Estuctura adintelada que da paso a un edificio.
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acepcion
Se denomina así al sustentado por columnas protodóricas (estas era de sección o corte poligonal).
obra
Lograr la vida y la expresión en los cuadros será el objetivo máximo de Fortuny, acercándose a Goya en estos deseos por lo que se considera al pintor catalán como uno de los más directos seguidores del maestro de Fuendetodos, especialmente en estas escenas donde recoge el ambiente madrileño que conocía tras casi un año de estancia en la capital de España. El pórtico de la iglesia de San Ginés en Madrid será el protagonista de otros trabajos pudiendo tratarse éste que contemplamos de uno de los primeros bocetos tomados del natural. La fachada de la iglesia madrileña está engalanada con sendos tapices ante los que se sientan diversos pobres y mendigos para solicitar la caridad cristiana mientras dos señoritas elegantemente ataviadas pasan hacia el interior del templo. Los arcos de medio punto y las ventanas enrejadas sirven de telón de fondo a una escena protagonizada por una factura fluida y empastada, donde el dibujo ocupa un segundo plano, interesándose el pintor en captar el ambiente a través de la luz y la atmósfera, enlazando con la filosofía impresionista.
obra
El pórtico de la madrileña iglesia de San Ginés será motivo de la ejecución de varios cuadros por parte de Fortuny, algo bastante habitual ya que solía hacer un boceto preparatorio, un cuadro definitivo y una acuarela incluso podría existir obras definitivas con diversas variaciones. Y es que Fortuny gustaba de retocar sus cuadros, especialmente estas imágenes costumbristas de detallada ejecución. El deseo de plasmar en este trabajo la vida y la expresión de la ciudad enlaza con la pintura de Goya, uno de los maestros más admirados por el pintor catalán. La escena se desarrolla a las puertas del templo, engalanado con sendos tapices, donde se ubican una fila de mendigos esperando la ofrenda de la dama que penetrará en la iglesia. Otra dama con un blanco vestido de cola ya ha franqueado el pórtico mientras que en la zona de la derecha apreciamos varias mesas donde se pueden entregar ofrendas. Un sacerdote lee frente a la pared, alejado de la escena principal que se desplaza hacia un lateral. El estilo preciosista de Fortuny, conjugado con la pincelada rápida y certera nos ofrece uno de sus más bellos trabajos, interesándose por el color y la luz, enlazando modernidad con tradición.
obra
La mayor parte de las acuarelas pintadas por Fortuny tiene como denominador común la importancia de la luz, una luz potente que el artista descubrió en el norte de África. En este caso repite el asunto de otros lienzos recurriendo a un amplio grupo de personajes alrededor del pórtico del templo engalanado por dos ricos tapices. La pincelada rápida apenas repara en detalles mientras que la estructura arquitectónica de la composición nos muestra un soberbio dibujo. En la temática popular, Fortuny se acerca a Goya al desear ambos artistas recoger la vida y la expresión del pueblo en sus trabajos.
obra
La iglesia de San Sebastián en Madrid fue el lugar elegido para celebrar el matrimonio entre Fortuny y Cecilia de Madrazo y Garreta, hija del insigne retratista Federico de Madrazo, atractiva joven de rubios cabellos que encandiló al pintor desde el primer momento. El enlace tuvo lugar a las ocho de la mañana del 27 de noviembre de 1867 en la más absoluta intimidad por expreso deseo de los cónyuges. En esta pequeña tabla que contemplamos, Fortuny nos presenta el pórtico de la iglesia donde se casó, soberbio estudio en el que la luz y el detallismo alcanzan cotas difícilmente superables. Una vez más se observa la calidad dibujística del maestro, empleando una pincelada rápida y diluida que se detiene en aquellos lugares interesantes para mostrarlos con el más absoluto detallismo, como si de un fotógrafo se tratara.