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Situado en el antiguo Palacio del Conservatorio, obra del siglo XIV, conserva importantes obras de arte (frescos, pinturas, etc) que abarcan desde el siglo XIV al XVII. De particular importancia son las obras de Piero della Francesca: la Resurreción de Cristo, el Políptico de la Madonna de la Misericordia, San Giuliano y San Ludovico, además de obras destacables de Signorelli, Pontormo, Matteo di Giovanni, Santi di Tito, De Vecchi, Cungi, Cantagallina, Mercati y otros muchos.

La Plaza del Campo es el centro neurálgico de la ciudad de Siena. En esta plaza se ubica uno de los edificios más importantes de la ciudad: el Palazzo Publico, construido en 1289 por los nueve gremios sieneses y sede permanente del Concejo de Siena. Este palacio dictó las normas arquitectónicas y decorativas para el resto de edificios de la Plaza del Campo, siendo casi obligatorio que el resto de edificios contaran con puertas y ventanas construidas por el típico arco sienes. Se trata de un edificio de fuerte carácter defensivo en el que destaca su remate torreado, recordando aún los castillos y fortalezas medievales. En una de las esquinas del Palazzo se encuentra la Torre del Mangia, alzada en 1325 como campanil profano, equivalente en presencia a la torre del Duomo. Debe su nombre al apodo de su antiguo campanero, Mangiaguadagni, y su arquitectura es una clara síntesis de la elegancia sienesa -que se manifiesta en la esbelta desnudez del ladrillo- y la capacidad expresiva del remate saliente y torreado, edificado en travertino. a los pies de la Torre del Mangia se construyó, en 1352, la Capilla de la Plaza, embellecida posteriormente en el siglo XVI. En el interior del Palacio se hallan las salas del Museo Cívico donde se conserva una espléndida colección de pintura, presidida por las Alegorías del Buen y el Mal Gobierno pintadas por los Lorenzetti.

En el noroeste del país, como capital del Piamonte y antigua capital del país, Turín es un gran centro industrial automotriz. Sin embargo, esto no ha impedido el desarrollo de un importante ambiente artístico-cultural. Quizá por ello en toda la ciudad aparecen con relativa abundancia museos y galerías. El Palacio Madama, transformado en un castillo en la Edad Media y ampliado en el siglo XV, conserva el aspecto medieval en uno de sus lados mientras que el otro lado, que da a la vía Garibaldi, fue modificado en el siglo XVII convirtiéndose en un lujoso palacio barroco para Madama, la regente María Cristina de Saboya. El palacio cuenta como máximos atractivos con las torres de la puerta, además de una rica fachada de F. Juvara del año 1721. En su interior acoge al Museo Cívico de Arte Antiguo con una estupenda colección de arte local, nacional y flamenco, con artistas como Macrino d'Alba, Spanzotti, Jacqueiro, D. Ferrari, Tino di Camaino, Antonello da Messina y Pontormo, entre otros, así como valiosas colecciones de cristal y porcelanas, tapices, muebles y miniaturas. La Armería Real expone una de las más impresionantes colecciones de armas blancas y de fuego que se pueden ver en Europa. También se pueden ver escudos, armaduras, ballestas, lanzas, etc.

El Museo fue fundado en el año 1882 por Gaetano Filangieri, príncipe de Satriano. La sede es el Palazzo Como, un edificio quattrocentista. El Museo fue creado en el marco de una política cultural interesada, por un lado, en la conservación del edificio -salvado de la demolición gracias a la intervención de la Comisión Municipal para la Conservación de Monumentos de la que el Príncipe formaba parte- y por otro como desarrollo industrial de Nápoles. De esta manera, el Príncipe unía en una única institución diversas necesidades de la época: la enseñanza industrial y el diseño, la teoría y la práctica, la recuperación del pasado y la admiración por el futuro. El Museo nace así como un instrumento didáctico, como lugar de estudio y desarrollo para la ciudad. En sus colecciones encontramos pinturas, esculturas, relevantes piezas de artes aplicadas (armas, porcelanas, cerámicas), libros e interesantes documentos, en total más de 30.000 objetos, organizados siguiendo criterios tipológicos, cronológicos o sencillamente estéticos.

El Museo Comarcal de Reus cuenta con una amplia colección de piezas que va desde el paleolítico hasta la actualidad. La colección se divide en varias secciones: Prehistoria y mundo antiguo; Etnología e Historia; y Arte, sección en la que se pueden apreciar obras de Fortuny y otros artistas vinculados a la comarca.

En la ciudad de Chantilly podemos visitar el Museo Condé, instalado en el palacio del duque de Aumale. Comprende varias secciones, entre ellas el Petit Château; en este recinto se expone la colección de artes decorativas: el cabinet des gemmes, con piedras preciosas, salas de porcelanas de Sèvres, Ruán, chinoisseries, tapices de Gobelinos y muebles de Riesener y Sené. El museo tiene por joya el conjunto de manuscritos. En su interior se conservan Les Très Riches Heures del duque de Limbourg, aunque se exponen al público raramente. Además posee un nutrido grupo de pinturas italianas, flamencas y francesas. Entre los autores más destacados están Rafael, Filippo Lippi, Piero de Cósimo, Memling y Van de Velde entre otros. Pero las salas más importantes son las dedicadas a autores franceses, como Poussin. La Sala Isabelle concretamente está dedicada a los grandes del Romanticismo francés: Géricault, Delacroix e Ingres. De este último hay cuatro de sus mejores obras: Venus Anadiómena, Antíoco y Estratónice, Madame Devaucay y su Autorretrato.