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Esta fachada fue comenzada poco después de 1310, fecha que corresponde a su dibujo preparatorio conservado en el Museo de Orvieto. Lorenzo Maitani, de origen sienés, dirigió las obras de esta sede episcopal hasta su muerte en 1330, y en concreto la realización de esta armónica fachada para lo cual reunió un amplio equipo de colaboradores. Precisamente esto último ha supuesto dificultades a la hora de determinar autorías. Aunque se tiende a aceptar una vertiente escultórica en Maitani, lo cierto es que sólo aparece documentado como maestro de obra, aunque el término tiene en la Edad Media, un sentido integrador. Esta factible actividad escultórica ha llevado a los historiadores a atribuirles zonas concretas de los relieves de la fachada, concretamente las escenas que componen el ciclo de la Creación, donde el clasicismo de las figuras y una peculiar atmósfera en el ambiente que las circunda, descubren a un maestro excepcional y refinado.

La catedral de Oviedo está dedicada a San Salvador, recibiendo también la denominación de Sancta Ovetensis. Fue edificada sobre una primitiva basílica que había sido erigida por Fruela en honor a este santo y que había sido destruida por los musulmanes en el año 794. Alfonso II reconstruirá la capital y levantará una nueva basílica. El obispo don Gutierre de Toledo, a finales del siglo XII (1382-88), fue el promotor de la edificación del actual templo, en un estilo gótico flamígero imperante en la época. Tuvieron que pasar casi tres siglos para que la fábrica de la catedral estuviera finalizada. El templo presenta planta de cruz latina con tres naves, la mayor de diez metros de ancho y mayor altura que las laterales, que presentan seis metros de anchura. La mayor altura de la nave central permite la iluminación del espacio gracias a grandes ventanas de arco elíptico. La cabecera ha sufrido diversas modificaciones, conservando de la traza original la capilla mayor con un tramo rectangular y ábside pentagonal, guardando en su interior el retablo construido por Giralte de Bruselas y Juan de Balmaseda en estilo renacentista, convirtiéndose en uno de los retablos más grandes de España. Alrededor del ábside se ubica una girola renacentista a la que se abren cinco capillas radiales. Juan de Badajoz es el primer arquitecto de la catedral, conociéndose también los nombres de otros maestros: Pedro Bunyeres y Juan de Candarno de las Tablas. La fachada se proyectó con dos torres, pero debido a la falta de dinero, sólo se pudo construir una, definida por Clarín como "poema romántico en piedra". Tiene ochenta metros de altura y está integrada por cinco cuerpos, edificándose a lo largo del siglo XVI; se finalizó en 1587 bajo el pontificado de Cristóbal de Rojas y Sandoval. La torre, el pórtico y la lonja constituyen, sin duda, uno de los mejores exponentes arquitectónicos de la corriente hispano-flamenca peninsular. La Revolución Asturiana de 1934 y la inmediata Guerra Civil provocaron diversos destrozos en el templo. La cantidad de reliquias que la catedral atesora la convirtieron en el segundo centro de peregrinación de España, tras Santiago de Compostela.

La catedral de Oviedo está dedicada a San Salvador, recibiendo también la denominación de "Sancta Ovetensis". Fue edificada sobre una primitiva basílica que había sido erigida por Fruela en honor a este santo y que había sido destruida por los musulmanes en el año 794. Alfonso II reconstruirá la capital y levantará una nueva basílica. El obispo don Gutierre de Toledo, a finales del siglo XII (1382-88), fue el promotor de la edificación del actual templo, en un estilo gótico flamígero imperante en la época. Tuvieron que pasar casi tres siglos para que la fábrica de la catedral estuviera finalizada. El templo presenta planta de cruz latina con tres naves, la mayor de diez metros de ancho y mayor altura que las laterales, que presentan seis metros de anchura. La mayor altura de la nave central permite la iluminación del espacio gracias a grandes ventanas de arco elíptico. La cabecera ha sufrido diversas modificaciones, conservando de la traza original la capilla mayor con un tramo rectangular y ábside pentagonal, guardando en su interior el retablo construido por Giralte de Bruselas y Juan de Balmaseda en estilo renacentista, convirtiéndose en uno de los retablos más grandes de España. Alrededor del ábside se ubica una girola renacentista a la que se abren cinco capillas radiales. Juan de Badajoz es el primer arquitecto de la catedral, conociéndose también los nombres de otros maestros: Pedro Bunyeres y Juan de Candarno de las Tablas. La fachada se proyectó con dos torres, pero debido a la falta de dinero, sólo se pudo construir una, definida por Clarín como "poema romántico en piedra". Tiene ochenta metros de altura y está integrada por cinco cuerpos, edificándose a lo largo del siglo XVI; se finalizó en 1587 bajo el pontificado de Cristóbal de Rojas y Sandoval. La torre, el pórtico y la lonja constituyen, sin duda, uno de los mejores exponentes arquitectónicos de la corriente hispano-flamenca peninsular. La Revolución Asturiana de 1934 y la inmediata Guerra Civil provocaron diversos destrozos en el templo. La cantidad de reliquias que la catedral atesora la convirtieron en el segundo centro de peregrinación de España, tras Santiago de Compostela.

El obispo don Gutierre de Toledo, a finales del siglo XII (1382-88), fue el promotor de la edificación del actual templo, en un estilo gótico flamígero imperante en la época. Tuvieron que pasar casi tres siglos para que la fábrica de la catedral estuviera finalizada.

La catedral de Oviedo presenta planta de cruz latina con tres naves, la mayor de diez metros de ancho y mayor altura que las laterales, que presentan seis metros de anchura. La mayor altura de la nave central permite la iluminación del espacio gracias a grandes ventanas de arco elíptico

El templo presenta planta de cruz latina con tres naves, la mayor de diez metros de ancho y mayor altura que las laterales, que presentan seis metros de anchura. La mayor altura de la nave central permite la iluminación del espacio gracias a grandes ventanas de arco elíptico.

El proyecto original de la fachada de la catedral ovetense contaba con dos torres. La ausencia de financiación motivó la paralización del proyecto y sólo se construyó una de ellas, glosada por las mejores plumas de la literatura asturiana. Los cinco cuerpos de altura alcanzan ochenta metros, finalizándose su construcción en 1587, siendo obispo don Cristóbal de Rojas y Sandoval.