Continuaron los fusilamientos por los franceses

Datos principales


Autor

Vicente Palmaroli

Fecha

1871

Estilo

Eclecticismo Español

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

306 x 407 cm

Museo

Museo Municipal de Madrid

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Palmaroli se siente mejor haciendo cuadros de costumbres y retratos pero su círculo de amistades le presionan para que realice algún cuadro de historia, optando así a conseguir alguna medalla en las Exposiciones Nacionales. A pesar de sentir repugnancia por el género histórico, Palmaroli cede y realiza este lienzo en el que evoca la trágica madrugada del 3 de mayo de 1808 en Madrid, madrugada en la que los franceses fusilaron a numerosos madrileños hechos prisioneros en la heroica jornada anterior. Los familiares y amigos de estos héroes anónimos, temerosos de ser sorprendidos por los invasores, recogieron los cuerpos de sus víctimas y les dieron apresurada y sencilla sepultura. Palamaroli nos presenta un cielo cubierto de nubes, rasgadas por las primeras luces del alba. Un grupo de mujeres llora desconsoladamente ante el cuerpo de una joven manola que yace en el suelo. En el primer plano podemos contemplar las fosas abiertas por el enterrador y los cuerpos de otros valientes, amontonados y sobrevolados por negros buitres que acuden al olor de la muerte. Detrás se ubica un grupo de franceses que llevan a otros madrileños al suplicio. La escena se desarrolla en un descampado que tiene como fondo la basílica de San Francisco el Grande y el Palacio Real. Al ubicar la escena al aire libre, con una gran amplitud espacial y tomada desde un punto de vista muy bajo, el pintor nos introduce en la composición, haciéndonos partícipes del sufrimiento de los familiares. Un elemento digno de mención son las expresiones de las figuras así como el empleo de la luz. El recuerdo de Goya es ineludible por lo que el pintor obtuvo un primer premio, siendo adquirido el cuadro por Amadeo de Saboya, quien lo donó al Ayuntamiento de Madrid.

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