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Datos principales


Rango

Mesopotamia

Desarrollo


La actividad comercial fue muy importante en Mesopotamia ya desde tiempos muy tempranos, contribuyendo a poner en contacto a poblaciones y regiones muy dispersas. El comercio aparece referido en multitud de tablillas. Cuando la situación política lo permitía, la actividad comercial estuvo en manos de grandes comerciantes (gal dam-gar) ligados al Estado a modo de funcionarios. Otros mercaderes (dam-gar) lo eran a título particular, trabajando solos o asociados, aunque en ocasiones podían actuar comisionados por templos o palacios. En general, los mercaderes sumerios ofrecían los productos excedentarios de su rica agricultura y ganadería. A cambio, obtenían piedras como diorita, alabastro o lapislázuli; metales como oro, plata, cobre, estaño, plomo o electro; maderas como ciprés, cedro, abeto, ébano o álamo; productos agrícolas como dátiles, caña o cereales; animales domésticos como ocas, bueyes o ovejas; o bien salvajes como elefantes, osos o gallos de India; textiles y, por último, mano de obra especializada como joyeros o canteros. Sus rutas comerciales les llevaron a intercambiar productos muchas ciudades y territorios. En algunos casos establecieron colonias comerciales, como Habuba Kebira o Gebel Aruda, en Siria; en otros, las ciudades sumerias acogieron delegaciones comerciales extranjeras, como la de Ebla radicada en Kish. La operación comercial se realizaba mediante el trueque de productos, aunque se utilizaron determinadas unidades de referencia fija, como la cebada, evaluada en litros, y el cobre o la plata, que era pesado en cada operación y cuya unidad era la mina. La actividad mercantil produjo cuantiosos beneficios, dando lugar al surgimiento de un nuevo grupo social adinerado.

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