Inmaculada Concepción

Datos principales


Autor

Peter Paul Rubens

Fecha

1628/29

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

198 x 134 cm.

Museo

Museo del Prado

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En 1628 Rubens está en Madrid para negociar, por orden de Felipe IV, un tratado de paz con Inglaterra, poniéndose de manifiesto su faceta como diplomático. Aprovechando su estancia en la capital española también se dedicó a realizar varios encargos: unos retratos ecuestres de Felipe IV y Felipe II, amplió la Adoración de los Magos y pintó esta Inmaculada Concepción para el marqués de Leganés, gran aficionado a la pintura, que después se la regaló al rey.No es muy habitual encontrar la iconografía de la Inmaculada en el Barroco flamenco; sin embargo, Rubens -con su genio, imaginación y recogiendo algunas ideas de Pacheco- consigue representar una de sus estampas más bellas y delicadas. Las discusiones sobre el dogma de la virginidad de María provocaron un desorbitado aumento de las imágenes marianas en el Barroco español. La Virgen viste túnica roja -símbolo del martirio psicológico al padecer el sufrimiento de su hijo- y manto azul como símbolo de eternidad. Pisa una serpiente con una manzana en la boca, que simboliza el pecado, y se coloca sobre la luna. A su lado, dos angelitos desnudos portan una corona de laurel, representando el triunfo, y una palma de martirio. Resulta destacable la belleza del rostro de la Virgen, coronada de estrellas y con un halo de luminosidad a su alrededor. El movimiento de la figura se muestra en el giro de los hombros y en el avance de la pierna izquierda, marcándose el muslo y la rodilla bajo los paños. Los angelitos refuerzan la sensación de movimiento. El juego de luces y colores hacen de esta escena una de las obras más bellas del Museo del Prado, comparándolas con las famosas Inmaculadas de Murillo.

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