Venus y Marte

Datos principales


Autor

Alessandro Di Mariano Filipepi

Fecha

1483

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Oleo sobre tabla

Dimensiones

69 x 173´5 cm.

Museo

National Gallery de Londres

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Si bien la temática mitológica es muy reducida en la producción total de Botticelli, no deja de ser sorprendente que se trate de la más popular. Obras como el Nacimiento de Venus, la Primavera, Minerva y el Centauro, la Calumnia o esta composición que conserva la National Gallery de Londres forman parte de la iconografía renacentista más conocida por el gran público, rayando a la misma altura que las obras religiosas. El apaisado formato y la temática de esta tabla hacen pensar a los especialistas que estamos ante un panel para un banco o arcón, uno de los regalos de boda más habituales entre las elitistas familias florentinas. Al aparecer unas avispas -vespe, en italiano-zumbando alrededor de Marte indican que podría tratarse de un regalo para un miembro de la familia Vespucci, precisamente una de las ramas familiares que había adoptado la avispa en su escudo de armas. Venus, la diosa del amor y la belleza, aparece vigilante mientras su amante, Marte, el dios de la guerra y símbolo del deseo violento, duerme. Tres traviesos sátiros juegan a su alrededor y ni así consiguen sacarle del profundo sueño. Los amantes aparecen reclinados uno junto al otro, en una gruta formada por un mirto, árbol dedicado a Venus, lo que hace suponer que nos encontramos en un espacio dominado por la diosa del amor, idea reforzada por el gesto y la posición dominante de Venus. La diosa, medio incorporada, observando con mirada atenta y segura a su amante medio desnudo, se cubre con un vestido casi transparente, efecto conseguido gracias a un tenue sombreado que ha sido aplicado sobre un sombreado más ligero con el que ha sido modelada la carne de Venus, definiendo el maestro los contornos con una línea negra, firme y sinuosa.

Cintas doradas y un broche de perlas sobre el pecho adornan la blanca túnica de Venus, entendiendo el broche como un símbolo de castidad. El tema de la tabla es el triunfo del amor sobre la guerra, consiguiendo Venus distraer a Marte de sus acciones bélicas, consiguiendo incluso que los sátiros utilicen sus armas como juguetes. Uno de los sátiros intenta despertarle soplando una concha en su oído mientras otros dos roban la lanza del dios, un cuarto se prueba el casco y un quinto sale gateando de la coraza, mirando con un gesto cargado de picardía. Algunos especialistas consideran que nos encontraríamos ante el tema de la superación del deseo sensual por el amor de Dios, apareciendo el dualismo entre amor terrenal-amor celestial que era tan habitual en el neoplatonismo de Marsilio Ficino. Botticelli buscó como inspiración un cuadro antiguo pintado por el romano Aetion y que describía Lucano, en el que se narraba la boda entre Alejandro Magno y Roxana, centrándose en el momento en el que los sátiros jugaban con las armas del gran general. Sin embargo, el tratamiento que hace Botticelli apenas presenta deudas con el arte antiguo ya que tanto la armadura como el vestido, las joyas y los peinados están tomados de la moda quattrocentista, al igual que se interpreta como contemporánea la idea de que hacer el amor agota al hombre y da fuerzas a la mujer, idea que a la que se aludía como broma en los esponsales matrimoniales de la época. Más universal e intemporal sería el tema central de la tabla: el amor debe triunfar sobre la guerra.

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