Julio Romero de Torres

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Datos principales


Tipo

Pintor

Fecha nacimiento

9-11-1874

Lugar nacimiento

Córdoba

País nacimiento

España

Fecha muerte

10-05-1930

Lugar muerte

Córdoba

Cargo

Pintor

Desarrollo


Julio Romero de Torres es uno de los pintores que mejor definen la ambigüedad que domina todas las manifestaciones simbolistas. La fama popular que gozó en los últimos años de su vida y, especialmente, en los que siguieron a su muerte, popularidad que le ha llevado a protagonizar una copla popular; el que recree los tópicos de una Andalucía doliente y, muy especialmente, por el erotismo de sus desnudos femeninos, ha llevado a perder la perspectiva suficiente para enjuiciar a un artista que encarna uno de los momentos más complejos del simbolismo. Ramón del Valle Inclán, por ejemplo, se fascinó por la pintura de Romero de Torres, por su tendencia al arcaismo y, sobre todo, porque transgredía los límites entre lo sublime y lo decadente; un riesgo que ejercía una fuerte atracción entre los intelectuales del fin de siglo. Romero de Torres fue, sin ninguna duda, un artista de sólida formación y dominio del oficio. Sus primeras obras, en los años del fin de siglo, trasladan al ambiente andaluz las conquistas luministas y técnicas del impresionismo con matices decorativos de gusto modernista, configurando una obra que sintetiza la pintura europea contemporánea. Destacamos los murales que proyecta para el Círculo de la Amistad de Córdoba (1905), en un estilo ya muy estilizado, dentro del modernismo o el Art Nouveau. Hacia 1907, se orienta ya definitivamente hacia el que será su estilo personal en una versión muy independiente del simbolismo, dominada por las alegorías femeninas.

En este mismo año, emprende un viaje a través de Francia, Inglaterra e Italia, que será decisivo para su evolución plástica y durante el cual se apasiona por la obra de los pintores prerrafaelitas, los simbolistas franceses -Puvis de Chavannes de manera muy especial- y los pintores del primer Renacimiento italiano, los tres fundamentos que inspirarán sus composiciones. Desde este momento será un pintor consagrado, siempre acompañado de escándalos por el contenido erótico de sus obras, se instala en Madrid, y se convierte en el pintor oficial de una España-Andalucía popular y hermética al mismo tiempo. El acierto de Julio Romero de Torres fue vincular el movimiento simbolista con el casticismo que había estado siempre presente en la cultura española de siglo XIX, un casticismo que se relaciona con la temática regionalista y que, desde la época del romanticismo y hasta muy entrado el siglo XX, dominará la producción de muchos artistas.

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