ante el dibujo, aunque éste sea su asignatura pendiente.
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Estos carros, también conocidos como caballos-trompeta, son uno de los primeros temas figurativos que aparecen en la cerámica geométrica. Han aparecido en grandes cantidades en tumbas infantiles, en este caso en la necrópolis del Cerámico de Atenas. Las ruedas, unidas por un eje son giratorias y el juguete contaba con una cuerda para tirar de ella.
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Una misma idea es la que inspiró a Leonardo para diseñar estos dos carros de combate. Se trata de una estructura giratoria y móvil, basaba en engranajes, que al ser arrastrada por los caballos, daría vueltas balanceando las mazas en el caso superior, y las clavas en el caso inferior.Por otro lado tenemos dos diseños para los guerreros del ejército milanés, para quienes se trabajaban estos ingenios. En el caso de los arqueros, Leonardo ha planteado un arco protegido con un escudo de madera, por cuyo centro saldría disparada la flecha. No parece haber pensado en la visibilidad del arquero, o al menos ningún elemento nos da pista sobre este problema.Bajo el arquero tenemos la figura de un caballero. El papel de la caballería en la batalla era crucial, puesto que era la primera línea de combate directo, tras la acción de los arqueros y antes del cuerpo a cuerpo de la infantería. Además su movilidad los convertía en armas extraordinarias. Leonardo sentía curiosidad por la manera de aumentar la potencia de las armas existentes, como podemos ver en los Cañones y Ballestas gigantes que diseñó. En esta ocasión, lo que ha pensado es en armar al caballo con dos lanzas adicionales que abran paso como un espolón en ayuda del caballero.
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Comenzado a desarrollar a principios de la década de los 30, del KE-GO llegaron a fabricarse más de 1.100 unidades hasta 1943, año en que finalizó su periodo de construcción. Junto con el carro tipo 94, participó en operaciones de combate en Malasia y el Pacífico. Se trataba en definitiva de un típico proyecto japonés de carro ligero, con escaso blindaje e incómodo para su tripulación, lo que le restaba maniobrabilidad. Además, el jefe del carro debía desempeñar sus labores de dirección al tiempo que manejaba el cañón. Aunque estos defectos no resultaron un inconveniente durante los combates en Manchuria, posteriormente, cuando hubo de enfrentarse a los carros norteamericanos, fueron definitivos. Los últimos modelos incrementaron la potencia del cañón, aunque en ningún caso se trató de una mejora decisiva. El KE-GO o tipo 95 fue además el modelo elegido como base para el carro anfibio Tipo 2 Ka-MI, muy usado en los primeros desembarcos en el Pacífico.