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lugar
Nínive, una de las ciudades míticas de Mesopotamia, se encuentra en la actual Tell Kuyunjik, en Irak. Habitada desde el VII milenio a.C., durante el periodo Uruk (4000-3000 a.C.) estuvo en relación con el sur mesopotámico. Durante el segundo milenio fue una ciudad importante, gracias fundamentalmente a su templo dedicado a la diosa Ishtar. Senaquerib, rey asirio, fue quien la eligió como capital del Imperio a finales del siglo VII a.C., mandando construir el magnífico palacio del Suroeste, decorado con relieves en piedra. También hizo construir un arsenal, como en Kalhu y Dur-Sharrukin, ubicado en Tell Nebi Yubus, según la tradición el lugar donde estuvo la tumba del profeta Jonás. Asurbanipal cuarto rey de la dinastía sargónida, convirtió Nínive en una de las ciudades más influyentes de la época, pues a sus puertas llegaban caravanas comerciales desde la lejana India, y su biblioteca llegó a ser la mayor de la Antigüedad, con miles de tablillas. En esta época Nínive superó los cien mil habitantes. También Asurbanipal fue el responsable de la construcción de otro palacio, el del Norte, en Tell Kuyunjik, donde se encuentra el famoso relieve de la caza de los leones. La pujanza de Nínive hizo que fuera objeto de la codicia de sus vecinos. A la muerte de Asurbanipal, un combinado de tropas compuesto por medos, escitas y caldeos la arrasaron, en el 612 a.C., siendo saqueados sus palacios y destruidos sus templos, con la prohibición de no levantar allí ningún otro edificio. Las ruinas de Nínive permanecieron largo tiempo en el olvido, sólo mencionadas por el Antiguo Testamento, hasta que a mediados del siglo XIX Austen H. Layard descubrió que se correspondían con los tell -colinas artificiales- que rodean la actual ciudad iraquí de Mosul. Desde entonces ha sido objeto de varias campañas arqueológicas, que han sacado a la luz numerosos restos -la mayoría de los cuales están en el Louvre y el British Museum- y han permitido conocer el elevado nivel cultural que alcanzó esta población.
termino
acepcion
Periodo fechado entre los años 3000 y 2500 a.C en el área norte de Mesopotamia. Recibe este nombre por el yacimiento encontrado en Nínive, donde aparecieron restos de cerámica grabada y pintada.
obra
Esta figura fue encontrada en el mar junto al cabo Artemision, al igual que el célebre bronce de Poseidon. No sabemos de que escuela artística puede proceder. "Si anteriormente en los monumentos ecuestres el animal daba nobleza al hombre con su andadura, ahora es el tierno chiquillo quien se amolda al poderoso ritmo del galope. La unidad nace así no tanto de calcular el punto de vista cuanto de subordinar coherentemente la figura humana al conjunto" (P. Moreno).
obra
Las escenas de género protagonizadas por niños pintadas por Murillo tienen la alegría y la gracia como principal protagonista, siendo esta obra el paradigma de esa alegría. El pequeño que se apoya en una ventana parece dirigir su mirada hacia alguien que le hace esbozar esa luminosa sonrisa, destacando la expresividad en el gesto del muchacho. La figura se recorta sobre un fondo neutro y en penumbra, bañando una luz dorada todo el personaje. Murillo emplea una pincelada rápida y suelta, repleta de viveza, con la que el niño adquiere un aspecto abocetado a pesar de tratarse de una obra finalizada. La sensación de atmósfera que se crea dota de mayor espontaneidad a la imagen, al igual que el empleo del color armonioso. La similitud con los trabajos de la última etapa velazqueña resulta significativa.
obra
Tradicionalmente se ha considerado que el tema de este lienzo sería la evocación de un incendio en el cual los perros fueron salvados por un joven príncipe. El niño vestido con una túnica rosa pasa su mano izquierda por el lomo de un gran perro blanco mientras a su lado observamos a una perra amamantando a sus cachorros. En el fondo apreciamos varios edificios, envueltos en un paisaje de luz crepuscular.Algunos especialistas consideran que se trata de un fragmento de una tela mayor. El estilo corresponde a la etapa madura del maestro de Cadore, empleando una pincelada rápida y fluida y una iluminación que intensifica el dramatismo al acentuar los contrastes de luz y sombra. La paleta de colores es tremendamente limitada al utilizar blancos, grises, sienas, pardos y rosas, tratamiento cromático muy estimado por Tiziano. El estilo de estos momentos se denomina "impresionismo mágico"