Una de las escenas bíblicas más representadas durante el Renacimiento y el Barroco es la de Susana y los viejos, ya que permitía a los artistas mostrar la anatomía desnuda del cuerpo de Susana sin preocuparse de las posibles persecuciones eclesiásticas. La historia recoge un pasaje del Antiguo Testamento: la joven Susana iba a darse un baño cuando fue sorprendida por dos ancianos que la hicieron proposiciones deshonestas; ella las rechazó pues estaba felizmente casada. Sin embargo, los viejos levantaron falso testimonio y acusaron a la joven de adulterio, castigado con la muerte según la ley judía. Daniel, seguro de su inocencia, defendió a la joven, consiguiendo demostrar la culpabilidad de los ancianos. Veronés recoge, como la mayor parte de los artistas, el momento en que Susana es sorprendida. La escena se desarrolla en el jardín de un palacio veneciano y los personajes visten a la moda veneciana. Y es que al maestro le gustaba trasladar las escenas a su mundo y representarlas como si estuviesen ocurriendo en aquel momento. De ahí la riqueza de las telas y el señorío de las figuras. El estilo de Veronés es típicamente veneciano, se interesa por el color y la luz, dando menor importancia al dibujo al emplear una pincelada rápida. La luz parece diluir los contornos, creando un efecto atmosférico en el que los venecianos serán grandes maestros.
Busqueda de contenidos
obra
Esta composición pintada por Pieter Lastman en 1614 servirá como inspiración a Rembrandt en sus imágenes sobre este tema. Susana es sorprendida por los ancianos cuando procede a tomar un baño, haciéndole proposiciones deshonestas que la joven rechaza. Falsamente, Susana es acusada de adulterio - castigado con la muerte - por los dos viejos, salvando a la casta mujer Daniel gracias a la inspiración divina. Los ancianos recibirán el castigo por levantar falsos testimonios. Lastman ha situado a sus figuras ante un bello paisaje que nos permite contemplar al fondo el palacio donde habitaba la feliz joven con su marido, inspirado en Adam Elsheimer. La joven procura taparse con sus ropajes de la libidinosa mirada de los ancianos, vestidos con ricas y coloristas ropas orientales. La iluminación recuerda ligeramente a Caravaggio, especialmente por los contrastes de claroscuro que se crean. El exotismo de las figuras de los ancianos se refuerza por las aves que pueblan el jardín de Susana, símbolo de la lujuria que representan estos personajes.
obra
Susana era una bella mujer judía cuya historia se recoge en un apéndice del "Libro de Daniel". Fue sorprendida mientras se bañaba por dos jueces ancianos que, cegados por la pasión, hicieron a la joven proposiciones deshonestas que ella rechazó. Los despechados ancianos difamaron a la casta Susana, declarando haberla hallado en flagrante delito. Susana fue condenada a muerte pero se salvó gracias a la intervención del joven Daniel, ya que pudo convencer a la asamblea del falso testimonio de los ancianos gracias a la inspiración divina. La castidad de Susana simboliza la salvación del alma a través de la pureza.Esta temática bíblica será habitual en la pintura del Renacimiento ya que brindaba a los artistas una brillante oportunidad para representar un cuerpo femenino desnudo. Rubens también se interesará por esta temática y la tomará en varias ocasiones a lo largo de su vida -véase la Susana y los viejos de 1635- relacionando en estas composiciones con las figuras de Venus en las pinturas profanas.Susana se sitúa en la zona izquierda de la composición, intentando cubrir su desnudez, con gesto de temor ante la actitud de los ancianos que intentan despojar de los paños a la bella joven. Uno de ellos franquea la balaustrada para acercarse a Susana, destacando su potente anatomía en relación con las obras de Miguel Angel y la estatuaria clásica. Las figuras se ubican en primer plano, como si de un relieve romano se tratara, ocupando todo el espacio pictórico y reduciendo el fondo a una escasa franja. El detallismo con que están tratados figuras, elementos arquitectónicos y vestimentas es una característica habitual de la pintura flamenca. El contraste entre zonas de luz y sombra está inspirado en Caravaggio, manifestando Rubens en esta ocasión todos los elementos identificativos de su primera etapa.
obra
La historia que aquí se narra es la de la joven Susana, que fue espiada por unos viejos durante su baño. Éstos le ofrecieron dinero para que cediera a sus demandas, a las que ella se resistió. Guercino nos describe el momento en que la joven, ignorante aún de la presencia de los viejos, es descubierta por éstos, que se disponen a asaltarla. Los dos viejos están en actitudes contrapuestas. El más avanzado mira a la muchacha mientras con un gesto parece indicarle a otro personaje que se esté quieto. Este personaje que no aparece es amonestado por el segundo viejo, que le ordena silencio. ¿Quién es el personaje? Tal vez un tercer viejo, o tal vez el espectador del lienzo, que de esta manera queda convertido en otro voyeur, según un juego ilusionista propio del Barroco. De esta manera, el espectador tiene la ilusión de que la escena se desarrolla ante sus ojos y de que participa en ella. Guercino emplea recursos caravaggiescos para plasmar a los viejos, que se encuentran en semipenumbra. El rostro del más anciano incluso se halla cubierto por la sombra que proyecta ese tercer personaje fantasma. La otra mitad del lienzo, ocupada por Susana, es de corte clasicista. La acción está ralentizada, se adivinan los suaves movimientos de la muchacha, que se apoya en unas construcciones clásicas de mármol. Más blanco que el propio mármol es su cuerpo, de proporciones igualmente clásicas, dibujado a la manera de una estatua. Guercino, pues, sintetiza con elegancia las componentes del Barroco italiano en esta obra.
obra
Si bien desde su larga estancia italiana entre 1600 y 1608 Rubens se había interesado por la pintura veneciana, admirando a Tiziano, Tintoretto, Veronés o Giorgione, será a partir de la década de 1620 cuando la luz y el color irrumpan con especial fuerza en su pintura, empleando la pincelada rápida y empastada que caracteriza a esta escuela italiana, así como su interés por las atmósferas. Esta influencia veneciana la podemos apreciar con fuerza en esta composición realizada en 1635, tomando un tema muy admirado en el Renacimiento ya que permitía a los artistas representar el cuerpo femenino desnudo.El pintor flamenco ya había utilizado el tema de Susana en 1610. La joven y bella Susana fue sorprendida un día mientras se bañaba por dos libinidosos jueces ancianos que le hicieron proposiciones deshonestas. Ante el rechazo de la joven, los ancianos decidieron difamarla, declarando haberla encontrado en flagrante delito de adulterio, castigado por la ley judía con la muerte. Susana fue condenada a muerte por la asamblea pero el joven Daniel consiguió, gracias a la ayuda divina, convencer a la asamblea del falso testimonio de los ancianos, salvando la vida de Susana, quien se convierte así en el símbolo de la salvación del alma a través de la pureza.En esta composición Susana aparece en la zona izquierda, cubriendo su desnudez y dando la espalda a los ancianos que la contemplan con cara de deseo. Incluso uno franquea la balaustrada para acercarse a la muchacha y un perrillo ladra para ahuyentar a los intrusos. La escena se desarrolla ante un fondo de paisaje donde podemos observar algunas arquitecturas, señal de la admiración del maestro flamenco por la cultura clásica. La luz baña el cuerpo desnudo de Susana, correspondiendo a las figuras de Venus de la pintura profana, interesándose también Rubens por el color. Esta escena servirá como precedente a Rembrandt para su famosa Susana de la Gemädelgalerie de Berlín.
obra
Al imponer de nuevo Fernando VII la ideología absolutista en 1823, tras el Trienio Liberal, Goya decide abandonar España e instalarse en Burdeos con sus amigos ilustrados. Para la ciudad francesa parte en junio de 1824, pasando allí sus últimos años. Cansado, con numerosas enfermedades y achaques - "el insulto" llamaba Goya a su enfermedad - va a seguir innovando, trabajando ahora sobre marfil o en litografías. De esta manera demuestra su genialidad el maestro. Fruto de estas innovaciones será la serie de miniaturas en marfil que el artista realizó. Susana y los viejos es una de estas pequeñas escenas, retomando Goya un tema clásico para representar a la mujer desnuda. La casta Susana fue acosada por dos ancianos que la hicieron deshonestas proposiciones que ella rechazó. Los viejos tomaron represalias contra la joven y la acusaron injustamente de adulterio, castigado por las leyes judías con la muerte. Daniel probó la inocencia de Susana, procediéndose al castigo de los ancianos. Susana intenta cubrir su sensual cuerpo mientras los ancianos la miran con gestos libidinosos, perfectamente captados por el maestro. Según Juliet Wilson- Bareau "Goya trabajaba sus miniaturas desde el negro a los claros, levantando o aligerando la primera base de negro de humo... araña con algún instrumento la superficie ya pintada, con gran libertad pero con maravillosa precisión, dejando al descubierto la blanca y traslúcida superficie del marfil para añadir luces, algunos acentos y conseguir las formas de las figuras".
obra
Mientras Susana procedía a su aseo diario fue sorprendida por dos ancianos que la espiaban desde unos arbustos. Los viejos hicieron proposiciones deshonestas a la hermosa mujer, amenazándola de muerte si no se plegaba a sus deseos. Susana no cedió al chantaje y fue acusada de adulterio por los ancianos, siendo salvada por Daniel gracias a la iluminación divina. Los ancianos fueron ejecutados por su falsa acusación. Esta historia ha sido interpretada por Rembrandt en más de una ocasión al tratarse de una perfecta excusa para representar una figura femenina desnuda. La hermosa dama aparece en el momento de descubrir a los ancianos, sentada sobre sus ropas y tapando sus encantos. Entre los matorrales el maestro ha situado a los dos viejos, disimulados de tal manera que apenas podemos apreciarles. La mujer recibe un fuerte foco de luz procedente de la izquierda que también ilumina las ricas telas, creando un sensacional efecto atmosférico que recuerda a Tiziano.Rembrandt se ha inspirado en una estampa grabada de Rubens y en las obras de su maestro Pieter Lastman. Evidentemente ha introducido modificaciones, siendo la más atractiva la postura de sus piernas, apoyando su pie derecho sobre la zapatilla que queda cerrada, indicando la castidad. El zapato es un símbolo de los órganos sexuales femeninos en el siglo XVII. Otra novedad es la manera rápida y vigorosa de aplicar el óleo, apreciándose las pinceladas en algunas zonas de la tabla.La composición se abre en la zona derecha con unas arquitecturas que indican el elevado nivel de vida de Susana, resaltando con la característica luz dorada el brillo de las piedras o del agua. Como el genio de la iluminación que es, Rembrandt nos ofrece una magnífica estampa de la castidad femenina, siendo la moraleja que la confianza en Dios hace triunfar sobre la maldad.
obra
La biografía de Artemisia Gentileschi se entrelaza de manera dolorosa con su propia obra. Violada por su profesor de dibujo, fue sometida a juicio público y tortura para demostrar que su acusación era verdadera. Artemisia se movió con libertad en los círculos caravaggescos y su propio padre fue acusado junto con Caravaggio de propagar libelos contra Baglione. Este ambiente de golfos, pillos, tramposos y asesinos marcó la vida de Artemisia, a quien se rodeó de una fama de libertinaje y mercadeo con su propio cuerpo, sobre todo a raíz del citado juicio. Es en medio de estas circunstancias como mejor se explica este lienzo con la historia de Susana y los Viejos. Se trata de la primera obra de una artista que ha finalizado su aprendizaje y demuestra ya una calidad de pintora consagrada. Tal es así, que pese a tener la fecha y la firma de la autora, durante mucho tiempo se atribuyó a la mano de su padre. La historia de Susana es la de una joven que se dispone a bañar. Sorprendida por unos viejos ricos, éstos le hacen proposiciones deshonestas utilizando argumentos económicos y de poder, que la muchacha rechaza. El tema, pues, es el del acoso y la agresión sexual. Artemisia pudo muy bien identificarse con esta joven que trata de desasirse de los viejos y salir indemne de sus pretensiones. El desnudo, como suele considerarse en el arte, no es símbolo de lujuria sino de pureza e inocencia.
obra
El lienzo con el tema de Susana y los viejos formaba parte de la decoración para el techo de una estancia veneciana. Posiblemente fue adquirido por Velázquez durante su segunda estancia italiana, aunque también se sugiere que podría ser una de las Poesías que encargó Felipe II a Tintoretto. La decoración estaría formada, además, por la Visita de la reina de Saba a Salomón, Esther ante Asuero, Judith y Holofernes, José y la mujer de Putifar, Moisés salvado de las aguas y la Purificación de las vírgenes madianitas, ésta última en el centro de la estancia. La temática del encargo sugiere que se trataba de una cámara nupcial al existir en todas las escenas una relación, positiva o negativa, entre los dos sexos. En España se instalaron en el Alcázar de Madrid y después se trasladaron a La Granja. El tema de Susana y los viejos es uno de los más representados en el Renacimiento y en el Barroco debido a que era una de las pocas ocasiones en las que se permitía realizar un desnudo femenino sin tener problemas con la Iglesia. Susana fue sorprendida, mientras se estaba bañando, por dos viejos jueces que la hicieron proposiciones deshonestas, a las que la joven desposada se negó. Pero los dos ancianos se vengaron acusándola de adulterio, cuyo castigo era la muerte. Afortunadamente, Daniel pudo probar el engaño y salvar a la casta Susana. Como todas las de la serie, la escena está pintada para ser observada desde abajo. Los dos ancianos rodean a la joven y uno de ellos incluso la toca lascivamente. El colorido vivo, la factura rápida y fresca, y la luz fuerte empleada serían características comunes a toda una serie en la que destaca su belleza formal y creativa.