Presentación de don Juan de Austria ante Carlos V en Yuste

Datos principales


Autor

Eduardo Rosales

Fecha

1869

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

76,5 x 123,5 cm

Museo

Museo del Prado

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No es habitual que los cuadros de historia sean de pequeño formato como ocurre en este caso, desafiando Rosales a las "grandes máquinas" de la época y constituyendo un temprano precedente de la pintura de gabinete con escenas históricas, de considerable éxito entre los burgueses a finales del siglo XIX. El lienzo representa el momento en que un adolescente don Juan de Austria, hijo natural del viudo emperador Carlos y doña Bárbara Blomberg, es conducido a presencia de su anciano padre en su retiro de Yuste. La presencia de don Juan había sido mantenida en secreto durante mucho tiempo, siendo conocido el niño con el nombre de Jeromín. Don Carlos aparece junto a una ventana, prácticamente inválido por los continuos ataques de gota, por lo que lleva las piernas cubiertas con una manta, reposándolas sobre un cojín. El emperador se acompaña de su fiel mastín y de dos frailes jerónimos del cercano monasterio. En el extremo opuesto de la composición se ubican los nobles de la corte imperial y el tímido don Juan, vestido de azul intenso, presentado a su padre por su tutor, don Luis de Quijada. La técnica exhibida por Rosales es de una gran riqueza plástica ya que consigue crear las figuras con un empastado y breve toque, aunque no renuncie a su riguroso dibujo y la volumetría del modelado de los personajes. A pesar de reducido tamaño, la escena no pierde monumentalidad ni trascendencia, ubicando con maestría a los personajes en la escena, trabajando de manera acertada el tratamiento de la luz, creando una excelente sensación atmosférica que recuerda a Velázquez. Tampoco están descuidados las indumentarias ni el realismo de los rostros, consiguiendo un sensacional resultado. El lienzo fue encargado por el duque de Bailén y presentado a la Exposición Nacional de 1871.

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