El punto de interés religioso de Babilonia era el zigurat llamado Etemenanki -la casa fundamento del cielo y de la tierra-. Hoy sólo subsisten algunos ladrillos de sus cimientos y una ancha fosa cuadrangular en donde crecen las cañas. Gracias a una tablilla podemos conocer las medidas reales de la majestuosa edificación: 91 metros en cada uno de sus cuatro lados de base y 91 metros de altura. La inmensa mole se alzaba sobre un gigantesco terraplén, en forma rectangular, de 456 por 412 metros, cerrado por una muralla con doce puertas. Se ignora el número exacto de plantas que tuvo y la disposición de las escaleras, pero los diferentes especialistas han realizado diversas reconstrucciones ideales. Koldewey considera que sólo tendría tres alturas mientras que Busink eleva a siete el número de plantas. Según Unger también eran siete las plantas, pero la base sería más monumental, con una empinada escalera que da acceso directo a la tercera planta. Andrae sugiere seis alturas con una escalera directa de acceso al templete final. Para Martiny la escalera sólo accedía a la segunda planta de las cinco existentes. Bombart considera la existencia de dos amplios cubos a los que se accede por la monumental escalera, situando cuatro pisos por encima, rematados por el templete. Según Moberg la gran escalera de acceso llegaba directamente al templete que según los textos "Nabucodonosor II hizo centellear con ladrillos esmaltados de azul claro". Parrot sigue un esquema similar a Bombart, llevando la escalera hasta la segunda planta, opinión no compartida por Von Soden que lleva la escalera hasta la quinta y última planta. Wiseman recupera la opinión general de seis plantas rematadas por el templete, sugiriendo dos tramos de escaleras.
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Muchas han sido las reconstrucciones que los arqueólogos han imaginado de lo que pudo haber sido la ziqqurratu de Babilonia, llamada Etemenanki (Casa fundamento del cielo y de la tierra), creída también para algunos la bíblica Torre de Babel. Hoy sólo subsisten algunos ladrillos de sus cimientos y una ancha fosa cuadrangular con un apéndice frontal -llamada "es-Sahn", la sartén-, todo lleno de agua, en donde crecen las cañas.
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El ziggurat tiene cinco pisos y se encuentra rodeado por una gran muralla de 1200 por 800 metros. Su función era la de facilitar al rey el paso del mundo terrenal al celestial el día de su muerte.
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El ziggurat tiene cinco pisos y se encuentra rodeado por una gran muralla de 1200 por 800 metros. Su función era la de facilitar al rey el paso del mundo terrenal al celestial el día de su muerte. Este destaca concretamente por no tratarse de un bloque macizo, sino que estaba formado por numerosas cámaras. Construida por el monarca Untas-gal aún se conservan tres, todas ellas apoyaban directamente en el suelo. El zikkurratu estaba dedicado al dios Insusinak, al que se adoraba en la capilla situada en la parte inferior tras la fachada sudeste, rodeada por un camino procesional.
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De las cinco terrazas en ladrillo y adobe que se cree que componían la zikkurratu de Dur-Untas, aún se conservan tres, todas ellas apoyaban directamente en el suelo.
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El zigurat era uno de los elementos más característicos de Mesopotamia. Muchas ciudades incluían, junto al templo de su dios tutelar, un zigurat que constaba de varias plataformas superpuestas, sobre las cuales había un templo. Los primeros zigurats los construyó Ur-Nammu, hacia el 2100 a.C., primer rey de la III dinastía de Ur. Estos zigurats fueron edificados en Ur, Eridu, Uruk y Nippur. En toda Mesopotamia, se han encontrado zigurats en 16 yacimientos, aunque otros se conocen sólo por los textos. El zigurat de Ur, uno de los mejor conocidos y cuya reconstrucción hipotética observamos, era llamado Etemenniguru (Casa cuya alta terraza inspira terror), siendo dedicado al dios Luna (Nanna o Sin). Contaba con planta rectangular, de 62 metros de lado, y tres pisos, hasta una altura total de 43 metros. Tres largas escalinatas se cruzaban en ángulo recto y conducían al templo alto. El zigurat fue construido con adobe secado al sol, así como una gruesa capa externa de ladrillo cocido. Se desconoce la naturaleza exacta de las ceremonias que se celebraban en el alto santuario. El historiador griego Herodoto, al hablar del zigurat de Babilonia, dice que allí se celebraban las nupcias sagradas de una sacerdotisa con el dios, un ritual cuya finalidad era asegurar la prosperidad del país.
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El primer rey de la III dinastía de Ur, Ur-Nammu, ordenó la remodelación del barrio real y religioso de Ur, siendo una de las novedades más importantes la construcción de la torre escalonada (ziqqurratu), denominada Etemenniguru (Casa cuya alta terraza inspira terror) que dedicó al dios Luna (Nanna o Sin). Es de planta rectangular (62,50 por 43 por 21,33 m) y estaba estructurada en tres terrazas, accediéndose a la última por una escalera frontal, que era continuación de la escalera principal del primer piso, que se iniciaba exenta, lejos del cuerpo de la torre, y que se complementaba para su mayor majestuosidad con otros ramales laterales adosados a tal piso. Hoy día puede verse su primera terraza totalmente restaurada.
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El primer rey de la III dinastía de Ur, Ur-Nammu, ordenó la remodelación del barrio real y religioso de Ur, siendo una de las novedades más importantes la construcción de la torre escalonada (ziqqurratu), denominada Etemenniguru (Casa cuya alta terraza inspira terror) que dedicó al dios Luna (Nanna o Sin).