El arte en Mesopotamia
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Datos principales
Rango
Vida cotidiana Egipt
Desarrollo
En Mesopotamia nos encontramos diversas etapas artísticas determinadas por la diversificación de pueblos que dominaron este territorio. Los creadores del estilo artístico son los sumerios , estilo que será continuado por los semitas, consiguiendo el máximo esplendor en los periodos asirio y neobabilónico para continuarse con el arte persa , en el que encontramos ya influencia del mundo griego. La arquitectura mesopotámica vendrá determinada por la ausencia de piedra en la región por lo que las construcciones se realizan en adobe, barro cocido al sol. El empleo del adobe provocará la utilización de la bóveda y el arco, eliminando casi la columna. Al ser el adobe un material pobre, se revestirá con otros materiales como la cerámica o el alabastro. El monumento principal es el palacio donde se nos presenta al rey como el dominador de los pueblos. El más importante por ser el mejor conocido es el de Jorsabad, construido por Sargón; estaba levantado sobre una elevación del terreno y se accedía por varias rampas. Su fortificación se realizaba con una potente muralla reforzada por torres. Puertas monumentales con toros alados de ocho patas permitían la entrada al patio principal, eje del palacio, situándose al fondo el salón del trono. Alrededor de otros patios se ubicaban el resto de las dependencias entre las que encontramos el zigurat, el elemento más significativo del templo mesopotámico.
El zigurat es una torre escalonada que en algunas ocasiones llegaría a tener hasta siete plantas. Un amplio patio con habitaciones para peregrinos y donde celebrar el ritual completa la estructura del templo que solía estar situado sobre una plataforma. Sin embargo, en Persia no falta ni la piedra ni la madera por lo que se le otorga un papel fundamental a la columna, utilizando las superficies adinteladas sujetas con columnas para cerrar cualquier espacio. El capitel persa se forma por dos toros unidos por su tronco, dando la sensación de sostener el peso de la cubierta sobre su lomo. Los palacios siguen siendo las construcciones principales como los de Persépolis donde destaca el de Darío, situado sobre una amplia terraza y formado por numerosas apadanas, palacios de recepción de planta cuadrada constituidos por columnas y pórticos. Las tumbas persas también son significativas ya que están excavadas en la roca, formadas por una cruz rehundida que en la parte central tiene un pórtico ciego sobre el que se ubican varias molduras. En la parte superior se aprecia un relieve con el soberano orando ante el altar del fuego. La principal aportación hitita es el hilani, una especie de palacete con dos torres y un pórtico adintelado con columnas. En Palestina apreciamos una arquitectura bastante ecléctica, manifestando influencias de diversas zonas como Egipto, Mesopotamia y Grecia, siendo su obra más importante la torre sepulcral de Amrith, de forma cilíndrica.
Las primeras esculturas encontradas en la región de Mesopotamia están relacionadas con los relieves que narran episodios de la vida de los soberanos como la Estela de los Buitres de hacia el año 3.000. Esculturas exentas de época sumeria son las del patesi Gudea de Lagash cuyo rostro denota una gran energía. Otras estelas de importancia son las de Naram Sim y el Código de Hammurabi (2.050 a. C.). Será la escultura asiria la que alcance mayor esplendor al presentarnos a sus musculosos protagonistas en diversas campañas militares. Los monarcas asirios se presentan vencedores, captando los escultores los rizos de las cabelleras y la barba con una fidelidad insuperable como observamos en los relieves de los palacios de Kalah o Jorsabad. Entre estos relieves destacan las escenas protagonizadas por animales como la famosa leona herida del British Museum o los relieves de la famosa puerta de Isthar procedente del palacio de Babilonia realizados en cerámica vidriada, hoy en el Museo de Berlín. La escultura persa apenas aporta nada nuevo a excepción de los toros antropomorfos con alas arqueadas hacia arriba así como algunos relieves con largas comitivas de personajes ofreciendo tributos al soberano. La escultura fenicia es bastante ecléctica, manifestando influencias diversas.
El zigurat es una torre escalonada que en algunas ocasiones llegaría a tener hasta siete plantas. Un amplio patio con habitaciones para peregrinos y donde celebrar el ritual completa la estructura del templo que solía estar situado sobre una plataforma. Sin embargo, en Persia no falta ni la piedra ni la madera por lo que se le otorga un papel fundamental a la columna, utilizando las superficies adinteladas sujetas con columnas para cerrar cualquier espacio. El capitel persa se forma por dos toros unidos por su tronco, dando la sensación de sostener el peso de la cubierta sobre su lomo. Los palacios siguen siendo las construcciones principales como los de Persépolis donde destaca el de Darío, situado sobre una amplia terraza y formado por numerosas apadanas, palacios de recepción de planta cuadrada constituidos por columnas y pórticos. Las tumbas persas también son significativas ya que están excavadas en la roca, formadas por una cruz rehundida que en la parte central tiene un pórtico ciego sobre el que se ubican varias molduras. En la parte superior se aprecia un relieve con el soberano orando ante el altar del fuego. La principal aportación hitita es el hilani, una especie de palacete con dos torres y un pórtico adintelado con columnas. En Palestina apreciamos una arquitectura bastante ecléctica, manifestando influencias de diversas zonas como Egipto, Mesopotamia y Grecia, siendo su obra más importante la torre sepulcral de Amrith, de forma cilíndrica.
Las primeras esculturas encontradas en la región de Mesopotamia están relacionadas con los relieves que narran episodios de la vida de los soberanos como la Estela de los Buitres de hacia el año 3.000. Esculturas exentas de época sumeria son las del patesi Gudea de Lagash cuyo rostro denota una gran energía. Otras estelas de importancia son las de Naram Sim y el Código de Hammurabi (2.050 a. C.). Será la escultura asiria la que alcance mayor esplendor al presentarnos a sus musculosos protagonistas en diversas campañas militares. Los monarcas asirios se presentan vencedores, captando los escultores los rizos de las cabelleras y la barba con una fidelidad insuperable como observamos en los relieves de los palacios de Kalah o Jorsabad. Entre estos relieves destacan las escenas protagonizadas por animales como la famosa leona herida del British Museum o los relieves de la famosa puerta de Isthar procedente del palacio de Babilonia realizados en cerámica vidriada, hoy en el Museo de Berlín. La escultura persa apenas aporta nada nuevo a excepción de los toros antropomorfos con alas arqueadas hacia arriba así como algunos relieves con largas comitivas de personajes ofreciendo tributos al soberano. La escultura fenicia es bastante ecléctica, manifestando influencias diversas.