Vista del lago de Thun y el Monte Niesen

Datos principales


Autor

Caspar Wolf

Fecha

1776

Estilo

Romanticismo Alemán

Material

Oleo sobre lienzo

Museo

Aargauer Kunsthaus

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El auge del paisajismo durante el Romanticismo tiene, entre sus precedentes y causas inmediatas, el "descubrimiento" de los Alpes a fines del siglo XVIII, en relación con la acuñación del concepto de lo sublime, es decir, la apreciación del impacto psicológico que la contemplación de cierta naturaleza produce en el espíritu del espectador. Este descubrimiento de lo terrible que subyace en la Naturaleza, que será la base de los paisajistas románticos como Friedrich, comenzó en los Alpes. A fines de siglo, esta formación montañosa permanecía semi-olvidada; sus alturas, precipicios y pasos inspiraban un temor reverencial. En esta época, pintores y científicos comenzaron a interesarse por la cordillera alpina desde la doble perspectiva de la investigación y la plasmación pictórica de lo sublime. Años antes de que Balmat y Paccart lograran por vez primera coronar el Mont Blanc en 1786, el suizo Caspar Wolf había descubierto para toda Europa el poder evocador del paisaje alpino. En 1774 se estableció en Berna para hacer frente al encargo del editor Abraham Wagner de realizar una serie de doscientas pinturas sobre el tema. Desde esta ciudad, Wolf realizaba numerosas excursiones en busca de lugares poco conocidos, en los que hacía dibujos al natural a lápiz y carboncillo, que luego trasladaba al lienzo. La primera serie de láminas se publicó en 1776, el mismo año en que realizó esta obra. A pesar del detallado estudio topográfico que llevaba a cabo, Wolf modificaba los elementos que trasladaba a sus cuadros buscando producir ese efecto de lo sublime, de lo aterrador, que luego sería característico de Friedrich. De este modo, la Naturaleza desbordaba la escala humana y se imponía sobre ella. Este nuevo tipo de paisaje se plasma en obras como ésta y 'La gruta de Saint-Béat vista desde el Oeste', también de 1776. Se caracteriza por un primer plano en penumbra, a la izquierda, dominado por la gruta, cuyo contraste con el fondo iluminado obliga a dirigir la vista hacia el lago y las montañas en la distancia. Esta técnica será habitual en Friedrich y es una de las razones por las que se considera a Wolf un claro prerromántico.

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