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acepcion
Momento en que el Arcángel Gabriel anuncia a la Virgen María que alumbrará a Jesucristo. La Iglesia católica celebra esta festividad el 25 de marzo.
obra
Esta tabla fue pintada por Monaco para la Badia florentina y en ella se ponen de manifiesto las características de su etapa de mayor apogeo: los fondos dorados, las figuras elegantes, los gestos indolentes, las tonalidades brillantes. Su estilo medieval está alcanzando un enorme éxito en el momento que Masaccio empieza a trabajar. En la escena central se representa la Anunciación de la Virgen mientras que en las tablas laterales están representados cuatro santos: Catalina de Alejandría, Antonio, Procolo y Francisco, de izquierda a derecha, tal y como aparecen en las cartelas que observamos a sus pies.
obra
Después de sus inicios como ilustrador de libros eclesiásticos, Fra Angelico consiguió encargos de pequeñas pinturas, retablos de iglesia y decoraciones al fresco para conventos. Una de las pinturas de pequeñas dimensiones y pretensiones más interesantes es esta obra decorativa de un relicario para la iglesia florentina de Santa María Novella, donde aplica conceptos utilizados con anterioridad en las ilustraciones. En la tabla se representan superpuestos dos episodios importantes de la historia sagrada: la Anunciación y la Adoración de los Magos. Aunque la concepción espacial es mucho más avanzada, el artista no ha dejado atrás los fondos dorados y la profusión de riqueza de pan de oro del estilo gótico. Así, en la Anunciación a María, fondo y suelo parecen ser un mismo tapiz dorado, en el que apenas existe perspectiva y quedan irreconocibles los símbolos de la paloma del Espíritu Santo y el jarrón de lirios de pureza que centran la composición. El manto azul de la Virgen se encuentra profusamente decorado de oro en sus bordes, al igual que el atuendo del arcángel San Gabriel, incluso en sus alas, que se confunden con el tapiz de fondo. En la parte inferior, los Magos rinden pleitesía al Mesías en un espacio mejor compuesto, aunque la imagen pierde naturalidad y realidad por el efecto de oro del fondo. Tanto por la calidad dibujística y planitud de las figuras como por las reducidas dimensiones de la obra y su efecto general, el relicario de Santa María Novella, hoy en el Museo de San Marcos, está emparentado con la concepción tardogótica de las ilustraciones del Misal de Santo Domingo de Fiesole, aunque no debemos olvidar el conocimiento de Fra Angelico de la obra preciosista de Gentile da Fabriano, en especial su tabla de la Adoración de los Magos de la Galería de los Uffizi de Florencia.
obra
Desgraciadamente sólo conservamos esta obra de Melchor Broederlarn, notable pintor que trabaja a fines del siglo XIV para los duques de Borgoña. Es quien arregla y adapta el retablo de Jacques Baerze con el añadido de los magníficos laterales pintados, dedicados a la infancia de Jesucristo, en donde destaca la interesante Anunciación. Su manera está dentro del gótico internacional en fechas muy tempranas.
obra
El Anuncio a Santa Ana se sitúa en el registro superior del muro sur de la nave de la capilla Scrovegni. Siguiendo al Pseudo-Mateo, Giotto representa una escena que destaca principalmente por la caja espacial donde se desarrolla el suceso. A semejanza de muchos de los episodios figurados en la basílica Superior de Asís, el artista abre los muros del edificio para que podamos ver los sucesos. De cualquier manera, aquí Giotto articula varios espacios de una forma más convincente. El eje principal del escenario es el motivo de Ana que, arrodillada en el centro de su habitación, escucha por boca del ángel el anuncio de su futura concepción. Llama la atención la cantidad de detalles anecdóticos que ilustran la escena. Algunos de los más llamativos son los diferentes elementos decorativos tanto de la casa de la santa como de su habitación, como por ejemplo, el frontón decorativo del frente, las molduras igualmente decoradas, el tejado, el artesonado del techo, la barra de la que cuelgan unas cortinas, el arcón, incluso la disposición de la aureola. Todo ello cumple dos funciones en particular; por un lado el artista ha cubierto gran parte del espacio y profundidad que ha dado a la escena; por otro, ha llevado un suceso milagroso a la cotidianeidad del mundo presente, con lo que se da sensación de realidad. Fuera de la casa, sentada bajo las escaleras, se sitúa Judit, que hila el huso con tranquilidad. Su presencia no es muy habitual en esta temática, pero aquí cumple un papel importante. Giotto ha figurado una fuerte diagonal a partir de las cabezas de los tres protagonistas, situando a Santa Ana en el punto central de esa línea. De esta manera, ha conseguido cierta tensión. Por otra parte, Judit tiene un significado simbólico, como ejemplificación del pueblo llano y su presencia en un suceso milagroso. Como alegórica es la cama vacía del fondo, que se relaciona con el momento de la concepción sin mácula del milagro, que funciona además como prefiguración de la encarnación de Cristo en María.
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En el muro izquierdo de la capilla Peruzzi se desarrollaba la vida de San Juan Bautista, a cuyo registro superior pertenece este Anuncio a Zacarías. La escena está dividida por dos elementos arquitectónicos. En la zona central figura el anuncio del ángel a Zacarías de su próxima paternidad, ante lo cual se sobresalta el patriarca. El resto de los personajes, a los lados de la estructura arquitectónica principal, parecen no percibir la presencia del ángel, con lo que siguen charlando y relacionándose amistosamente, ajenos al acontecimiento. Mientras que Zacarías muestra en su rostro el sobresalto por la aparición, los demás se presentan mucho más naturales, vivaces y de expresión desenfadada. Destaca en la composición, el ambiente de tranquilidad de las figuras, cuyos movimientos son rítmicos y acompasados, sin sobresaltos, salvo en la intensidad del grupo central. A esto ayuda el suave modelado de las figuras y el colorido unificador de todo el conjunto. Además, llama especialmente la atención, que Giotto haya acomodado la representación al punto de vista del espectador, que contempla la obra desde la entrada a la capilla; de ahí la disposición de las edificaciones y los personajes. Por último, es sorprendente el conocimiento sobre el espacio por parte del artista, que corta el remate del templete del centro, que se continuaría más allá del marco de la escena.