Fortaleza Europea

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Datos principales


Tipo

Táctica

País relacionado

Alemania

Desarrollo


Cuando a partir de principios de 1943 la II Guerra Mundial comienza a dar un giro negativo para los intereses del Eje -especialmente Alemania e Italia, con derrotas o fuerte resistencia aliada en África del Norte, Rusia, el Mediterráneo, el Atlántico y una más que previsible amenaza de invasión-, la nueva situación cada vez más defensiva hace que las autoridades militares y políticas se esfuercen en transmitir a la población y a sus enemigos la idea de que Europa es una fortaleza inexpugnable, fuertemente defendida además por una masa ingente de partidarios del nacionalsocialismo. La propaganda nazi asegura que el suelo de Alemania se halla a resguardo de las incursiones aliadas, que chocarán, caso de producirse, con un muro inaccesible. Así, por el Oeste, alcanza desde el Cabo Norte hasta el golfo de Vizcaya -el "muro" del Atlántico-; por el Mediterráneo, las costas e islas se hallan fuertemente fortificadas; por el Este, las defensas escalonadas establecidas por el Estado Mayor alemán aseguran la impermeabilidad frente a un ataque soviético; por el Sur, por último, puntos estratégicos de la costa norteafricana proveen al Eje de posiciones sólidamente defendidas. Sin embargo, la realidad distaba mucho de la idea ofrecida por la propaganda, pues ésta aseguraba nada menos que se encontraba fortificado un litoral de 15.000 kilómetros, del Cabo Norte a Vizcaya, o que las defensas alemanas en el Este dominaban una línea imaginaria que iba de norte a sur desde Finlandia a Crimea.

Tampoco las costas del Mediterráneo estaban a cubierto, como demostrarán los desembarcos en Italia, ni las plazas norteafricanas eran inexpugnables. El objetivo de fortificar tan extensa cantidad de territorio, como quedó demostrado, era demasiado pretencioso. Si bien es cierto que la Muralla del Atlántico ofrecía posiciones fuertemente defendidas gracias a los esfuerzos de Rommel, como se demostrará con ocasión de los desembarcos en Francia, y que muchos puntos estratégicos ofrecieron una tenaz resistencia al avance aliado, el punto débil del sistema defensivo alemán llegó por el aire. La triunfal Luftwaffe de los primeros momentos de la guerra no pudo asegurar la suficiente protección contra las incursiones aéreas aliadas, cada vez más frecuentes. Así, fueron castigadas industrias, ciudades y, especialmente, importantes nudos de comunicaciones que resultaban de gran utilidad para que las tropas alemanas pudieran trasladarse a los múltiples frentes abiertos. La Fortaleza Europea, pues, se demostró mucho menos eficaz que lo que la propaganda alemana decía.

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