El gran vedado

Datos principales


Autor

Caspar David Friedrich

Fecha

h. 1832

Estilo

Romanticismo Alemán

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

73,5 x 102,5 cm.

Museo

Staatliche Dresden

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Con el nombre de Gran Coto de Ostra se conocía en la época de Friedrich un terreno de prados al noroeste de Dresde convertidos en coto de caza en el siglo XVII. Dicho vedado se ve rodeado por el río Elba, que forma una gran curva; al oeste por el río Weisseritz, y hacia el oeste el llamado Pequeño Coto. La fila de árboles se corresponde con una de las tres alamedas que mandó plantar Federico Augusto III en 1744, la cual cruzaba todo el vedado. En la época fue reconocido como un "Atardecer en el Elba". Esta obra constituye un gran ejemplo de la riqueza de colorido presente en la época tardía de Friedrich. Pero uno de los elementos particulares de este cuadro es su refinada composición. De nuevo, Friedrich vuelve a jugar con el llamado "principio hiperbólico". El horizonte, trazado a regla, se sitúa en la línea de tierra ante la que se desarrolla la hilera de tilos a media distancia. Por encima y por debajo, dos líneas curvas, cóncava y convexa, convergen en esa hilera de árboles, la superior formada por el celaje surcado de nubes gris-azuladas; el inferior por la línea de la ribera, más próxima al espectador por la izquierda. Las nubes se corresponden con los islotes que el río deja asomar en su curso. Este tipo de atardecer de verano reaparece en otras obras de rico cromatismo, típico de esta etapa, como La estrella vespertina o Las edades. El color estructura, por su parte, la obra en tres partes claras: el amarillo azafrán y azul claro del cielo; el azul-gris algo violáceo del horizonte; por último, el marrón oliváceo, verde amarillento y verde oscuro del primer término. El punto de vista se halla algo elevado, como si nos halláramos flotando sobre la llanura, liberados de la tierra. Ante este punto de vista, la tierra se halla deformada, convexa, adquiriendo una configuración reiteradamente comparada con la de un globo terráqueo. Es característica la ausencia de figuras o edificios; tan sólo un velero que parece no tener salida.

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