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Datos principales


Rango

Anzio/Cassino

Desarrollo


La operación de desembarco en la isla de Sicilia ha sido considerada en muchas ocasiones como una acción de carácter secundario dentro del conjunto de las llevadas a cabo por la contraofensiva aliada. Sin embargo, tuvo una importancia excepcional desde varios puntos de vista complementarios. En el plano político sirvió para impulsar de forma directa la caída del régimen fascista en la persona de Mussolini y la consiguiente salida de Italia de la guerra. Junto a ello, actuó desde perspectivas estratégicas y psicológicas de primer orden, ya que se trataba de la primera ocasión en que era atacado el cuerpo de la Fortaleza europea que el Reich había organizado como complejo de defensa de su territorio.Desde un punto de vista técnico, el desembarco en Sicilia constituyó la primera operación anfibia realizada a gran escala a lo largo de la guerra. Esto la convertiría en un efectivo ensayo general para la que se preparaba sobre la costa norte de la Francia ocupada, a realizar durante el siguiente año 1944. La preparación de la Operación Husky -como era denominada- supuso la necesidad de establecer unos niveles adecuados de preparación de todos los elementos, humanos y materiales, que iban a intervenir en su desarrollo.Los problemas de organización se presentaban muy dificultosos y, debido ante todo al carácter de novedad que tenía el plan, eran de naturaleza especialmente ardua.

Aquí, la adecuada coordinación de actuación de la flota, por una parte, y de las fuerzas aéreas, por otra, era fundamental. Al mismo tiempo, el aprovisionamiento a todos los niveles constituía una necesidad prioritaria a la que se debía responder de la forma precisa. Además, los planes contemplaban la posibilidad de que las fuerzas enviadas se viesen obligadas a reembarcar ante la reacción del adversario. De hecho, en el momento del lanzamiento de la operación se desconocía por parte aliada el volumen exacto de los efectivos estacionados en la isla.La Operación Husky estaba prevista para el día nueve de julio de 1943. La reunión de los máximos responsables de las potencias celebrada en Casablanca había decidido la realización de esta campaña, a pesar de las diferencias de opinión que con respecto a ella se habían manifestado entre sus participantes. Por su parte, los norteamericanos, que iban a ser quienes aportasen mayores efectivos para la operación, consideraban errónea la elección del escenario. Para sus mandos, el desembarco en Sicilia no hacía sino desplazar innecesariamente fuerzas que serían necesarias para actuar sobre las costas francesas. Al mismo tiempo, pensaban que esta decisión era impulsada por un Churchill imbuido de ideas imperialistas sobre el Mediterráneo, únicamente válidas para los intereses particulares de Gran Bretaña.Norteamérica hubiera preferido las islas de Cerdeña o de Córcega como objetivos del desembarco, al encontrarse más próximas a la línea costera de Francia.

Sin embargo, sería la localización de la isla de Malta, que iba a ser utilizada como base logística para la realización del mismo, la que decidiría la elección final de la vecina Sicilia. Junto a esto, fue descartada definitivamente la idea de efectuar un desembarco en las costas balcánicas, tal como propugnaba Londres. Esta posibilidad, aunque dificultada por los mismos elementos físicos de este litoral, venía fundamentada como medida de prevención ante el despliegue soviético iniciado sobre el cuerpo central del continente europeo.Por parte del Eje, los italianos estaban seguros de la inminencia de un ataque realizado sobre Sicilia, mientras que en Berlín se había descartado por completo esta posibilidad. Ello había decidido a los mandos alemanes a retirar a la península varias divisiones, con lo que Sicilia quedaba en parte desguarnecida.

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