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Personaje Político
Cuando Luis II el Tartamudo falleció dejó la corona francesa en manos de sus dos hijos Luis y Carlomán, quienes compartirían el poder. Debido a su juventud, la autoridad real no estaba muy fortalecida. El conde Boson actuaba de manera casi autónoma y consiguió que seis arzobispos y diecinueve obispos le confirieran la autoridad bajo el pretexto de ser el verdadero defensor del reino. La usurpación de Boson provocó la rápida respuesta de la familia carolingia en defensa de sus miembros. Se realizó una reunión en Grondeville (junio de 880) a la que acudieron los soberanos de Francia, Carlos el Craso y un representante de Luis el Joven. Se organizó un ejército para luchar contra el usurpador. Boson se retiró al sudeste para formar el reino de Provenza. Una vez libre el reino de Francia del fantasma de la usurpación, Carlos el Craso quedaría como protector de los jóvenes monarcas, falleciendo al poco tiempo (5 de agosto de 882) Luis III. Carlomán quedaba como único rey de Francia y a pesar de sus 16 años debe de hacer frente a un peligroso enemigo: los normandos. Obtiene varias victorias que no son suficientes para controlar las hordas invasoras por lo que se alcanza un acuerdo económico, pagando un tributo a los normandos. Al poco tiempo de este acuerdo Carlomán fallecía de manera accidental (12 de diciembre de 884), dejando a Francia sin rey legítimo. La corona será para su hermanastro Carlos el Simple.
Personaje Arquitecto
En España intervino en la realización de edificios como el patio de La Calahorra de Granada, donde se convirtió en sucesor de Lorenzo Vázquez. Con esta obra introdujo en España la ornamentación lombarda, característica de los Aprile.
Personaje Político
Uno de los personajes más controvertidos del reinado de Felipe II es su propio hijo, el príncipe don Carlos. Su madre, María Manuela de Portugal falleció a los cuatro días del alumbramiento, que tuvo lugar el 8 de julio de 1845. El pequeño Carlos, como todos los príncipes e infantes de España, fue amamantado hasta los dos años, mordiendo los pezones de sus nodrizas, llegando tres de ellas a fallecer. Con siete años tuvo a su primer preceptor, Honorato Juan, quien consiguió que el joven se entusiasmara, durante breve tiempo, con sus lecciones. Con doce practicaba los deportes de moda y solía montar a caballo en ocasiones, lo que se distanció cada vez más porque se caía. De carácter enfermizo, don Carlos se traslada por recomendación médica a Alcalá de Henares. Los aires de la villa madrileña parecieron sentar bien al joven ya que se recuperó de las fiebres que padecía en los últimos dos años. En Alcalá ocurrió un suceso que casi acaba con su vida. Enamorado de una hija de la portera de palacio, una noche descendió las escaleras de servicio con tanto ímpetu que se trastabilló y cayó de cabeza. Las fiebres fueron muy altas, temiéndose lo peor y llegándose a realizar la trepanación. Sus mayores aficiones eran la comida y las juergas nocturnas. Durante una de estas juergas le cayó un jarro en la cabeza, ordenando a los guardias que quemasen la casa donde se había producido el incidente. Afortunadamente se consiguió convencer al príncipe de su error. Su crueldad a veces rayaba los límites, existiendo documentación que habla de indemnizaciones a algunos padres por las palizas que daba a sus hijos. A los 19 años ocupó una plaza en el Consejo de Estado debido a sus ansias de ocupar un cargo público. Pronto se pensó en casar al príncipe, eligiéndose varias candidatas y concretando en doña Anna de Austria, futura esposa de Felipe II. Pero la cuestión de la boda se dilataba cada vez más y don Carlos manifestaba mayores ansias de adquirir un territorio donde gobernar. Esa es la cuestión que se apunta como la culpable de la presunta traición que le llevó al encarcelamiento y la muerte. Se obsesionó con la huida a un país lejano y fue traicionado por don Juan de Austria, quien rebeló al rey los planes de don Carlos. El 18 de enero de 1568 don Carlos era encerrado en una torre del Alcázar de Madrid. Desde ese momento, el príncipe sólo concibió una idea: poner fin a su vida. Primero intentó hacer una especie de huelga de hambre que fue más tarde sustituida por una amplia ingesta de alimentos, acompañados de agua helada. Al tiempo que comía sin control, se paseaba descalzo y medio desnudo por la habitación. Esta actitud le provocaba la muerte a la una de la madrugada del 24 de julio de 1568. Con su fallecimiento se abría una página de la Leyenda Negra ya que los enemigos de Felipe II se aprestaron a acusarle de la muerte de su hijo, lanzando la calumnia de una relación entre el príncipe y doña Isabel de Valois, esposa del monarca.
derechos
obra
El Emperador Carlos de Gante, representado con los símbolos del poder y la corona imperial. Esta se halla sostenida por dos ángeles. Es obra de Simón Bening, y se conserva en el Instituto Valencia de don Juan de Madrid.