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Kursk campaña

Desarrollo


A comienzos de 1944 la organización del Ejército Rojo quedó definitivamente constituido en "frentes", que de norte a sur eran estos: Frente de Leningrado, Frente del Volkov, segundo Frente del Báltico, primer Frente de Ucrania, segundo Frente de Ucrania, tercer Frente de Ucrania y cuarto Frente de Ucrania. Cada uno de estos "frentes", con efectivos entre el medio millón y el millón de hombres, contaba con infantería, carros, artillería, caballería e ingenieros, y ante las grandes operaciones recibía algunas divisiones complementarias de artillería sacadas de una reserva general. Aunque no se tienen datos muy fiables, para esta época contaban los soviéticos con unos 7.000.000 de soldados. La organización alemana era: Grupo de Ejércitos Norte (von Küchler), Grupo de Ejércitos Centro (von Kluge), Grupo de Ejércitos Sur (von Manstein) y Grupo de Ejércitos A (von Kleist). Sus efectivos a esas alturas difícilmente alcanzarían los 2.500.000 hombres, incluyendo a los ejércitos aliados (fundamentalmente húngaros y rumanos), cuyo cometido principal en esos momentos era combatir a los guerrilleros rusos, ucranianos, polacos y los de sus propios países, que sumaban cerca de un millón tras las líneas alemanas. Por eso era simple locura la pretensión de Hitler de mantenerse en sus larguísimas líneas que iban desde Crimea hasta Leningrado, pese a los continuos ruegos de sus generales, que pedían un urgente acortamiento del frente.

Como cabía prever, antes de que terminase 1943, justo el 26 de diciembre, sin dejarle saborear su pequeño éxito, Vatutin atacó a Manstein en la zona de Zitomir. Con 900 cañones de campaña aplastó un frente de 30 kilómetros y por ese boquete lanzó 600 carros de combate y 18 divisiones de infantería. Tras dos días de feroz resistencia se quebraron las líneas alemanas. El día de fin de año recuperaban los soviéticos Zitomir y el 3 de enero estaban en Novograd, tras haber avanzado 140 kilómetros... la situación de los ejércitos A y de parte de los efectivos de Manstein era desesperada: un giro de la ofensiva soviética hacia la izquierda les hubiera arrinconada contra el Mar Negro. Y no paraba ahí la cosa. También avanzaban los demás frentes ucranianos. A mediados de enero los soviéticos habían penetrado ya en Polonia y tomando un punto importante, Rovno, sin que Manstein lograra de Hitler el permiso para acortar sus líneas. Afortunadamente para Berlín, el barro de enero frenó el ritmo de la progresión soviética, pero a mediados de febrero se puso en marcha el "rodillo rojo", que aplastó a los alemanes embolsados en Korsum (más de 20.000 muertos). Para esa época Zhukov había sustituido en el mando del Primer Frente de Ucrania al mariscal Vatutin, muerto misteriosamente en Kiev el 14 de abril de 1944, y continuó enérgicamente las operaciones en combinación con Koniev, jefe del segundo Frente, y con la enérgica dirección de carros del general Ribalko, que en esos momentos disponía de más de un millar de blindados.

Esa fuerza, unos 9 ejércitos en conjunto, cayeron sobre el centro de Manstein, reduciendo sus comunicaciones con el sur a una sola vía férrea. Mediante audaces maniobras defensivas y ásperas discusiones con Hitler, logró retirar a los amenazados Ejércitos A y a la derecha de los del Sur tras el curso del Dniéster. Con todo, hasta para eso era ya tarde y el hueco entre ambos grupos de ejércitos se desplomó ante los ataques soviéticos, quedando cercado el general Hube con 9 divisiones de infantería y 3 de carros. A última hora, los alemanes se habían salvado de un desastre que hubiera superado en magnitud al de Stalingrado. El general Hube, un enérgico mutilado de la Primera Guerra Mundial, logró incluso abrirse paso hacia el oeste y unirse a los Ejércitos Sur, ayudado por un contraataque de estos, pero para entonces ya von Manstein no era el jefe de esas tropas: le había sustituido Model, mientras que Schörner era designado jefe de los ejércitos A en lugar de von Kleist. Ninguno de los sustitutos llegaba a la altura de los zapatos a los dos destituidos. Pero ya el problema no eran los generales, sino Alemania: efectivamente la ofensiva soviética había rebasado el Dniéster y penetraba profundamente en Rumanía. A pesar de nuevas retiradas y retoques a las nuevas líneas, en el frente Sur, pomposamente rebautizado Ucrania Norte (Model) y Ucrania sur (Schöerner), cuando ya de Ucrania nada le quedaba a Hitler, aun deberían sufrir los alemanes un nuevo desastre importante debido a la intemperancia de Hitler: docenas de veces le habían pedido Manstein y Kleist que retirara las tropas de la península de Crimea, sin que accediera. Crimea quedó cercada a comienzos del año, pero hubo cuatro meses para poder retirar la guarnición, el 17.° Ejército, que contaba con 188.500 hombres (de ellos 66.000 rumanos). Berlín exigió que Crimea fuera defendida y, efectivamente, el 11 de abril comenzó el ataque soviético por tierra, mar y aire, haciendo retroceder a los sitiados hacia Sebastopol. El 9 de abril autorizó Hitler la evacuación de los sitiados, pero sólo pudieron retirarse por mar y aire 137.000 hombres (entre ellos 39.000 heridos), pereciendo 57.500.

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