Australopithecus Robustus y Boisei

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Desarrollo


Por el momento muchos investigadores opinan que ambos (A. robustus y A. boisei) pertenecen a una sola especie con diferencias geográficas, ya que los especímenes de Africa oriental son los denominados boisei. Otros los incluyen en el género Paranthropus. La especie de A. robustus fue detectada por vez primera en Africa del Sur, en los yacimientos de Kromadraii y Swartkrans, que comparten características con los citados antes para el A. africanus. Es decir, son yacimientos en cueva, con problemas de concrecciones y sin la cualidad de poder ser datados con métodos radiométricos. Los descubrimientos en Africa oriental son los que mejor ofrecen esta posibilidad. Swartkrans se conoce mejor en la actualidad dados los trabajos de C. K. Brain. Los restos encontrados pertenecen a los A. robustus más modernos. El depósito se formó a partir de filtraciones desde el exterior, cementándose posteriormente y quedando expuesto al exterior por una fuerte erosión. La cronología para el sedimento con los restos de Australopitecos parece situarse en 1,8 millones de años. Asociados a ellos se encontraron huesos con los extremos aguzados, que C. K. Brain asoció con la utilización parecida a la de los palos cavadores. Además de una industria lítica, se ha detectado la presencia de huesos quemados, lo que implicarla la utilización del fuego. En Kromadraii se distinguen dos cuevas con el mismo proceso que los anteriores, en la que se encontraron los restos de A. robustus.

La cronología estimada a partir de la semejanza morfológica las sitúan en 2 millones de años. Para C. K. Brain el depósito obedece a los carnívoros y/o carroñeros, a lo que se suma la interpretación de H. Vrba, según la cual la cueva se rellenó desde la superficie, y que los restos de fauna y hominidos que se encuentran son el resultado de sucesivos accidentes. Uno de los principales yacimientos de Africa oriental se debe a la larga investigación de Louis y Mary Leakey en la garganta de Olduvai. Louis Leakey trabajaba desde los años treinta en esta garganta de 100 metros de profundidad y una longitud de 50 kilómetros. Fue, sin embargo, cuando Mary Leakey encontró un cráneo de un homínido antiguo, el momento en que pudo prolongar y tuvo recursos para continuar sus trabajos hasta su muerte. Los depósitos de Olduvai están formados por depósitos lacustres, fluviales y volcánicos, susceptibles de ser datados. Las capas I y II inferiores son de las que proceden la mayor parte de los homínidos antiguos y al poderse fechar entre 1,8 y 1,7 millones de años, sirvieron de referencia para separar el Pleistoceno en 1,8 millones de años en el Congreso panafricano en los anos sesenta. El homínido encontrado fue denominado Zinjanthropus (el hombre de Africa oriental), y para la determinación científica como Australopithecus boisei. Este homínido se asociaba en estas capas a los primeros restos de Homo habilis conocidos. Además, la presencia de útiles líticos asociados a ellos suscitó la polémica de quién fue el autor de los mismos.

Para Leakey no habría duda de que pertenecían al Homo habilis. En las capas superiores los restos de Homo erectus iban asociados asimismo a una industria lítica del complejo Achelense, ininterrumpida desde el Olduwayense y con una cronología entre 1,2 millones de años a 620.000 años. Las características de estas especies se basan en primer lugar por una capacidad endocraneana entre 500 y 530 centímetros cúbicos (la media se sitúa en 520 cm3), la mayor entre los australopitecos. Sus rasgos presentan una clara robustez, de lo que deriva su nombre especifico. Sus incisivos y caninos son pequeños y se presenta una mayor expansión de premolares y molares. Los arcos cigomáticos muestran unos pómulos amplios y unas grandes mandíbulas. La mayoría presenta una cresta sagital pronunciada, que unida a los otros caracteres ha llevado a considerar una gran adaptación masticatoria, especializada en aplicar una mayor fuerza vertical en la masticación. Para algunos autores la degradación que presentan en el esmalte dental viene de elementos abrasivos (posiblemente tierra), durante la masticación de plantas y bulbos subterráneos. Para otros, el desgaste de las piezas dentarias radica en una dieta más rica en vegetales fibrosos que la que poseía el A. africanus. Dadas estas interpretaciones sobre su comportamiento, al Zinjanthropus se le denominó cascanueces. Los restos postcraneales descubiertos presentan similitudes con el A. africanus, si bien era algo más grande, ya que su peso se ha estimado entre 46 y 62 kilos y una altura media entre 1,5 y 1,6 metros. Puede haber debates sobre la filogenia del australopiteco en relación con el Homo, pero hoy nadie pone en duda que el A. robustus y el A. boisei están fuera de esta línea, extinguiéndose hace 700.000 años y calculándose su aparición hace aproximadamente 2 millones de años.

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