En el mes de septiembre de 1860 Hunt emprendió un viaje a pie por las regiones de Devon y Cornualles en compañía del también pintor Val Prinsep, los escritores Francis Turner Palgrave y Alfred Tennyson y el escultor Thomas Woolner. A lo largo del trayecto realizó un buen número de acuarelas para su propio disfrute, sin intención de venta, interesado por los efectos lumínicos y cromáticos tomados del natural, reproduciendo fielmente la naturaleza según el lenguaje prerrafaelita. Las tonalidades azuladas, malvas y verdes inundan la composición, resultando una obra vinculada a los futuros trabajos impresionistas. En una de sus cartas Hunt contaba que cuando estaba pintando esta acuarela, una ráfaga de viento se llevó su papel arrastrándolo hacia el mar, quedándose enganchado en unas matas, consiguiendo el pintor alcanzarlo gracias a su paraguas.
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obra
Los parisinos acudían a la isla de la Grande Jatte a pasar sus ratos de ocio y numerosos pintores la representaron en sus cuadros. Monet también se interesó por este paisaje del Sena durante la temporada que pasó en París, entre las etapas de Argenteuil y Vétheuil. Una vez más se interesa por recoger en sus trabajos los efectos lumínicos y atmosféricos, captando la impresión directamente del natural por lo que las tonalidades son aplicadas con pinceladas rápidas y concisas, creando un efecto de puzzle que el espectador debe recomponer cuando lo contempla. En el fondo de la composición contemplamos las chimeneas de las fábricas arrojando el humo al cielo, conjugando así el vapor y las nubes como había hecho en las imágenes de la estación de Saint-Lazare. Las figurillas se integran en el paisaje pero ocupan un lugar secundario ante la inmensidad de la luz y de la naturaleza. El Impresionismo está llegando a su máximo exponente, a pesar de que las ventas de cuadros para sus representantes eran mínimas.
obra
Los impresionistas sintieron una especial atracción hacia los efectos de niebla. Monet llegó a decir que Londres sin niebla no sería la misma ciudad. En esta ocasión, Pisarro representa la isla Lacroix, cerca de Rouen, mezclándose la nebulosidad con el humo de la chimenea. Las formas desaparecen casi por completo, reflejándose las líneas verticales en el agua. La pincelada empleada por el pintor es muy rápida, casi puntillista, destacando los colores blanquecinos y amarillentos junto a los azules, verdes y negros. La sensación captada por Pisarro recoge un momento determinado, siguiendo la teoría impresionista de representar las variaciones atmosféricas en su interés por mostrar la luz y el color de la naturaleza.
obra
Los reflejos del paisaje en las aguas que se convierten en espejo inquietante de la realidad es un frecuente recurso expresivo de los simbolistas. El paisaje es un estado de ánimo. Dentro de la poética del sintetismo simbolista el autor convoca sus sentimientos que le llevarán a crear un mundo nacido de la subjetividad en el que la realidad se ha interiorizado. Böcklin nos lo refiere como un cuadro para soñar con él. La atmósfera misteriosa y fría hace de él un símbolo del silencio y provoca una serie de asociaciones de ideas que confluyen en esa isla del más allá extraída de la mitología antigua y relacionada con Caronte y el río del olvido. Pensemos que en los comienzos de su carrera Böcklin fue un paisajista romántico cercano a la estética de Friedrich.
lugar
La isla más recóndita de Polinesia, situada en su extremo oriental, pertenece actualmente a Chile. Con 166 km2 de extensión, se encuentra a 3.700 km de distancia de América y 2.200 de la isla Pitcairn. El Carbono 14 muestra que fue ocupada por pueblos polinesios antes del 600 d.C. Su alejamiento de cualquier otro foco de población hizo que tuviera un desarrollo único y aislado, con manifestaciones originales, como las famosas estatuas llamadas moai. Éstas fueron esculpidas en su mayoría en la cantera Rano Raraku, siendo un misterio cómo, sin la ayuda de animales de carga, fueron transportadas hasta sus alejados lugares de emplazamiento. Las estatuas eran alojadas en plataformas llamadas ahu, donde se supone que debía celebrarse algún tipo de ritual o culto a los antepasados. La aridez del terreno, la superpoblación y la deforestación parecen estar en la base de la decadencia de la civilización pascuense. El exterminio de las aves debió incrementar los problemas de subsistencia, que comenzarían hacia el año 1000. La alimentación estaba limitada a una pequeña gama de alimentos: taro, ñame, batata, caña de azúcar, calabazas y pescado. Seis siglos más tarde se producen hambrunas y enfrentamientos sociales, que conducen al cese de la construcción de estatuas. La isla de Pascua fue descubierta por los europeos en 1722. Las enfermedades introducidas por el contacto exterior menguaron aún más la población pascuense, situación agravada por una incursión esclavista llevada a cabo en 1862, que llevó a los capturados a Perú. Sólo unos pocos de ellos pudieron regresar más tarde. En 1888, finalmente, la isla fue anexionada a Chile.
obra
Fotografía cedida por la Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo
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La burguesía vienesa gustaba de pasar sus vacaciones en la región de Salzburgo. Las hermanas Flöge alquilaron una casa junto al lago Atter y allí acudía también Klimt para descansar y olvidarse del ajetreo de la ciudad. Sin embargo, a pesar de estar de vacaciones continuaba con la pintura, cambiando ahora de temática ya que se dedicaba exclusivamente al paisaje. Uno de sus temas favoritos será el lago. Para representar con más facilidad las aguas del Atter, utilizaba una barca sobre la que colocaba el caballete, de la misma manera que hacía Monet. Este cuadro que contemplamos es uno de los más espectaculares ejemplos de su interés por el lago, eliminando cualquier referencia espacial para representar sólo el agua y los reflejos de la luz del atardecer sobre ella. Sólo a lo lejos podemos observar una oscura roca cuyos reflejos oscurecen esa zona. A excepción de esta referencia, se puede decir que nos encontramos ante un cuadro casi abstracto, en el que la referencia al puntillismo se hace imprescindible al aplicar el color de manera rápida, recordando trabajos de Signac o Seurat.