Andréi Rubliov

Su formación artística discurre en el convento de la Trinidad de Zagosk, donde es posible que entrara en contacto con Prochor de Gorodec. Precisamente este artista sería su compañero de trabajo en la creación de los frescos de la catedral de la Anunciación

Catedral de la Anunciación (Moscú)

Construida entre los siglos XIV y XV, es uno de los mejores monumentos del Kremlin de Moscú.

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en el Kremlin en 1405. Tres años después se hizo cargo de la decoración mural de la catedral de la Asunción de Vladimir. De su legado también hay que destacar los iconos

La culminación de un arte

La Trinidad angélica de Rublev expresa fehacientemente la madurez que había alcanzado este arte en el siglo XV, el siglo de oro ruso de la pintura de iconos.

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que realizó para distintas catedrales. De todos ellos cabe mencionar el icono de La Trinidad, que pintó en 1411 para la catedral de Zagorsk. El arte de Rubliov representa un progresivo alejamiento de la escuela Bizantiza

El último esplendor bizantino

La toma de Constantinopla por los cruzados en 1204 fue el comienzo de una muerte lenta arrastrada durante casi doscientos cincuenta años hasta la definitiva toma de la ciudad por los turcos en 1453. El arte bizantino, que se había asentado en los países balcánicos y eslavos gracias, en buena medida, a la severa vigilancia de la Iglesia, continuó ejerciendo su influencia en estos territorios.

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, al tiempo que desarrolla un estilo propio, identificado las nuevas tendencias que sentaría las bases de la escuela de Moscú

Rusia: la búsqueda de la diferencia

Es en el siglo XV cuando la pintura de iconos alcanza su madurez y brillantez artística en Rusia. Los maestros rusos habían imitado los modelos bizantinos pero, poco a poco, los modificaron; suprimieron los caracteres de austeridad y ascetismo buscando formas más armoniosas. Ahora aparecen grandes maestros y se forman escuelas locales. Este arte se acerca al hombre, expresa sus sentimientos, sus emociones, se aleja de la rutina, busca nuevas vías.

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. Toda su producción artística es concebida de un modo original al dotar a lo sagrado de una connotación profana, sin perder en ningún momento su significado transcendental. Desde el punto de vista técnico se vale de los colores y los contrastes de luz para dotar de expresión a sus figuras, mientras que los contornos le sirven para imprimir ritmo y en ocasiones hasta adquieren un valor simbólico.