Busqueda de contenidos

termino
acepcion
Es una de las tres ramas del Tripitaka. Esta parte se encarga de la elaboración de la escolástica metafísica de la Doctrina.
termino
acepcion
Danza mímica, propia de la cultura hindú.
lugar
Conocida entre los egipcios como Abeydu o Tyeny, era una ciudad del VIII nomo del Alto Egipto, cuya capital, Tinis, debió estar cerca. Abidos era uno de los máximos centros religiosos del antiguo Egipto para el culto de Osiris. Ubicado en el Egipto Medio, a 36 km de Sohag, hacia el 3000 a.C. comenzó la costumbre de enterrar allí a los primeros reyes de la historia del país unificado. Ya en el periodo Protodinástico Abidos fue un centro religioso relacionado con el culto funerario. Su dios local, Khentamentiu ("el primero de los que están en Occidente" -Occidente, es el lugar por donde se pone el sol, es decir, donde "muere", y por ello es el rumbo que se identifica con la muerte-) cobró gran importancia durante las primeras dinastías. Más tarde, durante el Imperio Antiguo, esta deidad fue identificada con Osiris, quien adjuntó su nombre al lado de sus atributos y acabó por convertirse con el dios egipcio de todo lo relacionado con el mundo de ultratumba. Los egipcios consideraron a Abidos una ciudad sagrada, pues pensaban que en ella estaba la tumba de Osiris. Por este motivo realizaban peregrinaciones y los faraones pusieron su atención en este lugar para hacerse enterrar en él -todos los faraones de la I dinastía y dos de la II-, o construir cenotafios con los que participar simbólicamente en la resurrección de Osiris. El templo de Osiris logró su mayor esplendor durante el Reino Medio y los primeros ramésidas, es decir, a comienzos y finales del III milenio a.C. Sethi I mandó levantar un templo funerario y un cenotafio. El primero fue dedicado a sí mismo y a otras seis divinidades (Osiris, Isis, Horo, Ptah, Ra-Haractes y Amón-Ra). Contamos con una descripción del geógrafo Estrabón, que lo llama Memnonio. Del segundo, el cenotafio, llamado Osireion, sabemos que se hallaba tras el templo. Su estructura recordaba a la de una tumba y simbolizaba las aguas primordiales y la colina de la que surgió el mundo. Los muros de la estructura albergan representaciones simbólicas de carácter astrológico y cosmogónico. Ramsés II, por último, completó la decoración del templo de su padre y ordenó levantar un templo funerario, de menor tamaño y no muy bien conservado.
Personaje Arquitecto
No son muchos los datos biográficos que conocemos de este maestro de obras catalán, activo en la primera mitad del siglo XV. Entre sus principales trabajos encontramos la fábrica del Hospital de la Santa Creu y su colaboración en las obras de la iglesia de Santa Maria del Pi, junto a Jaume Fabre, Bartomeu Mas y Pere Castelló.
Personaje Pintor
Abildgaard estudió en Roma de 1772 a 1777 Arte Antiguo y a los grandes pintores del siglo XVI como a Rafael, Miguel Angel o Tiziano. A su regreso a Dinamarca su obra evolucionó hacia formas más clásicas, como puede comprobarse en sus ciclos de pintura sobre Apuleyo y Terencio ( Statens Mus. für Kunst, Copenhague). Este pintor se convirtió en una de las principales figuras del Arte Danés y ejerció una gran influencia en su país porque fue el director de la Academia de Copenhague. Discípulos suyos fueron Otto Runge y Thorvaldsen, los que después llegaron a ser grandes artistas. Abilgaard, además de pintor, fue arquitecto, escultor y diseñador. Escribió también sobre arte. Su obra más ambiciosa fue un inmenso proyecto decorativo para el Christianborg Palace que fue destruida por un incendio en 1794 y que hizo que estuviera a punto de abandonar la pintura.
lugar
Desde Sangüesa, el Camino de Santiago recorre las localidades de Rocaforte, alto de Aibar, despoblado de Olatz, Izco y esta de Abínzano. Este lugar tiene una altitud de 678 metros y cuenta con unos 20 habitantes. El pueblo honra a San Pedro en sus fiestas de junio, santo a quien también está dedicada el templo.
contexto
Finalizado el reino cristiano de Aksum, hacia 1100, aproximadamente, surgió un nuevo reino, más al Sur, en la zona montañosa conocida con el nombre de Lasta, al este del lago Tana, en el mismo origen del Nilo Azul. Este nuevo reino gobernado por una dinastía conocida como Zagüé, conservó características propias de la civilización aksumita, como las grandes construcciones en piedra, una escritura derivada del antiguo alfabeto sabeo, y una serie de iglesias labradas en la roca viva conservadas en su capital, Lalibela. Es sin duda el precedente más inmediato de la actual civilización etíope que se debió iniciar hacia 1250, cuando los amharas de Shora arrebataron el poder a la realeza zagüé y crearon un nuevo reino en las llanuras que se extienden al sur del curso superior del Nilo Azul. Este nuevo reino amhara tuvo que superar duras pruebas para sobrevivir rodeado enemigos, ya fuesen musulmanes en el Norte y en el Este, o de pueblos animistas en el Sur y el Sudoeste. A mediados del siglo XIII con la subida al trono de Yekumo Amlak, la dinastía se atribuyó la condición de descender de Salomón y la reina de Saba, renovando los vínculos con el patriarca de Alejandría, reconocido como cabeza del clero etíope, en medio de una poderosa estructura teocrática afianzada la erudición eclesiástica, todo ello a la vez que aparecía una especie posterior de feudalismo. El Negus, o emperador de Abisinia, al ser cristiano y controlar un reino lejano y situado tras el mundo islámico será identificado por muchos autores occidentales del siglo XIV como el legendario Preste Juan de las Indias. La llegada de los portugueses en 1541 a este reino ayudó a salvarlo del cada día más estrecho cerco musulmán, justo en el momento en que se había creado la leyenda de que Menelik, el hijo de Salomón y la reina de Saba, había sido el primer monarca etíope, realidad que queda muy limitada en todas las fuentes anteriores al 1500.