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El oratorio de Santa Maria in Valle se erige en Cividale, uno de los centros longobardos más importantes. Es un austero templo de planta rectangular en el que sobresale su excelente programa decorativo. En la zona inferior nos encontramos con elegantes mármoles mientras que la zona superior se engalana con estucos policromados en relieve y pintura al fresco. En el centro de la mandorla se halla la majestuosa figura del Pantocrátor rodeado de escenas bíblicas. El estilo de la decoración del oratorio enlaza directamente con el arte de Ravena y Bizancio, lo que indica un estrecho contacto entre la Lombardía y estas regiones.
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El oratorio de Santa Maria in Valle se erige en Cividale, uno de los centros longobardos más importantes. Es un austero templo de planta rectangular en el que sobresale su excelente programa decorativo. En la zona inferior nos encontramos con elegantes mármoles mientras que la zona superior se engalana con estucos policromados en relieve y pintura al fresco. En el centro de la mandorla se halla la majestuosa figura del Pantocrátor rodeado de escenas bíblicas. El estilo de la decoración del oratorio enlaza directamente con el arte de Ravena y Bizancio, lo que indica un estrecho contacto entre la Lombardía y estas regiones. Sobre la fundación del oratorio, también llamado Templete Longobardo, existen diversas hipótesis: algunos especialistas sostienen que se trata de una capilla palatina mientras que otros consideran que sería la capilla de un monasterio benedictino femenino, cuya existencia se pone de manifiesto en un diploma del año 830.
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También conocida como Chiesa Nuova, fue reconstruida entre los siglos XVI - XVII por Filippo Neri, y destaca por su grandioso interior barroco, con obras de Cavalier d'Arpino, Maratta, Rubens, Pormarancio o P. da Cortona, entre otros. Importantes son, la Cappella Spada, de Rainaldi y la Cappella di F. Neri, con riquísima decoración en bronce y mármol. La iglesia fue mandada construir por el papa Gregorio I en el siglo VI para guardar la imagen milagrosa de la Virgen María. La iglesia actual es, en realidad, un complejo religioso construido en diferentes etapas, que incluye una iglesia, el oratorio, la biblioteca de Vallicella y el convento de la congregación. En 1575, el papa Gregorio XIII decidió llevar a cabo la reconstrucción de los edificios debido al progresivo deterioro que estaban sufriendo, situándose al frente de las obras a Filippo Neri. La fachada fue terminada en 1605, cuando éste ya había muerto, y la construcción de las otras áreas del complejo y su decoración posterior continuaron a través del siglo XVII. La Chiesa Nuova es famosa por las pinturas que adornan el interior, con trabajos de Caravaggio, Rubens, Federico Fiori y, especialmente, de P. da Cortona, quien agregó la espectacular linterna de la bóveda. Junto a la iglesia, se sitúa el Oratorio di San Filippo Neri, con fachada barroca de Borromini.
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<p>El papa Gregorio XIII ofreció esta iglesia, conocida como Chiesa Nuova, a la Confederación del Oratorio, que empezó a reconstruirla en 1575. El edificio, ideado en un principio con una nave única y luego ampliado con naves laterales reducidas, fue construido por Matteo da Città di Castello y luego por Martino Longhi el Viejo. En 1605 se realizó la fachada. Durante la Contrarreforma presentó un aspecto muy sobrio, y después de 1640 fue adornada con una rica decoración barroca, completada en el siglo XVIII. Federico Barocci, artista especialmente apreciado por San Felipe Neri, había pintado para el santuario la Visitación y la Presentación en el Templo. Por su parte, Caravaggio realizó el Descendimiento, obra que luego se trasladó al Vaticano. El altar mayor alberga un cuadro de Rubens. El ábside, la cúpula y la nave están decorados con espléndidos frescos obra de Pietro da Cortona.</p>
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En las cercanías del Monasterio de Santo Domingo y del Castillo de Estella se encuentra esta iglesia, dedicada a santa María Jus. En este lugar estuvo la primitiva sinagoga de Estella, transformada en iglesia cristiana dedicada a Todos los Santos en 1145, cuando el templo judío se trasladó a otro lugar. En la segunda mitad del siglo XII se sustituyó por otro edificio de estilo románico, con una sola nave y ábside circular, destacando la decoración geométrica y vegetal de sus canecillos y capiteles. En 1265 Teobaldo I donó el templo para constituir un monasterio grandmontiano, pero los frailes lo abandonaron entre 1307 y 1317, convirtiéndose en parroquia ahora bajo la advocación de Santa María Jus. La primitiva puerta románica se cegó en la segunda mitad del siglo XVIII, construyéndose otra en estilo barroco.
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El conde Ansurez es el fundador de esta iglesia vallisoletana, a finales del siglo XI o comienzos del XII. La construcción románica conservamos la esbelta torre, con su chapitel piramidal, y el pórtico. En el siglo XIV se sustituyó la primitiva iglesia románica por la actual, construida siguiendo los cánones del gótico. La espectacular torre presenta cuatro cuerpos prismáticos, siendo el inferior de mayor altura. Santa María la Antigua fue declarada Monumento Histórico-Artístico el 11 de mayo de 1897.
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Villalcázar de Sirga guarda uno de los tesoros más impresionantes del Camino, la iglesia de Santa María la Blanca. El templo es un edificio románico de transición al gótico. Su aspecto se debe al hecho de haber sido casa-fortaleza de los Templarios, orden muy presente en la zona y encargada de la protección de los peregrinos. La iglesia fue famosa ya en su tiempo, acudiendo a ella numerosos peregrinos y devotos. Las gentes buscaban la protección de Santa María, más aún después de que el rey Alfonso X el Sabio describiera en sus Cantigas cómo la Virgen había curado milagrosamente a varios romeros. Desde entonces, este impresionante templo, repleto de tesoros, es uno de los más conocidos de la Ruta Jacobea.