Montemayor es un típico pueblo - fortaleza, cuyas casas se escalonan en las laderas del cerro, al final del cual se sitúa un castillo y una parroquia. Está situada en la Campiña sur, a unos 32 km. de Córdoba y con una población aproximada de 3.750 habitantes. La actual población, de origen medieval, tiene raíces más remotas, ya que aquí se alzó la villa romana de Ulia, hecho comprobado por las excavaciones arqueológicas. Algunos autores, sin embargo, defienden que la primera población pudo surgir dos mil años antes de Cristo, lo que la convertiría en una de las ciudades más antiguas de la Bética y, sin duda, de las primeras de la provincia cordobesa. Este extremo ha sido corroborado por los materiales encontrados: cerámica campaniforme o esculturas y exvotos ibéricos. Con esto, se puede afirmar que Ulia no fue una fundación romana sino una ocupación anterior, alcanzando su esplendor en época Imperial. Hay dudas y diferentes teorías sobre su origen; los estudios lingüísticos afirman que Ulia significa "monte", entre los turdetanos, pero un papel aparecido en el archivo parroquial afirma que el nombre deriva de Ulio, nombre propio de Sículo I o Sículo II, antiquísimo rey de la ciudad. El asentamiento alcanzó su máximo esplendor en la segunda mitad del siglo I a. C., gracias a la victoria de César sobre los hijos de Pompeyo en Munda (45 a.C.). Según la leyenda, el propio César la dio el sobrenombre de Fidentia (la fiel), como premio a su apoyo durante la guerra. A partir del siglo III d.C., el asentamiento entró en decadencia económica, política y demográfica, no sabiéndose nada de ella hasta época árabe. Fue uno de los quince iqlins o distritos agrícolas en que se dividía la cora (provincia) de Córdoba, recibiendo el nombre de Ulyay Kanbaniya, aunque no han aparecido restos arqueológicos que lo corroboren. En la primera mitad del siglo XIII, Fernando III "El Santo" envió algunas tropas al lugar, encontrándolo semiderruido y casi deshabitado; es a partir de este momento cuando se la comienza a denominar Montemayor. El asentamiento que puede verse hoy día surgió a partir de 1340, al trasladar a este lugar Martín Alfonso de Córdoba a los pobladores del cercano castillo de Dos Hermanas, mejorando así la defensa del territorio que había conquistado Fernando III un siglo antes. El origen del asentamiento es el castillo en lo alto del cerro, formándose alrededor de él un poblamiento. Ésta fue una etapa en que se modificó toda la estructura urbana, que permanecía casi igual desde época antigua. Durante la Edad Moderna, el señorío de Montemayor estuvo sometido al dominio de los condes de Alcaudete y, más tarde, a la Casa de Oropesa. Son escasas las noticias de Montemayor en época contemporánea, ya que faltan estudios tanto del Archivo Municipal como del Parroquial.
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El origen de Montemayor reside en su ventajoso emplazamiento, sobre un solar ya ocupado desde antiguo por iberos y romanos. El castillo de Martín Alonso domina la localidad desde sus alturas. Junto al castillo, el viajero encuentra la iglesia de la Asunción. Montemayor disfruta de una jugosa variedad de platos, dulces y vinos.
Personaje
Literato
Estuvo relacionado con la corte desde que trabajó para la infanta Juana, madre del rey don Sebastián. Más tarde, fue músico y se trasladó con Felipe II a Inglaterra y los Países Bajos. Es autor de "Los Siete Libros de Diana", una popular novela de género pastoril inspirada en la "Arcadia" de Sannazaro. "Exposición moral sobre el salmo 86" y un "Cancionero", completan su producción literaria.
Personaje
Formó parte de la elite de los encomenderos del Perú y, en concreto del grupo de cuatro mujeres que sumaban casi 60.000 indios encomendados, junto a Jordana Mexía o Mejía, Florencia Mora y Sandoval y Mayor de Berdugo. La Montenegro llegó a tener 13.955 naturales encomendados, de los cuales 2.466 eran tributarios, es decir, pagaban el tributo directo a su encomendera en lugar de trabajar para ella.
Personaje
Político
Catedrático de Derecho Canónico en las universidades de Oviedo, Santiago y Madrid, en 1870 fue subsecretario de Gracia y Justicia estando Ruiz Zorrilla en el poder. Recién inaugurada la década de los ochenta ingresa en las filas del Partido Progresista, aunque sólo permanece un año. Estando Sagasta en el gobierno continúa su actividad política en el ministerio de Gracia y Justicia y luego en el de Fomento. De su etapa como ministro hay que destacar las reformas que intentó llevar a cabo de las instituciones, además de la Ley Orgánica del Poder Judicial, del Matrimonio y Registro Civil. Fue miembro de la Academia de la Historia y las Ciencias Políticas.
Personaje
Literato
Aunque cursa Filosofía y Letras y Derecho, trabajó toda su vida como periodista. Comenzó colaborando en la revista "Nósy". Algunas de sus obras, escritas en gallego, abordan temas de ficción como "O vello mariñeiro toma o sol", "Versos a tres cás o neto" y "Tres contos". Hacia los años treinta trabajó como corresponsal de distintos periódicos en Londres, París, Berlín y Roma. Fue uno de los creadores de Falange Española. Cuando finalizó la guerra civil, ocupó la dirección del Instituto de España en Roma y en 1978 fue nombrado Académico de la Lengua en 1978. Es también autor de ensayos de divulgación histórica y cultural. "El viajero y su sombra", "Federico II de Sicilia y Alfonso X de Castilla", "Melodía italiana", "Elegías europeas" y "La estrella y la estela" son ejemplos de ello.
Personaje
Militar
Político
Tras combatir en la guerra contra Chile, comenzó su entrada en política al ser elegido como diputado al Congreso de Bolivia en 1890. Tras participar en la Revolución Federal, fue designado Jefe de Estado Mayor General. Desde este cargo, impulsó una ardua labor de saneamiento del ejército, lo que le produjo grandes adhesiones. En 1904 alcanzó la presidencia de la nación, ejerciendo una política de corte liberal que le llevó a legislar el matrimonio civil, la libertad religiosa o derogar el fuero eclesiástico. También firmó acuerdos con Chile, Brasil y Perú.. Finalizo su gobierno en 1909, siendo sustituido por Heliodoro Villazón.