Messerschmittt 109 E

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Datos principales


Tipo

Vehículo

Categoría

Aéreo

País relacionado

Alemania

Desarrollo


A finales de enero de 1933, tras conseguir llegar al poder, Hitler comenzó a desarrollar el plan previsto para amplificar el poder de los ejércitos alemanes, muy reducidos como consecuencia de la derrota en la I Guerra Mundial. Para el Fuhrer, la Luftwaffe habría de ser un arma decisiva, previendo el papel fundamental que la aviación habría de jugar en la guerra moderna. Lector del aviador italiano Giulio Douhet y seguidor de sus teorías acerca del uso e importancia del arma de aviación, Hitler encomendó la misión de organizar una aviación capaz de cominar los cielos a su amigo Hermann Goering, piloto en la Gran Guerra, y a Erhard Milch, director de la compañía aérea Luft Hansa. Ambos, ministro del Aire y secretario de Estado, contaron con una élite de diseñadores aeronáuticos entre los que destacaba Willye Messerschmittt, quien diseñó el Me 109, el caza alemán más eficaz durante la guerra, y el Me 110, un bimotor de largo alcance y mediocres prestaciones, aunque muy eficaz como caza nocturno. Al mismo tiempo, la fomidable fuerza alemana se iba a complementar con el Ju 52 de Junkers, avión de transporte reconvertido para fines bélicos, y los bombarderos creados por Dornier y Heinkel, los formidables Do 17 y He 111. Cuando comenzó la guerra en 1939, Hitler había logrado fabricar la mejor fuerza aérea del mundo. Los Messerschmittt Bf 109 E se comenzaron a usar a partir de 1940 en misiones de cazabombardero, portando una bomba de 250 kg.

, mientras que otras variantes como los Bf 109E-5 y E-6 se usaban como cazas de reconocimiento sin cañones. El modelo Bf 109E-7 fue un desarrollo del E-4/N, pudiendo llevar un motor lanzable en vez de una bomba. Otros modelos fueron el Bf 109E-7/Trop, tropicalizado, el Bf 109E-7/U2, con mayor blindaje para misione de ataque aire-tierra; o el Bf 109E-7Z, dotado de mayor potencia gracias a un sistema de empuje a base de óxido nitroso. Un nuevo modelo fue el Bf 109E-8, desarrollado a partir del 109E-7, equipado con un motor DB 610E de 1.350 CV; o el Bf 109E-9, caza de reconocimiento desarrollado a partir del E-8, capaz de portar cámaras y sin cañones en las alas. Dejado de fabricar a principios de 1942 en su versión Bf 109E, prácticamente todas las variables llevaban dos o tres cañones de 20 mm, con gran capacidad de fuego y alcance. Su mayor carencia era el limitado radio de acción, lo que no se reveló como un problema serio hasta la Batalla de Inglaterra. Concebida como un arma de apoyo a los rápidos avances de la Werhmacht durante la Blitzkrieg, se hacía necesario cambiar de base varias veces, o incluso improvisar pistas de aterrizaje sobre campos de hierba, lo que provocaba no pocos accidentes. Sin embargo, en la Batalla de Inglaterra, se encontraron con un enemigo de su nivel, el Spitfire Mk I. El caza alemán era algo más veloz, portaba cañones y podía realizar picados que el inglés no podía ejecutar, por más que éste fuera más maniobrable.

A pesar de ello, una desventaja se reveló como decisiva: su escasa autonomía, reducida a 80 minutos, resultaba fatal en combate contra los cazas ingleses, que además volaban sobre su propio suelo, lo que les permitía repostar rápidamente. Saliendo desde los aeródromos franceses, tras cruzar el Canal de La Mancha sólo disponían de 20 minutos para combatir, por lo que muchos se hundieron en el mar al no poder regresar a sus bases. Además, su escaso radio de acción limitaba sus ataques a la zona meridional de las Islas Británicas. Sugerida por los pilotos la incorporación de uno o dos depósitos de combustible adiccionales bajo las alas, sin embargo sus quejas no fueron escuchadas. La principal misión encomendada a los Me 109 fue escoltar a los bombarderos medios He 111, Do 17 y Ju 88, que resultaban muy vulnerables sin su apoyo. Tal misión defensiva resultó un error estratégico, pues estaban obligados a no separarse de los bombarderos, lo que les restaba capacidad de acción ante los Spitfire ingleses. La carencia de bombarderos pesados por parte de Alemania hizo que apenas se cumpliera el objetivo del Alto Mando de castigar las ciudades, fábricas e infraestructuras inglesas, por lo que en la fase final de la Batalla de Inglaterra los Me 109 hubieron de ser reconvertidos como caza-bombarderos, sustituyendo los depósitos de combustible, tan necesarios, por dispositivos para el lanzamiento de bombas. No fue sino una medida deseperada, que no impidió el fracaso alemán en la decisiva batalla.

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