Entre los paisajistas decimonónicos españoles destaca Joaquín Mir, nacido en Barcelona en 1873. En su juventud alternó el dibujo y la pintura con el negocio de bisutería y mercería de su padre. Junto a Isidro Nonell y otros artistas formó la Colla del Xafrá - Grupo del Azafrán, llamado así por el colorido ocre predominante en sus escenas -, acudiendo a pintar a los suburbios de Barcelona. Asistió a las clases de la escuela de la Lonja y frecuentó Els Quatre Gats, donde se reunían los modernistas, entre ellos Picasso. Se trasladó a Madrid, dándose a conocer como paisajista. En los inicios del siglo XX marcha a Mallorca, realizando numerosas escenas de Valldemosa y Sa Calobra, pero un accidente le obligó a trasladarse a la Ciudad Condal y abandonar temporalmente la pintura. Sus imágenes se pueden englobar dentro del Impresionismo, empleando un rico y vibrante colorido en todos sus lienzos. Desde 1921, tras contraer matrimonio, se instaló en Vilanova i la Geltrú, falleciendo en Barcelona en 1940.
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Personaje
Literato
Estudió Cánones en Guadix y Teología y Leyes en el Colegio Imperial de San Miguel de Granada. Ascendió a sacerdote y luego a capellán de la capilla de los Reyes Católicos de Granada. Trabajó para el conde de Lemos y tras un recorrido por Nápoles se trasladó a Madrid. Durante los diez años que residió en esta ciudad estuvo en permanente contacto con la corte y con los círculos literarios. Luego regresó a su tierra natal como arcediano. Dentro de su producción literaria hay que destacar comedias de capa y espada e historias sobre mitología como "Hero y Leandro" o "La manzana de la discordia". Dentro del capítulo religioso escribió "La adúltera virtuosa santa María Egipcíaca", "El arpa de David", "Vida y muerte de san Lázaro", "El clavo de Jael", "El esclavo del demonio" y "El animal profeta san Julián", entre otros. El género histórico también fue abordado por este autor en "La desdichada Raquel", "Obligar contra su sangre", "La rueda de la fortuna", "Ruy López de Ávalos", "El conde Alarcos", o "Adversa fortuna de don Álvaro de Luna". Dentro de su prolífica producción también tiene obras costumbristas como "La Fénix de Salamanca", "No hay dicha ni desdicha hasta la muerte" o "El palacio confuso". Su extensa producción se completa con autos sacramentales. A pesar de la influencia que recibe de Lope de Vega no alcanzó su soltura literaria.
Personaje
Político
Sus costumbres libertinas causaron en más de una ocasión la ira de su padre que le reclutaba en castillos durante largas temporadas. Precisamente en uno de estos encierros escribe "Ensayo sobre el despotismo", donde ya se adelanta a los ideales de la Revolución Francesa. Estando en Vincennes trabaja en un nuevo ensayo que titularía "Cartas a Sofía". Una de las obras que mejor recogen su pensamiento es "Des lettres de cachet et des prisons d´Etat", donde recurre a las teorías de Montesquieu y Rousseau. En 1786 se traslada a Prusia a las órdenes del gobierno francés. Desde allí se escribe periódicamente con Talleyrand. Todas estas cartas en clave, a través de las cuales criticaba la situación de Prusia, fueron editadas en un solo volumen: "Historia secreta de la corte de Berlín". Conocido por su elocuencia, siempre defendió la monarquía constitucional y la democracia. Su ideología cimentó las bases de los principios revolucionarios.