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Datos principales


Desarrollo


El emperador Tiberio no tomó las previsiones de Augusto para preparar una transmisión anunciada de su poder. No contamos con pruebas que garanticen si ello se debió a la desconfianza que tenía en los posibles candidatos de su familia o a que esperaba que el Senado reaccionara ante su muerte eligiendo al mejor de los senadores. Lo cierto es que Macro, el prefecto del pretorio, depositó su confianza en Calígula y consiguió, con el apoyo de sus tropas, que el Senado reconociera al punto al nuevo emperador concediéndole el imperium maius y la potestas tribunicia, además del título de Pontifex Maximus. Cayo César Augusto Germánico ha sido conocido por el apodo cariñoso de botita, caligula, que le dieron los soldados de su padre, Germánico. Con la forma de su elección se había sentado un precedente que se repetiría en ocasiones posteriores comenzando por su propia sucesión: la guardia pretoriana apoyaría al emperador dispuesto a concederle mayor autoridad y mejores compensaciones económicas. En este caso, se inclinaron por un joven de poco más de veinte años sin experiencia de gobierno. Calígula ha pasado a la posteridad como ejemplo de tirano que se sirve del poder caprichosamente y como el autor de los mayores delitos y locuras imaginables: mantenimiento de relaciones incestuosas con su hermana, autor de todo tipo de depravaciones, loco al pretender que lo consideraran divino, etc. A la creación de esa imagen ha contribuido la historiografía antigua, ante todo la biografía de Suetonio.

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