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Desarrollo


El fin del siglo XVI contempló el retroceso de dos de los participantes en los conflictos marítimos. Por un lado, la Hansa, otrora potencia mercantil dominante, se vio relegada en todos los frentes. Así, el desarrollo del comercio inglés y las prácticas mercantilistas del reinado de Isabel I terminaron con el desalojo de su factoría de Londres en 1598, en respuesta a la expulsión de los "Merchants Adventurers" de los puertos del imperio. En 1584, España había arrojado a éstos de Amberes, y en 1590 lo hará a su vez Dinamarca. Por otra parte, se puso un freno a los avances de Iván IV, que acabó encontrándose con la hostilidad conjunta de Polonia y Suecia, que habían reafirmado su posición tras los acuerdos de Stettin. Tras una tregua de siete años, en 1576 le obligaron a desalojar Polotsk, y tras el tratado de 1582 con Polonia y de 1583 con Suecia debió renunciar a sus proyectos en Livonia, que habrán de esperar un siglo para llevarse a efecto con Pedro el Grande. Mientras, Polonia había aumentado su importancia en el comercio a causa de sus exportaciones de granos, que alimentaban a Europa occidental y que transportaban navíos ingleses y holandeses, ahora dominantes en el área. Le interesaba reforzar su posición con una amistad permanente con Suecia, que, como ella, pretendía mejorar su posición en la zona. Su amistad se encontraba en un buen momento tras la paz de Stettin, y las uniones matrimoniales entre Vasas y Jagellones darán como resultado un heredero común, que, de haberse consolidado, hubiese sido el origen de una fuerte potencia hegemónica en el Báltico.

Tras los breves reinados de Enrique de Valois (1573-1574), que abandonó el trono para convertirse en rey de Francia, y de Esteban Bathory (1576-1586), voivoda de Transilvania, en 1587 es elegido como rey de Polonia un hijo de Juan III de Suecia, a su vez sobrino del último Jagellón, Segismundo Augusto. Segismundo III Vasa (1587-1631) heredó a su vez, en 1592, la Corona sueca. La unión no llegó a buen término por la actitud fervorosamente contrarreformista de Segismundo, que chocó con los luteranos suecos, que terminaron por declararse en abierta rebeldía. La victoria luterana en Stangebro (1598) dio la Corona sueca a Carlos IX (1604-1611), tío de Segismundo, que inició una Monarquía fuerte por el apoyo de la nobleza, la burguesía y el campesinado, con la clara vocación de alzarse con la hegemonía en esta zona de Europa, lo que conseguirá un siglo más tarde.

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