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Rango

China

Desarrollo


El clasicismo artístico de la dinastía Song, abarcó todos los medios de expresión. Hemos analizado el arte del pincel atendiendo a la aparición de nuevas pautas estéticas y sociales que no se circunscriben a ellos, sino que abarcan todos los medios y materiales susceptibles de expresar una concepción global del arte. En la dinastía Song se diversificó regionalmente la producción cerámica, ampliándose considerablemente el número de hornos respecto a períodos anteriores. Una de las causas de este incremento en el campo cerámico se encuentra en el perfeccionamiento en la extracción del carbón, material muy apropiado para los hornos cerámicos por mantener temperaturas elevadas que favorecen la reacción química completa de la arcilla, barnices y colorantes. La cerámica, el gres y la porcelana formaron parte indisoluble del goce estético de mecenas, coleccionistas y artistas. Cada uno de ellos demandó una producción determinada atendiendo a sus gustos y posibilidades. La corte demandó piezas ru y ding, los letrados celadones tipo yue y longquan, las comunidades chan los jian y temoku. Con ello se amplió considerablemente el abanico de formas y tipos cerámicos. Estos se clasifican atendiendo a la pasta y al color de sus cubiertas, quedando en segundo plano la decoración. Se valoró la pureza de la forma, la simplicidad de una decoración incisa, craquelada, manchada, que no interrumpiera la expresividad de la forma. Se eligieron para ello piezas de pequeño tamaño destinadas a uso doméstico o decorativo, olvidando el uso funerario que hasta estos momentos se había hecho de la cerámica.

Además, fue entonces cuando la ceremonia del té adquiere una gran popularidad, incrementándose la demanda de utensilios adecuados, práctica y estéticamente, para este fin. El alfarero pocas veces firmará sus obras, quedando en el más absoluto anonimato. Las señas de identidad de las piezas cerámicas estuvieron determinadas por el color y composición de la pasta, indicando su procedencia geográfica. En la producción cerámica de Song se pueden distinguir los tipos fabricados en el norte y utilizados en la dinastía Song del Norte, frente a la producción del sur. A pesar de que tradicionalmente se habla de cinco cerámicas principales (ru, guan, ge, ding y fin), es más apropiado definirlas por familias. En primer lugar, la gran familia de celadones (qingzhi) que se produjeron tanto en el norte como en el sur de China, y que alcanzaron en la dinastía Song su esplendor. La producción de celadones del norte incluye las piezas: ru y vao, mientras que los celadones del sur comprenden los guau, ge, fin, yue y longquan. Las porcelanas ru se fabrican exclusivamente para la corte de Kaifeng (Dinastía Song del Norte). Su nombre deriva de la localidad de Ruzhou en la provincia de Henan. La belleza de estas piezas reside en la aparente fragilidad de la cubierta aplicada sobre una pasta muy fina. Como todos los tipos de celadones, carece de decoración, limitándose en algunos casos a las cubiertas craqueladas. El tamaño de los ru es muy pequeño y las formas simples.

Constituyen uno de los pocos casos en los que se puede hablar de un patronaje imperial directo con una producción muy limitada. A los ru le suceden estilísticamente las piezas guan, producidas en la provincia de Zhejinag, una vez trasladada la capital de Kaifeng a Hanzhou. Son un claro ejemplo de continuidad respecto a los ru, perteneciendo también a la familia de los celadones respecto al color (azul pálido-blanco luna). La producción fue mayor que la de los ru, pudiéndose establecer diferentes calidades determinadas por la categoría del encargo. Las piezas guan destinadas a la corte presentan una pasta más fina que el barniz y a menudo los bordes, labios y base oscurecidos por el hierro de los óxidos. Como los ru, son piezas pequeñas con una gran variedad de formas: cuencos, jarras, platos... de labios lobulados o simplemente con una mayor abertura hacia el exterior que confieren a las piezas una elegancia añadida a la monotonía cromática del color único. Las porcelanas tipo ge recibieron este nombre para diferenciar la producción de dos hermanos alfareros de la provincia de Jiangxi. Esta corresponde a la del hermano mayor (en chino ge-ge) y se define por un craquelado en la cubierta combinado con líneas gruesas oscuras y otras más finas amarillas, semejando filigranas. Su color es verde pálido, y se pueden incluir dentro de la producción de longquan. Dentro de las cinco cerámicas Song enumeradas, las jun pertenecen también a los celadones con una cubierta muy espesa de tonalidad gris verdosa a azul grisáceo.

El espesor de la cubierta confiere a los jun una especial belleza ya que muchas de ellas dejan sin cubrir el pie o base de la pieza mostrando mayor fuerza expresiva. Las ding son las únicas piezas dentro del grupo de las cinco cerámicas que no forman parte de la familia de los celadones. Es la primera producción cerámica en pasta blanca iniciada con los Song del Norte. Su pasta no es propiamente porcelana, ajustándose más a la definición de gres porcelánico. La cubierta, de color marfil, es muy transparente por lo que se llega a confundir con la porcelana. Su uso se extendió de la corte al gran público, destinándose fundamentalmente a contener alimentos, siendo su variedad de formas mayor que las de los ru, guan, fin... La popularidad de los ding se refleja en su decoración, con un carácter más figurativo y simbolista que el refinamiento propio del craquelado. Los motivos decorativos se realizaron mediante incisiones en la pasta o con imprimaciones de moldes previos. Flores, peces, dragones trazados linealmente ocupan las superficies de platos y cuencos, sin ocultar las formas. Este tipo cerámico fue uno de los más apreciados para el comercio, reflejando gustos extranjerizantes, preludio de la producción de las posteriores dinastías Yuan y Ming. Junto a estos tipo cerámicos mencionados como principales, bajo la dinastía Song se continuó la tradición de los celadones yue y longquan. A estas formas con el color de las cosas naturales se les aplicaba una decoración implícita en el barniz (incisión o modelado de motivos vegetales y animales) y en la cubierta (craquelado).

Longquan, localidad alfarera del sur del país, dio nombre a unas piezas de colores más claros (azul verdoso-verde mar) y formas variadas. En general, los celadones de longquan suelen ser piezas pesadas, sólidas con gran sentido de la proporción. La cubierta, transparente y totalmente adherida al cuerpo, presenta una decoración de hojas de loto en relieve mitigado por el espesor de la cubierta. La forma, el color y la decoración confirieron a las piezas longquan una extraordinaria calidad y belleza para ser disfrutadas no sólo con la vista sino también con el tacto. La cerámica de Cizhou corresponde a la producción del norte. Cizhou es una localidad de la provincia de Hebei, donde se inició un tipo de cerámica popular hacia el siglo X. Al ser de uso popular, fueron piezas de carácter funcional y resistentes al uso. Por su pasta, las piezas cizhou son consideradas como gres, cubierto por un engobe blanco o negro que a menudo deja parcialmente cubiertas las bases de las piezas. La decoración se aplica con incisiones, grabada o pintada, siendo los motivos más frecuentes pájaros y flores según las pautas realistas establecidas en la pintura decorativa de la Academia. Las formas, al estar destinadas a uso cotidiano, presentan una gran variedad: platos, cuencos, vasijas, meiping (botella para el ciruelo), destacando las almohadas decoradas con paisajes, flores, adoptando formas de animales muy populares en el norte y el sur del país. Las comunidades chan eligieron entre toda la producción cerámica de la dinastía Song aquellas que por sus cualidades táctiles y visuales se acercaran más a sus planteamientos estéticos de vacuidad absoluta.

Al principio utilizaron para el té pequeños cuencos de color verde azulado (celadón), para sustituirlos más tarde por monocromos negros más adecuados por su color y calor al ritual de la ceremonia del té. Estas piezas se denominan jian o tenmoku, utilizadas y producidas tanto en el norte como en el sur. Las formas pequeñas estaban destinadas al hueco de la mano, invitando a ser tocadas sus superficies rugosas, mientras que la vista gozaba de una decoración que hoy calificaríamos de expresionista. La cantidad de óxido de hierro, tanto en la cubierta como en la pasta, producía esas oscuras tonalidades del marrón oscuro interrumpidas por una original decoración que hace pensar en fallos del alfarero. En realidad fueron accidentes conscientes con los que pretendió investigar nuevos métodos decorativos: piel de liebre, gotas de aceite, plumas de perdiz..., son algunos de los nombres con los que se denominó a estas nuevas decoraciones que tanta aceptación tuvieron entre los adeptos al chan, especialmente en Japón donde retomaron y continuaron su producción.

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