Carro ligero y sencillo, comenzó su desarrollo en 1934 como blindado de infantería. El MK I estaba basado en el tren de rodadura de los tractores de artillería Dragon, con dos hileras de doble pista y ocho ruedas por cada una. Su mejor característica era el blindaje, de 65 mm., muy logrado para su época, si bien en principio su armamento - una ametralladora de 12,7 mm.- era algo deficiente, como se comprobó en los primeros combates con los carros alemanes. Diseñado para ser utilizado junto a la infantería, mostró sus carencias en las invasiones de Bélgica y Francia en la primavera de 1940, quedando destrozados buena parte de los 140 aparatos construidos. El resto fueron abandonados en Dunkerke. En definitiva, no fue un carro eficaz, pues además de ser extremadamente lento (13 km/h) tenía una reducida autonomía (120 km.). El modelo Mk II subsanó esta deficiencia, por lo que pudo demostrar su eficacia en los combates del desierto, especialmente en El Alamein en 1942. Presentaba una línea defensiva general, caracterizada por unas gruesas planchas laterales (78 mm.), aunque la relación potencia/peso quedaba descompensada. Esta característica operó en su contra, especialmente en los combates habidos frente a los carros alemanes en Francia. Sin embargo, frente a carros inferiores pudo demostrar sus virtudes, como ocurrió con los italianos en la Cirenaica (Beda Fomm, 5-7 de febrero de 1941). Cuando comenzó a quedar obsoleto paso a desarrollar trabajos más concretos, como limpiado de campos de minas -era llamado el "Barón"-, lanzallamas -"Frog"- o iluminación para la defensa del Canal mediante unos reflectores especialmente instalados sobre él.
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obra
Vinculado a los círculos liberales y progresistas de Milán, Hayez se convertirá no sólo en el retratista oficial de la alta sociedad milanesa sino que también posarán para él los más ilustres representantes de la cultura urbana del Risorgimiento, convirtiéndose en el más importante maestro de la pintura italiana del siglo XIX. Sus retratos tienen la inconfundible influencia de Ingres, siguiendo fielmente el academicismo a la hora de interesarse por las calidades táctiles de las telas, la elegancia de las poses o la estudiada iluminación. Sin embargo, Hayez incluye un estudio de la expresión de la noble dama, centrando su atención en el rostro, cuya inteligente mirada se dirige al espectador, haciendo más interesante su observación. La figura se recorta ante un fondo neutro, recibiendo un potente foco de luz que resalta el contraste entre las tonalidades oscuras del traje y las claras del abrigo sobre el que se apoya y los encajes del escote y las magas. El aire romántico que envuelve a la noble dama se acerca a los trabajos del español Federico de Madrazo, también alumno de Ingres.
Personaje
Escultor
Pintor
Los primeros pasos del gran maestro del fauvismo francés no tuvieron como objetivo el arte sino el Derecho, estudiando la carrera y ejerciendo de pasante de abogado en Saint-Quentin. A los 21 años se despertó su vocación artística tras leer un tratado de Goupil, estudiando primero en la Academia Julien de París y después en la Escuela de Bellas Artes a las órdenes de Gustave Moreau. En estos años finales del siglo XIX se inicia su intensa relación con Rouault y Marquet. Sus frecuentes visitas al Louvre por indicación de su maestro provocarán sus inicios tradicionales hasta que contactó con Pissarro, evolucionando hacia el Impresionismo, realizando numerosos paisajes. El divisionismo y Cézanne también influirán en estos momentos iniciales. Pero será el fauvismo el estilo que marque definitivamente sus trabajos, caracterizados por la simplificación del natural debido a la supresión de detalles, otorgando enorme importancia al color, que protagoniza la mayor parte de sus obras.
obra
Fotografía cedida por la Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo
acepcion
También denominado derecho de la madre. Se trata de un tipo de organización social donde predomina un fuerte dominio de la mujer antes de llegar a la transición hacia el patriarcado. El camino hereditario por línea materna, la residencia matrilocal o el culto a divinidades maternales son algunos de los rasgos que la caracterizan. El matriarcado fue planteado por primera vez por J. J. Bachofen.