Venus del Pardo

Datos principales


Autor

Tiziano Vecellio

Fecha

1535-40

Escuela

Venecia

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

196 x 385 cm.

Museo

Museo Nacional del Louvre

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Alrededor de esta obra existen diversas controversias entre los especialistas tanto en relación con la fecha de ejecución como con la iconografía del trabajo.En primer plano, en la zona de la derecha, contemplamos una mujer desnuda, tumbada, acompañada de un sátiro que levanta los velos para observar su belleza. En la zona de la izquierda se nos muestra un grupo de cazadores que irrumpe en la escena y un sátiro acompañado de una mujer vestida. En el fondo aparecen unos perros devorando a un ciervo mientras que una jauría se dirige a este lugar. En el centro de la composición y en la zona más elevada se aprecia a Cupido lanzando sus flechas al grupo de la derecha.La única explicación plausible sobre esta amalgama de asuntos vendría a través de la elaboración de este trabajo en diferentes momentos. Panofsky sugiere que la obra fue empezada hacia 1515 -vinculándose con una alegoría de las tres edades del hombre en el que el cazador representa la vida activa, la pareja que vemos a su lado simboliza la vida contemplativa y el sátiro se identifica con la vida placentera y voluptuosa- pero otros especialistas piensan que fue iniciada en 1520 para Alfonso d´Este y continuada en 1560, convirtiéndose en un cuadro de caza para Felipe II.La obra perteneció a las colecciones reales españolas desde 1567 y aparece en los inventarios como Venus. Su denominación corresponde a su emplazamiento en el madrileño Palacio de El Pardo donde se mantuvo durante largo tiempo.

Sin embargo, en algunos inventarios aparece citada como Júpiter y Antíope al representar el momento en el que Júpiter, disfrazado de sátiro, levanta el velo para disfrutar de la belleza de Antíope. Posteriormente, Júpiter sedujo a la bella princesa de Tebas y de ese amor nacieron dos hijos, Zeto y Anfión. Los dos niños fueron abandonados en un monte donde un pastor los encontró y los cuidó, siendo los vengadores de su madre cuando Lico y Dirce traten a ésta de manera vejatoria.Las figuras se integran a la perfección en el paisaje, siguiendo las líneas marcadas por Giorgione en los primeros años de la centuria. La luz tiene un importante papel en la composición, resbalando sobre las figuras para acentuar su volumetría y destacar las tonalidades de vestidos y pieles. El resultado es un trabajo de una calidad difícilmente superable, a pesar de estar situada cronológicamente en una fase identificada por los especialistas como "conservadora".El cuadro fue regalado por Felipe IV a Carlos I de Inglaterra y posteriormente pasó a Francia donde fue adquirido por Luis XIV.

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