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Ya desde los primeros años cuarenta, Salvador Carmona colaboraba con Olivieri en el proyecto decorativo de Juan Bautista Sachetti para el Palacio Real. Al ponerse en marcha el programa del Padre Sarmiento, al escultor, formando ahora parte del grupo de Felipe de Castro, se le adjudicaron cinco estatuas de reyes para la balaustrada de palacio. La de Ramiro I, de ímpetu berninesco y cubierto con un volado manto de armiños, fue considerada por Sarmiento "admirable en toda su representación".

Estatua de San Juan de Ávila ubicada en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena, Madrid.

Esta escultura es una de las pocas estatuas realizadas en bronce que se conservan de época medieval. Presenta algunos elementos arcaizantes, como los ropajes, considerándose una muestra del clasicismo en la escultura europea del siglo XIII. El rostro serio del apóstol se enmarca por gruesos rizos en forma de caracol tanto del pelo como de la barba, vistiendo túnica, pesada capa y sandalias romanas. Con su mano izquierda sostiene las llaves que siempre le acompañan mientras que la derecha la alza en gesto de bendición.