Beato de Fernando I y Doña Sancha. Representación de los ejércitos celestiales

Datos principales


Autor

Facundus

Fecha

1047 h.

Escuela

España Cristiana

Estilo

Alta Edad Media

Material

Miniatura

Museo

Biblioteca Nacional de Madrid

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El Códice de Fernando I y doña Sancha es uno de los beatos más interesantes que se conservan. Fue escrito y miniado por Facundo en el año 1047 -"Facundus Scripsit" se puede leer en el folio 316- y cuenta con 114 miniaturas. El códice se conservó en la Colegiata de San Isidoro de León hasta que, durante la Guerra de Sucesión, Felipe V lo requisara y enviara a la Biblioteca Real de donde pasó a la Biblioteca Nacional. La escena que contemplamos ilustra el XIX Capítulo del Apocalipsis de San Juan: "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: El Verbo De Dios. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre". La Teofanía de la segunda venida es otra de las ilustraciones de este Beato.

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