Torre de Londres

Datos principales


Fecha

Siglo XII

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La Torre de Londres presenta la aplicación de los recursos constructivos de los normandos en la arquitectura civil. El sentido palatino del conjunto ha hecho que el arquitecto recurra a numerosos juegos articulatorios de los arcos para suavizar la rotunda mole de fortaleza. El monumento, uno de los más populares de Londres con 2 millones y medios de visitantes, sirvió de fortaleza, palacio, prisión y lugar de ejecución de nobles, entre ellos la famosa Ana Bolena, Tomas Moro o la propia Isabel I, encerrada durante unos meses por su hermanastra María Tudor (Bloody Mary). A pesar de su denominación en singular, el recinto fortificado alberga una veintena de torres de diferentes plantas: redondas, cuadradas, rectangulares y poligonales. La primera en erigirse fue la Torre Blanca, utilizando las murallas romanas como base. Después se dotó de un amplio patio flanqueado por la Torre de Abastecimientos y a medida que pasaba el tiempo se iban añadiendo diferentes edificaciones, todas ellas fuertemente protegidas, entre las que destaca la Torre de la Campana. La ocupación de la fortaleza por parte de Juan sin Tierra (1199-1216) supuso la continuación del proceso de fortificación, realizando Enrique III la construcción de la Torre Maldita y de un muro de contención en el que se incluían la Torres de la Sal, de Ladrillo, de Silex, Martín y Deveraux, al tiempo que habilitaba la Torre del Fanal como aposento de la reina y la Torre Wakefield como cámara real y se dotaba a la fortaleza de un foso, obra del ingeniero flamenco Jean Le Fosser. Eduardo I continuó las construcciones, volviendo a rodearlas de una nueva muralla y ensanchando el foso, levantando la Torre Beauchamp y la Torre del Pozo que servía para proveer de agua a la fortaleza. En esta época -siglo XIII- el castillo ocupaba una extensión de siete hectáreas, accediéndose a través de puentes levadizos que garantizaban la seguridad del recinto. Sucesivas modificaciones se fueron realizando a lo largo de las centurias hasta la restauración realizada en la segunda mitad del siglo XIX por John Taylor y Anthony Salvin.

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